La nación antillana potencia el turismo accesible, un proceso que permite a las personas con discapacidad y a los adultos mayores desenvolverse de forma independiente Autor: Internet Publicado: 26/07/2023 | 10:46 am
Con frecuencia las personas con discapacidad o necesidades especiales encuentran dificultades para acceder a determinados servicios, por las barreras físicas, comunicativas, económicas o normativas que aun existen. Ante este problema, surgió el turismo accesible, especializado en diseñar viajes adaptados según el tipo de discapacidad y necesidades de cada persona.
El turismo accesible no se limita a la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de la comunicación, sino que tiene por propósito lograr que los entornos, productos y servicios turísticos puedan ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona con o sin condición especial. Esto implica que toda la cadena de valor turística debe estar adecuada para un disfrute pleno con independencia y dignidad.
El turismo accesible es también una forma de garantizar la igualdad de oportunidades y la no discriminación de las personas con discapacidad y con otras necesidades diversas, tal y como lo establece la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y es, además, un factor intrínseco a la calidad turística, ya que no se puede concebir un destino de calidad que no esté al alcance de todos.
La accesibilidad beneficia tanto a las personas con discapacidad como al resto de los viajeros, pues mejora la comodidad, la seguridad y la satisfacción de todos los usuarios. Su puesta en práctica implica la colaboración y el compromiso de todos los agentes del sector turístico.
Para que el destino sea accesible debe tener aplicado el diseño universal o para todos. Este concepto se basa en el diseño y adaptación de los entornos, productos y servicios turísticos para que puedan ser utilizados por todas las personas, sin necesidad de modificaciones o asistencias especiales, buscando la funcionalidad, la seguridad, la comodidad y la estética de los recursos, teniendo en cuenta la diversidad humana y las diferentes capacidades y preferencias de los beneficiarios.
Cuba es un destino accesible que ofrece muchas posibilidades para las personas con discapacidad que quieren disfrutar de su cultura, naturaleza y hospitalidad. El país ha hecho esfuerzos por mejorar su accesibilidad en los últimos años, contando con la asesoría de la Red Española de Turismo Accesible y la Red Iberoamericana de Turismo Accesible.
Desde el arribo al Aeropuerto Internacional José Martí las personas pueden contar con un servicio para personas con movilidad reducida, que facilita el traslado desde y hacia el avión y dentro del territorio nacional existen taxis adaptados y autobuses turísticos con rampas y espacios reservados para sillas de ruedas.
Cuba tiene una red de alojamientos accesibles, que cuenta con habitaciones equipadas tecnológicamente para huéspedes con discapacidad auditiva, motora y otras. Algunos ejemplos de hoteles accesibles son el Hotel Nacional de Cuba, el Hotel Meliá Cohiba, el Hotel Iberostar Parque Central o el Hotel Habana Libre.
Para vacacionar la Isla caribeña ofrece variados servicios, con calidad garantizada. En el país hay playas accesibles con rampas, sillas anfibias y personal de apoyo que permiten a las personas con discapacidad disfrutar del mar y el sol. Algunas de las playas más accesibles son Varadero (tiene 100 habitaciones con facilidades para personas con discapacidad y sus acompañantes), Santa María del Mar, Guardalavaca o Cayo Coco.
Además, Cuba ofrece una gran variedad de atracciones turísticas accesibles, que abarcan desde la historia, la cultura, la naturaleza y el ocio. Esto lo podemos ver en La Habana Vieja, el Gran Teatro de La Habana, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Parque Nacional Viñales o el Jardín Botánico Nacional, por solo poner algunos ejemplos.