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Esencial la sustitución de importaciones de arroz

La producción agrícola en Cuba constituye hoy una de las fuentes principales de contribución a la sustitución de importaciones, particularmente la de arroz, tradicional componente de la dieta de su población.


Jueves 15 de Octubre de 2009 | 12:00:00 AM 

Autor

Onelia Chaveco

El país lleva adelante un programa especial de desarrollo del cultivo, en un momento favorable para el sector, según señaló recientemente el viceministro de Agricultura, Juan Pérez Lama.

Tal proyecto, para ser ejecutado en cinco años, prevé incrementos en la producción del cereal a precios competitivos con el mercado internacional que permitan el reemplazo de adquisiciones del exterior, desde 29 % hasta 56 %, dijeron fuentes del Ministerio de Agricultura (Minagri).

También persigue continuidad en la introducción de nuevas tecnologías, con énfasis en el mejoramiento genético y la multiplicación de semillas.

A lo anterior se suma el inicio de un proceso de transformación y recuperación de los sistemas productivos, en aras de alcanzar mayores rendimientos por área. ANTECEDENTES

El programa tiene como antecedente más inmediato, el incremento notable de las cotizaciones internacionales del arroz en los últimos años, que pasaron de unos 240 dólares la tonelada a más de 1 000 dólares.

A ello se añade el crecimiento por año de las reservas mundiales del cereal y la imperiosa necesidad de emprender proyectos de reemplazos de compras en el exterior como parte de la estrategia de seguridad alimentaria del país.

ESCENARIO PRODUCTIVO

Actualmente la producción arrocera especializada se realiza en siete complejos agroindustriales (CAI) y una granja agropecuaria, en siete de las 14 provincias del archipiélago.

En Cuba se siembran por año unas 40 000 hectáreas, con producciones de entre 60 000 y 70 000 toneladas para el consumo de la población.

Con igual objetivo se desarrolla el cultivo no especializado en 152 municipios de 13 provincias, el cual abarca unas 90 000 hectáreas promedio, en las que despliegan su actividad unos 150 000 agricultores.

El volumen aportado por estos anualmente es de 158 000 toneladas del alimento, que se destinan al consumo de la población.

La base productiva de esta gramínea en la Isla la integran, complejos agroindustriales en los territorios de La Habana, Matanzas, Pinar del Río, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Granma, apoyados científicamente por el Instituto de Investigaciones del Arroz.

Se incluye la empresa agropecuaria Aguada, también en Matanzas.

En virtud de las proyecciones concebidas por el Minagri para 2009-2013, se sembrarán en el primer año del programa mencionado 168 000 hectáreas, la mayor parte en el sector no especializado, con 108 100 hectáreas.

Se persigue, además, alcanzar rendimientos de 3,4 toneladas por hectárea, con una producción de 275 000 toneladas del cereal.

Las plantaciones deberán ascender en el último año del proyecto a 253 600 hectáreas, con rendimientos de 3,8 toneladas por hectárea, todo lo cual deberá aportar un volumen de cerca de 500 000 toneladas.

Más adelante el hincapié se pondrá en verticalizar más la producción, aumentándola con rendimientos de cinco toneladas por hectárea, hasta llegar al estratégico objetivo del autoabastecimiento.

A fin de materializar estas aspiraciones se incorporarán a la esfera un importante grupo de tractores y combinadas arroceras, mientras se recuperan aviones que aseguran servicios a ese cultivo y se reconstruyen pistas de trabajo para las campañas.

Asimismo, se labora conjuntamente con la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y la base productiva, con el fin de elevar la producción no especializada.

Además, se consolida el rescate de la disciplina tecnológica en el lote del cultivo, como célula básica productiva, se reparan sistemas de riego y efectúan ventas de insumos para productores.

Entre tanto, la reciente entrega en usufructo de unas 55 000 hectáreas a personas para que las trabajen, se considera una importante contribución a las aspiraciones de lograr mayores volúmenes del cereal. IMPACTO DE LA CIENCIA

La producción arrocera cubana tiene como soporte científico el Instituto de Investigaciones del Arroz (IIA) y cinco estaciones experimentales distribuidas por diversas zonas del país.

Según refiere la dirección del centro, este dispone de más de 30 investigadores y especialistas con categoría científica, de ellos 18 en el IIA y el resto en varios CAI.

Entre las acciones en esa área para garantizar el desarrollo del proyecto arrocero, se encuentran inspecciones a la base productiva, la actualización de los programas instructivo-técnicos del cultivo, y la generación de variedades y tecnologías. Si en 1990 se utilizaban especies no mejoradas genéticamente, ya en la actualidad más de 40 -resistentes a plagas- están en introducción. También figura la producción de semilla originaria, básica, y registrada, y asistencia técnica, capacitación y extensionismo, entre otros.

El paso de tres ciclones en apenas un mes en el segundo semestre de 2008, y de varias tormentas tropicales además, provocaron pérdidas en la agricultura cubana incluido ese cultivo - ascendentes a cerca de 10 000 millones de dólares. En el caso de esa gramínea, los perjuicios se concentraron en más de 25 000 hectáreas.

Aunque el país ha hecho notables esfuerzos con vistas a la autosuficiencia en ese producto, en particular tras el triunfo revolucionario de 1959, en realidad nunca pudo lograr ese propósito desde su introducción en el siglo XIX.

COOPERACIÓN NECESARIA

En un foro de negocios efectuado recientemente, en ocasión de la visita a esta Isla del presidente vietnamita, Nguyen Minh Triet, el vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba Ricardo Cabrisas destacaba la colaboración de esa nación al desarrollo del cultivo en el archipiélago, además de constituir su principal suministrador del cereal. Según Pérez Lama, con Vietnam se ejecutan siete proyectos de cooperación en esa esfera.

