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07 de Agosto  2025 

El camino de la integración

La nación andina se afianza como primer socio comercial de la Isla. Ambas partes trabajan por diversificar el intercambio comercial, que superó los 2 700 millones de dólares en el pasado año, y por desarrollar importantes acuerdos en diversas esferas, aseguró el Agregado Comercial de ese país en La Habana, en entrevista a Opciones


Sábado 01 de Noviembre de 2008 | 12:00:00 AM 

Autor

Marta Veloz

Cuba y Venezuela -en la última década- han ido estrechando, complementando y desarrollando sus relaciones comerciales y de colaboración en todos los ámbitos, en pos de la verdadera integración bilateral y regional, como lo soñaron tantos próceres de América Latina. Antes de la asunción del presidente Chávez al gobierno, en 1997, el intercambio comercial entre ambos países era de solo unos 20 millones de dólares. En 2003 da el primer salto: llega a más de 600 millones de dólares, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Venezuela ofrecidos por el agregado comercial de ese país en La Habana, Oscar Romero Vallenilla, en entrevista a Opciones.

En 2007 superó los 2 700 millones de dólares y, al cierre del primer semestre de 2008, está más o menos en el mismo rango que en igual período del pasado año. No obstante, estima que podría aumentar un poco, dada el alza de los precios internacionales del petróleo en el período, por lo que Venezuela se afianza como el primer socio comercial de Cuba en el mundo. Entre las ventas de Venezuela a la Mayor de las Antillas, además del llamado oro negro y muchos de sus derivados, se cuentan herbicidas, fertilizantes, insecticidas y otros productos químicos. Cuba importó, igualmente un volumen considerable de materiales para la construcción, alimentos, materia prima para recapar neumáticos, envases plásticos destinados a la industria alimenticia y la farmacéutica, y metales, entre otros, para proyectos sociales. La nación bolivariana realiza acciones fundamentales, como habilitar líneas de crédito revolvente, que respaldan aproximadamente 237 millones de dólares que financiarán ventas de empresas de ese país a la Isla. Esta cifra es rectorada por el Banco de Desarrollo de Venezuela, mediante la representación en Cuba del Banco de Comercio Exterior y el Banco Industrial de Venezuela. Estas facilidades se viabilizan con unas cinco instituciones bancarias cubanas, precisó Romero. Cuba, por su parte, les vende equipamiento para habilitar centrales azucareros, muebles y técnicas de computación, entre otros renglones, pero el grueso de las exportaciones recae en los servicios, considerados por el agregado comercial como de gran valor para el avance de su país, pues incluyen sectores como salud, educación, agricultura y deporte , con los cuales se equipara la factura petrolera, opción prevista en la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), impulsada por el presidente Hugo Chávez y que representa una alianza estratégica de las potencialidades de cada país para compensar los pagos con lo que cada país pueda ofrecer.

ACUERDOS BILATERALES

Los acuerdos instrumentados entre nuestros países dan respaldo oficial a todas estas iniciativas: en 1995 se suscribió un Acuerdo de Alcance Parcial, adecuado en 1999 como Acuerdo de Complementación Económica de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), luego de la integración de Cuba a este organismo ese año, y que se conoce como Acuerdo ACE-40. Mediante el Acuerdo de Alcance Parcial, Cuba exoneró de aranceles a todo producto de origen venezolano, en aras de colaborar en el desarrollo del comercio exterior de Venezuela, dada una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios de conjunto con el Ministerio del Comercio Exterior de Cuba. La parte venezolana redujo aranceles graduales para ciertos productos cubanos, acción que se realiza mediante negociaciones de la Comisión Administradora del ACE-40 que rige en este organismo.

