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Lo más trascendente: principios contables

Los principios contables son las reglas y orientaciones operativas de la contabilidad.


Viernes 28 de Agosto de 2009 | 12:00:00 AM 

Autor

Guillermo de la Cuesta

Actualmente se consideran más exactamente normas y determinan cuestiones como, cuándo se contraen obligaciones, cómo se miden los activos, cuándo se reconocen los beneficios y cuándo se deducen los gastos y pérdidas. Es esencial que el usuario de datos y estados financieros conozca dichas normas.

No se puede intentar un análisis inteligente y válido de estados financieros sin evaluar a fondo qué principios contables se han utilizado en la preparación de estos y cómo se han aplicado.

CÓMO SE ESTABLECEN LAS NORMAS CONTABLES

Los principios contables han sufrido un largo proceso de desarrollo y continuas innovaciones, modificaciones y cambios. Por ejemplo, el principio de contabilización de la amortización, de acuerdo con el cual se asigna el costo de un activo fijo productivo a los ingresos a lo largo de la vida útil de este, está bien establecido en la actualidad, pero no fue plenamente aceptado en sus inicios.

El crecimiento del arrendamiento financiero después de la Segunda Guerra Mundial, ha obligado a la profesión contable a reconsiderar la contabilidad de arrendamientos financieros y a modificarla considerablemente. Los principios de contabilidad han cambiado en respuesta a los avances y necesidades de la comunidad económica, sus exigencias y expectativas.

Actualmente, se acepta de modo general, que la responsabilidad primaria sobre una presentación razonable de los estados financieros recae en la dirección de la empresa.

EL PAPEL DE LA PROFESIÓN CONTABLE

No es difícil averiguar las razones por las que la profesión contable asumió desde su comienzo el liderazgo en la elaboración de principios contables. Una de las más importantes y exclusivas funciones de la profesión consiste en atestiguar que los estados financieros están razonablemente presentados.

Sin embargo, la expresión razonabilidad de presentación, exige un marco de referencia con respecto al cual se pueda juzgar, y lo aportan los principios de contabilidad generalmente aceptados (PCGA), y se supone que la profesión contable tiene tanto la independencia, como la capacidad técnica necesarias para desarrollarlos. Al elaborar los PCGA, la profesión no solo llevó a cabo un servicio público esencial, sino que además, satisfizo sus propios intereses vitales.

Los vientos de cambio social y económico que soplaron con fuerza a partir del colapso financiero de 1929, ejercieron una influencia decisiva en el ritmo del cambio contable. Si bien ninguna fuente bien informada culpó de la debacle económica a las deficiencias de la contabilidad y la inadecuación de la información, se reconoció de modo general, que mucho antes debían haberse introducido mejoras en los principios y revelaciones contables.

En resumen, el usuario de datos financieros no solo debe conocer la teoría en que se basan los principios de contabilidad promulgados por la profesión contable, sino que además, debe saber:

1. ¿En qué medida se observa en la práctica, tanto el espíritu, como la letra de esos principios?

2. ¿Qué grado de libertad permiten los principios, de acuerdo con su propia naturaleza, en su aplicación?

No es fácil identificar las desviaciones con respecto a los principios promulgados, porque muchas opiniones son a menudo vagas y están sujetas a interpretación. En consecuencia, el efecto práctico de la obligación de revelar desviaciones con respecto a las opiniones profesionales, es más aparente, que real.

La mencionada opinión exige la revelación de las políticas contables en un resumen o nota que integre los estados financieros. Se identificarán y describirán los principios de contabilidad seguidos, y los métodos de aplicación de esos principios que afectan materialmente a la determinación de la situación financiera, los cambios en esta o los resultados de las operaciones.

Hay que hacer hincapié en la descripción de los principios, si se ha realizado una elección entre alternativas aceptables, y si se han seguido principios y métodos inusuales, innovadores o específicos de un sector.

Sería irreal pensar que está cercano el día en que el analista financiero no tenga que preocuparse de los principios de contabilidad, base de los estados que utiliza, y podrá avanzar en su análisis a partir de las cifras, en lugar de dedicar su tiempo y sus energías a descubrir lo que se esconde detrás de esas cifras. El examen, análisis y evaluación crítica de la contabilidad que hay detrás de los estados financieros es, y seguirá siendo, una parte importante de la labor del analista.