Además, con Canadá se colabora en la biofortificación (mejora del contenido de nutrientes de la gramínea), mientras que Japón contribuye al fortalecimiento de la producción de semillas. (PL)

Junto al surco en cuerpo y alma

Aguada de Pasajeros, con poco más de una centuria dedicada al cultivo del arroz, se ha convertido en suerte de Meca del cereal en la Isla, al punto de erigirse este municipio de Cienfuegos como un símbolo por todas las significaciones que lo rodean.

Según afirman los historiadores locales, el arroz se cultiva allí desde 1898, cuando el español Fernando Valle lo introdujo en el territorio. Las producciones primigenias fueron de escaso volumen.

Luego, asociado con otros productores adinerados, incrementó los niveles en rendimiento del grano, el cual posee no solo propiedades alimenticias, sino que sirvió como medidor de las posibilidades económicas de los propietarios, y hasta se empleó como moneda de cambio.

Primero fue el riego natural por canales terciarios cuyos niveles eran calculados con un raro aparato llamado teoglodito; después aparecieron las turbinas.

Otras de las labores en el proceso de cosecha eran el corte manual, el secado en el campo en mancuernas, al tiempo que pelaban los granos en pilón. Con los años comenzaron a llevarlo a los molinos de las cercanas Cárdenas y Jovellanos.

Cuando triunfó la Revolución comenzaron a crearse los sistemas ingenieros para el cultivo del arroz en Aguada, se formaron granjas estatales y cambió el modo de siembra por terrazas.

También perfeccionaron los canales revestidos, el corte mecanizado, la fertilización y fumigación, y aparecieron los estudios de las variedades del cereal. Ahora emplean el riego por aniego y los campesinos asumieron el grueso de las producciones con dos cosechas en el año y rendimientos de hasta cinco quintales por cordel. Raico López Pover es campesino de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Pedro Filgueiras. En su finca posee 324 cordeles, es decir, una caballería, donde ya cosechó melón y maíz, pero el fuerte es el arroz, al cual se dedica desde hace más de 10 años.

“Esta es una producción que no deja tiempo para más, siempre debes hacerle algo: o fumigas, limpias, riegas… el caso es que para cosechar arroz hay que dedicarse en cuerpo y alma”.

Recientemente culminó allí el secadero de cemento para preparar mejor el grano antes del molinado, y con los recursos recibidos (combustible y equipos en apoyo a la cosecha), se pueden acopiar mayores volúmenes del producto.

Por su parte, Iván Maqueira López, presidente de la CCS Patricio Lumumba, explicó que hay 27 productores destinados a la producción del grano en un área total de 17 caballerías.

“El promedio de rendimiento en mi cooperativa es de 1 100 quintales por caballerías, y cultivamos la variedad LP-5, porque es el arroz que más rendimiento tiene en esa área.

“Ahora realizamos el riego por diesel, fertilizando, regando herbicida, pues la empresa nos atiende mucho más. Nos dieron una combinada arrocera de uso colectivo para brindar el servicio a los productores, y la gente se ha sumado: hemos entregado tierra a 12 productores, quienes ya obtienen arroz y otros cultivos varios”.

Dayán Martínez Guada, otro de los cosecheros, dijo que la siembra se hace a grano y por moteo, en dependencia del tipo de tierra. A su lado, Felipe Fragoso, quien tiene 100 cordeles dedicados solo al cereal, afirma que toda su vida la ha dedicado a esas labores.

Arroz para autoabastecerse Hace varios años, cuando no se hablaba de la crisis económica mundial, los máximos dirigentes en Aguada de Pasajeros comenzaron a plantear la posibilidad de que con los volúmenes obtenidos allí podían cubrir la demanda de la canasta básica y de otros consumidores.

El proyecto, tuvo el apoyo del Partido y Gobierno locales, quienes movilizaron a los campesinos: solo faltaba la aprobación para convertirse en el primero del país en reducir los volúmenes de arroz importado.

Los anapistas de la localidad hasta el mes de agosto plantaron 8 302 hectáreas para notable cumplimiento de 121 por ciento y han cosechado siete mil 506 toneladas de arroz húmedo.

En lo que va de año entregaron para la sustitución de importaciones tres 1 600 toneladas, y antes de cerrar diciembre deben adicionar otras 2 251. Con 32 000 habitantes y demanda anual de 1 300 toneladas, Aguada produce para cubrir sus necesidades, y también las de otro municipio cienfueguero. No solo es producir y hacerlo bien, en Aguada hay cultura productiva, y mucho amor por el cereal. De vuelta a las raíces

El único lugar en Cuba que dedica una sala del museo al cultivo del arroz es Aguada de Pasajeros. Allí se pueden encontrar instrumentos de cultivo, fotografías antiguas, muestras de las semillas…

Junto a las raíces regadas con la sangre esclava, el desarrollo de sus tres renglones fundamentales arroz, caña de azúcar y madera, creció ese territorio, considerado suerte de oasis donde los caminantes podían encontrar agua y alimento para proseguir su viaje por el viejo camino real de la Isla.

Hoy el arroz está presente en el escudo y la bandera de esa municipalidad. Y como si fuera poco, en Aguada se desarrolla la Fiesta Tradicional del Arroz una vez al año, después de recogida la cosecha.

Además, eligen la mejor finca y la flor del arroz y sus pétalos, entre las jóvenes campesinas integrantes de familias arroceras. Tales son las fuertes raigambres del cultivo en Aguada de Pasajeros.

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