El bien denominado hospedaje de referencia tiene ya a miles de clientes, quienes desde lejanas tierras vienen a disfrutar de esa exclusividad, hecha para volver siempre.
Ubicada en el corazón mismo del balneario de Esmeralda, esa instalación pertenece al Grupo Gaviota y se especializa en el turismo de playa, sol y en el contacto directo con la naturaleza mediante de senderos y excursiones.
Sus habitaciones, más las del resto en la provincia, suman hoy casi 5 000 y están como en sus mejores tiempos a disposición de la denominada temporada alta (diciembre-abril), donde son muchos los visitantes que repiten su estancia, como señal del placentero medio en el cual conviven y de la gente que los atiende y los guía.
El grueso de los servicios al turista se ofrece en los balnearios Guardalavaca, Esmeralda y Pesquero, donde funcionan alojamientos con categorías de tres, cuatro y cinco estrellas, dotados todos de una amplia y exquisita red gastronómica, habitacional, comercial, recreativa de lujo para el descanso.
De frente al mar y rodeados de playas y de una vegetación exuberante que exhibe en todos sus detalles, los inmuebles del polo turístico de Holguín recobraron integralmente en menos de dos meses su real fisonomía, tras los efectos del huracán Ike, en septiembre último.
Muchos de quienes hoy disfrutan de sus atracciones no imaginaron que la vida en esos centros tuviera por esta fecha el encanto natural y funcional que muestran a sus huéspedes, dada la magnitud de los daños originados por el devastador ciclón, el cual penetró precisamente por áreas cercanas a ese litoral.
Techos, cristalerías y otras partes de los centros fueron fuertemente dañados, pero el empuje de sus trabajadores y el apoyo de brigadas especializadas pronto rehabilitaron las averías y el destino se vistió de nuevo con su rostro de hechicero.
LOS HOTELES, SUS ATRACTIVOS Y SERVICIOS Diciembre volvería con su asueto y, tanto Guardalavaca como Pesquero, abrieron sus puertas de par en par, en tanto las líneas aéreas confirmaban las efectivas señales de vuelo para reiniciar por espacio de cuatro meses la temporada turística de alza en el oriente cubano.
Camino hacia la zona norte, los turistas tendrán al megahotel Playa Pesquero, como una de las primeras y más tentadoras ofertas del polo y donde ahora se alcanza sobre 80 % de explotación de sus capacidades disponibles.
Ya en este gigante de la hotelería cubana con 944 habitaciones, el segundo más grande de la Isla, los clientes entran en contacto pleno con una atención de excelencia y el disfrute de una amplia gama de servicios gastronómicos y los más variados programas culturales y de excursiones hacia lugares cercanos y distantes del establecimiento.
Similar a ese hotel en cuanto a sus ofertas y al medio natural, los esperan, además, Playa Turquesa y el Costa Verde, todos casi al tope de sus capacidades.
En la misma línea costera y a pocos kilómetros de distancia se encuentra Esmeralda, otro de los balnearios locales de lujo y donde brilla como su propio nombre el Paradiso Río de Oro, ganador de varios premios internacionales por la máxima calidad en los servicios.
Acompaña a esa exclusiva propuesta, en la misma franja turística, el complejo hotelero Sol Club Río Mares-Luna; mientras más allá están el Brisa y el Club Amigo Atlántico, situados en pleno Guardalavaca, acogidos en su conjunto a la modalidad del todo incluido.
Carlos Zambrano, subdelegado de turismo en la provincia, reafirmó que Holguín transita por buenos momentos en la actual temporada, donde se combinan dedicación, amor y profesionalidad en cada uno de los colectivos. (Especial de la AIN, exclusivo para Opciones.)