Entre las razones más importantes que apoyan esta conclusión figuran las siguientes:

• Hay una diferencia entre la teoría y la práctica. Rara vez están bien y tan exhaustivamente expuestos los pronunciamientos sobre teoría contable, que impidan la aparición en la práctica de desviaciones de su propósito. Por otra parte, la mayor parte de los principios contables se aplican, únicamente, a los factores considerados “materiales”, y aun así, la profesión no ha podido definir lo que se considera como “material”. • Importantes áreas de la teoría contable, como las concentraciones de empresas y la contabilidad, y las asignaciones al costo de productos, no están adecuadamente cubiertas por los pronunciamientos profesionales. Ello contribuye a aumentar la libertad de acción y la variedad en la práctica. • La aparición de sectores nuevos, los cambios en las prácticas empresariales y la inventiva de los “arquitectos financieros”, dan lugar a un inevitable desfase entre teoría y práctica contable. En general, la teoría contable se desarrolla más para resolver los problemas existentes, que para anticiparse a los de nueva aparición, como los encontrados recientemente en los sectores de promoción inmobiliaria, concesiones, ahorro y crédito inmobiliario, y desarrollo científico. • El progreso hacia el desarrollo de principios de contabilidad uniformes y razonables, ha sido, y sigue siendo, obstaculizado por poderosos grupos de intereses. que presionan para ver representados sus intereses en la formulación de los requisitos contables que afectan a las prácticas de elaboración de informes en sus sectores concretos. Un ejemplo son los esfuerzos de los banqueros, agentes de seguros, las industrias extractivas y el sector inmobiliario, por ver reflejados sus intereses en cuanto a elaboración de informes en la formulación de los principios de contabilidad. • Los problemas del sector estadounidense de ahorro y crédito inmobiliario, y el consiguiente dividendo diferido a expensas del contribuyente, fueron consecuencia de los errores garrafales y la falta de honradez de muchos de los participantes. Pero, también desempeñó un papel perturbador la contabilidad errónea, motivada por un deseo de retrasar el reconocimiento de las pérdidas y la insolvencia. Se aplicó la táctica del avestruz a la contabilidad, no se quería reconocer la caída del valor de las hipotecas a cobrar cuando subieron los tipos de interés. • Que la influencia de las consecuencias económicas sobre la política contable es un fenómeno mundial se reveló en un artículo sobre la contabilidad impuesta en Suecia por el gobierno. Para ayudar a salvar a Uddeholm, fabricante líder de acero y productos forestales, la administración del país europeo concedió un crédito sustancial a la compañía. Sin embargo, dado que la contabilización de esa transacción como el préstamo que era, no habría mejorado suficientemente la situación financiera de Uddeholm, el Parlamento sueco forzó con medidas legislativas la contabilización de esta transacción como si fuera una subvención. De esta forma, quedó derrotada la exactitud de la contabilidad por la autorización legislativa. • Aun, cuando el progreso hacia el establecimiento de principios firmes y uniformes de contabilidad fuera más veloz, el analista no puede renunciar, sin riesgos, a la tarea de examinar y evaluar los postulados y principios contables en que reposan los estados financieros que analiza. Como requisito previo para un análisis exhaustivo e inteligente, es necesaria una clara comprensión de los datos analizados. La experiencia ha demostrado, que las mejoras en los principios de contabilidad se acompañan de un significativo aumento en la complejidad de los datos y determinaciones contables. El análisis financiero tiene que ver con decisiones tan importantes, que en ninguna circunstancia puede el analista confiar demasiado en los datos con los que trabaja, sin haberlos examinado y ajustado para adaptarlos a sus propios objetivos. • Con independencia de lo bien respaldados que estén los procedimientos contables en una teoría firme y aceptada, el analista debe tener presente, que gran parte de los datos presentados en los estados financieros, son de la variedad “blanda”. Y ello, a pesar de la apariencia de exactitud que transmiten las presentaciones bien cuadradas. La información “blanda” es basada en la evaluación subjetiva, en la confianza ilimitada, en previsiones sobre las condiciones futuras y en postulados con respecto a la integridad, competencia, propósito o motivos de la dirección, que generalmente, se expresan con adjetivos no cuantificables. Esta información debe evaluarse siempre como parte de un análisis completo. La contabilidad es una ciencia social, y en consecuencia, es imposible establecer el valor o la fiabilidad de los conceptos o normas contables, o de los estados financieros basados en ello, sin tener en cuenta la influencia de la naturaleza humana.

LE RECOMIENDO: • Dar prioridad al análisis de los principios contables utilizados en su entidad.

• Tener en cuenta que las desviaciones que se reconocen, por lo general, son más aparentes que reales.

• Exigir que los analistas financieros dediquen la mayor parte de su tiempo, a descubrir lo que se esconde detrás de las cifras expresadas.

• No permitir, que se aplique la táctica del “avestruz” a la contabilidad en su entidad.

• Tener en cuenta la influencia de la naturaleza humana, en los resultados de sus estados financieros.

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