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El otorgante de créditos; buen aliado del inversionista

Es difícil que cualquier empresa pueda enfrentar su desarrollo integral si no va acompañado del otorgamiento de algún tipo de crédito que garantice sus operaciones y contribuya a mantener su salud financiera


Martes 02 de Marzo de 2010 | 12:00:00 AM 

Autor

Guillermo de la Cuesta

Los prestamistas de fondos para una entidad clasifican en el grupo de otorgantes de crédito, el cual adopta diferentes formas y finalidades.

Los otorgantes de crédito comercial suelen concederlo a muy corto plazo y envían bienes o prestación de servicios mediante un pago generalmente aceptado, que constituyen las condiciones comerciales en su sector. El crédito comercial casi siempre es a 30 o 60 días.

El otorgante, por lo general, no recibe intereses por su concesión, ya que su recompensa se logra por la transacción realizada y los beneficios que se deriven de ella.

Las empresas obtienen otros créditos a corto y largo plazos de diferentes fuentes.

El crédito a corto plazo suele proceder, principalmente, de los bancos; el largo lo dan los bancos e instituciones financieras como préstamos a plazo fijo, mediante la compra de bonos entre otras modalidades. Las empresas obtienen fondos a largo plazo por la venta pública de efectos o bonos en los mercados de valores, utilizando el arrendamiento, y la condicional. La venta de bonos convertibles combina la toma de dinero a préstamos con una opción para que el prestamista pueda cambiar el monto de un crédito por una participación de acciones, en caso de que lo considere favorable a sus intereses financieros.

Una característica sobresaliente en todas las relaciones de concesión de créditos, es la naturaleza fija de las retribuciones que corresponden al otorgante del crédito. Aunque la empresa prospere, el otorgante permanecerá limitado al tipo de interés fijado contractualmente, o al beneficio sobre los bienes suministrados. Si la entidad sufre pérdidas o enfrenta una situación desfavorable, el principal del otorgamiento del crédito, puede verse amenazado. La naturaleza desigual del ratio riesgo-recompensa del prestamista, tiene un efecto importante sobre el punto de vista de este último y en la forma de analizar las posibilidades de concesión de créditos.

DIFERENTES PUNTOS DE VISTA

La diferencia desde el punto de vista de los prestamistas con respecto a la inversión en acciones, da lugar a la diferencia en la forma de analizar las perspectivas futuras y en los objetivos seguidos, tal como explica sobre estos temas el profesor, Leopold A. Bernstein, de la Universidad de Nueva York.

El inversor en acciones busca su recompensa sobre todo en las perspectivas futuras de beneficios y sus posibles modificaciones.

El otorgante del crédito a diferencia del inversor le interesa, sobre todo, cláusulas concretas de seguridad de su préstamo. Para ello cuenta con la existencia de recursos y las proyecciones de futuros flujos de fondos (la tesorería y los activos muy fácilmente convertibles en tesorería), así como la fiabilidad y estabilidad de los mismos.

Como consecuencia de la naturaleza teóricamente ilimitada de sus recompensas, los inversores pueden mostrarse receptivos a descripciones abstractas de conceptos potenciales y probabilidades futuras. Los prestamistas, por su parte, necesitan una vinculación más definida entre las proyecciones para el futuro y los recursos disponibles en la actualidad, así como una capacidad demostrada para obtener resultados de explotación.

Mientras los inversores en acciones se ocupan de las recompensas por el crecimiento de los beneficios, a los otorgantes les preocupa más cómo se van a contraer los beneficios durante los períodos de recesión. Estos últimos son más conservadores en sus perspectivas y se basan en el análisis de los estados financieros certificados, en mayor medida incluso que los inversores en acciones, dado que les sirve para reafirmarse en la capacidad demostrada del prestatario para controlar el flujo de tesorería y mantener una situación financiera saneada en diferentes circunstancias, económicas y de explotación.

Las técnicas de análisis de estados financieros utilizadas por los prestamistas, así como sus criterios de evaluación, dependen del plazo, la seguridad y la finalidad del préstamo.

CONCESION DE CREDITOS

La evaluación de préstamos a más largo plazo, incluida la valoración de bonos, exige un estudio y análisis mucho más detallado y con más miras de futuro. Ese análisis comprende proyecciones de flujos de tesorería, de fondos, y una evaluación de la capacidad de la empresa para generar beneficios a más largo plazo, como garantía definitiva sobre la capacidad para hacer frente a los gastos fijos derivados de su deuda y demás compromisos en diversas situaciones económicas.

El beneficio se considera la fuente primaria para el pago de los intereses y una fuente posible para el reembolso del capital.

La rentabilidad de la empresa es un elemento fundamental para la garantía del prestamista, y su análisis un criterio muy importante para el otorgante de créditos.

En este estudio del crédito a corto o largo plazos es importante la estructura del capital, relacionada con el riesgo y el margen de seguridad del acreedor. Los prestamistas y los bancos consideran los valores del activo en el contexto de los estados financieros publicados. Los bancos tienden a conceder valores muy conservadores a los activos fijos y de otro tipo, y hacer deducciones para las posibles contingencias futuras.

OBJETIVO DE LOS INVERSORES

El accionista de una empresa es el proveedor de su capital riesgo-básico. El capital se expone a todos los riesgos de su propiedad y constituye un amortiguador para el capital preferente y el capital ajeno de categoría superior a él.

La participación en el capital solo da derecho de distribución, una vez satisfechos los créditos de los valores de superior categoría, lo que se conoce como participación residual, la cual puede recibir dividendos, una vez que hayan sido satisfechos los créditos prioritarios de los tenedores de valores de más categoría sobre intereses de bonos y dividendos de acciones preferentes.

Cuando una empresa prospera, los propietarios de acciones ordinarias se llevan todas las ganancias que exceden el impuesto fijo de los créditos de los aportadores de capital de superior categoría, a la inversa, los propietarios de acciones ordinarias serán los primeros en absorber las pérdidas cuando existen problemas en la empresa.

Es muy importante, que todos estos principios, estén sujetos a lo establecido en el contrato de otorgamiento de los créditos en cuanto a los compromisos establecidos y aceptados por las partes.

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