También se han negociado a este nivel normativas para permitir que regulaciones de otra índole no afecten al comercio entre la Isla y el país bolivariano. En 2001 se firmó el Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela, a cuyo amparo se constituyó el mecanismo de la Comisión Mixta Intergubernamental para la Colaboración Económica, mediante la cual surgen proyectos a presentar en las reuniones anuales. El diplomático citó los resultados de la Comisión efectuada en febrero de 2007, cuando se aprobaron 355 proyectos por cerca de 1 500 millones de dólares, y los resultados de la realizada este año y en la cual se aprobaron 72 proyectos más. Disímiles y amplios son los proyectos económicos en los que se trabaja: de desarrollo alimentario, comunicación, educación, informática, deporte, medio ambiente, salud y cultura. Romero explicó, que al amparo de este mecanismo, los dos países desarrollan acciones a favor de la salud y citó la presencia de más de 30 000 colaboradores cubanos en esa área, fundamentalmente en las misiones Barrio adentro. También se organizaron los programas de alfabetización, de apoyo a la agricultura, de capacitación en Cuba a trabajadores sociales venezolanos, la atención aquí de pacientes de aquella nación; y la Misión Milagro. Otro importante paso en la cooperación e integración se dio en 2004, cuando los presidentes de Cuba y Venezuela firmaron la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, (ALBA). Como se conoce, puntualizó el funcionario, este modelo de desarrollo “complementa, amplía y profundiza aún más el anterior proyecto de cooperación y abarca todas las de un verdadero e integral desarrollo económico, social y cultural”, aseguró el entrevistado. Desde entonces se ejecutan planes de gran envergadura en las finanzas y la energética. En este último sector se incluye la rehabilitación de la refinería de la provincia de Cienfuegos, a cargo de PDVSA-Cupet, la cual procesa 65 000 barriles diarios de petróleo, y se prevé que llegue a 150 000 en el año 2013. Posteriormente se constituyó otra asociación para la industria petroquímica y en un futuro se espera instalar en Cuba una planta para la fabricación de petrocasas. Se programa, además, la reactivación del oleoducto entre las centrales provincias cubanas de Matanzas y Cienfuegos, con el objetivo de garantizar la transportación del crudo hacia la refinería. También hay otros proyectos en vías de hecho, como el de exploración en el área exclusiva de Cuba en el Golfo de México y el proyecto de telecomunicación Gran Caribe, para la construcción del cable submarino que permitirá operar y mantener el sistema internacional de telecomunicaciones entre Cuba y Venezuela, en cuyos pormenores técnicos se trabaja. En perspectiva están igualmente los estudios de cuantificación y certificación de reservas en la Faja del Orinoco y la constitución de varias empresas mixtas, para la producción de acero inoxidable en Venezuela; la construcción de una planta de producción de cemento y la edificación de dos plantas a morteros secos en ambas naciones y una empresa financiera para la adquisición de buques, entre otros muchos planes y acuerdos en las áreas científica, tecnológica y biotecnológica, en diferentes etapas de negociación o ejecución. VENEZUELA EN FIHAV

El país sudamericano vuelve este año a participar en la Feria, en esta ocasión, con una nutrida delegación que integran más de 50 empresas, por el Banco de Comercio Exterior (Bancoex) y por el Ministerio del Poder Popular para las Industrias Ligera y Comercio.

Se incluyen varias firmas de la construcción, vendrán fabricantes y proveedores de tejas, material asfáltico y de impermeabilización, tuberías, y agregados, entre otros, que estarán en el pabellón 24, donde se efectuará la ronda de negocios de Venezuela, organizada por la Cámara de Comercio de Cuba y a la cual se invita a los interesados. Entre las autoridades venezolanas que se esperan para la Feria el diplomático mencionó al presidente de Bancoex y al ministro o viceministra del Ministerio de la Industria Ligera. Es importante destacar, dijo el funcionario, “que Venezuela y Cuba son dos fuertes socios comerciales, primeramente, por una voluntad política que es innegable, pero si no existieran acciones fundamentales, no fuéramos en este momento el principal socio comercial de Cuba.

Todas las iniciativas que te mencioné, como el tema de los aranceles y los acuerdos de promoción del comercio, están destinadas a que se materialicen esas intenciones. Porque una cosa es la voluntad y otra cosa es la materialización de esa voluntad. En esto está involucrado un equipo interdisciplinario, un aparato técnico de todos los organismos vinculados, que trabajan para que esa colaboración se dé como hasta ahora y siga por el camino previsto”.

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