Autor: Proyecto PAAS Publicado: 21/06/2021 | 09:39 pm
Con estrategias claras y un programa que comprende desde la genética hasta el envasado final y la comercialización, Cuba aspira a producir en 2017 unas 10 000 toneladas de miel, e ir incrementando progresivamente la recolección hasta llegar a las 15 000 toneladas.
Con 2 800 apicultores que manejan alrededor de 180 000 colmenas, el país pretende obtener mayores ingresos mediante la diversificación y el aumento del valor agregado de este rubro de exportación, que reporta beneficios económicos por los altos precios con que se cotiza en el mercado internacional, ha expresado recientemente el ministro de Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero.
Cuba experimentó un incremento en la producción de miel al alcanzar en 2016 un total de 9 100 toneladas, 1 100 toneladas más de lo obtenido en 2015. El rendimiento por colmena en el pasado calendario ascendió a 52 kilogramos, dijo recientemente Adolfo Pérez Piñero, director del Centro de Investigaciones Apícolas (Ciapi).
La voz de un experto
El pasado año se alcanzó un rendimiento de unos 52 kilogramos por colmena. Pero se trató de un período excepcional, sostiene el investigador. “Son muchas las condiciones que pueden influir en eso, el cambio climático marca mucho lo que puede suceder”, indica.
De acuerdo con el experto, 2016 fue muy seco en una parte del país y húmedo en la otra, pero en general las condiciones permitieron producir esa cantidad de miel. “Ante el cambio climático, las plantas están cambiando su estrategia de floración y si antes tenían fechas muy bien definidas, hoy no es así y se corren en el tiempo e incluso, coinciden dos o tres en un mismo momento”.
Además, se estimuló y exigió a los productores cumplir con los compromisos contratados con las empresas, que constituyeron motores para que la producción fuera superior, pero en realidad, rendimientos tan altos son difíciles de repetir. Por ejemplo, en caso de huracán, como sucedió en Baracoa con el Matthew, se acabó la vegetación y tuvieron que mover las colmenas de la zona porque las plantas quedaron destruidas. Las especies anuales se recuperan en un año, pero las perennes requieren de mucho más tiempo para crecer, lo que impacta negativamente la producción, consideró.
Causas y azares
El parque de colmenas creció en unas 8 000 unidades mejoraron todos los indicadores de producción del país, incluidas las abejas reinas, dijo Pérez Piñero.
Una parte importante del programa de desarrollo de la apicultura cubana está vinculado a este eslabón de la cadena: la selección genética. “Si yo tengo mejores abejas, son más productivas y resistentes, por lo que no se precisa darles medicamentos. Eso va a garantizar mayor producción, por lo que se insiste en el cambio de las abejas reinas todos los años -proceso que comenzó desde 2013. Hoy, los productores están sorprendidos por los resultados”.
Pero, asegura, no se trata de garantizar ese solo elemento. “Es selección vinculada a la crianza, pues se puede tener el mejor animal del mundo, pero si no lo crías bien, lo matas antes de haber nacido”.
Para dar respuesta a esa necesidad se está creando todo un esquema con la participación directa de los productores en las provincias, mediante el cual se seleccionan los mejores ejemplares, se crían y se promueve el cambio de las abejas reinas en las colmenas con insectos resistentes a las enfermedades. “La miel sale sin residuos químicos es un producto natural como lo quiere el mundo entero. Al mismo tiempo es inocuo, no daña la salud de las personas y contribuye a su alimentación y bienestar”, enfatizó.
El regreso de la miel
De acuerdo con datos del Ministerio de la Agricultura varios territorios del país elevan su producción. Guantánamo, donde Matthew afectó severamente la vegetación melífera, la infraestructura productiva y se reportó la pérdida de más de 2 500 colmenas, presenta incrementos, como resultado de la aplicación de una estrategia de recuperación considerada efectiva.
Las medidas adoptadas tras el huracán comprenden el traslado de los apiarios hacia Imías y otros municipios con floración que quedaron en pie en Maisí, Baracoa y Yateras, a lo que se atribuye que el territorio superara en casi 30 toneladas el aporte en igual etapa del año anterior.
Según autoridades del sector, el acopio de unas 100 toneladas entre enero y abril se debió al comportamiento de las temperaturas y las lluvias, que favorecieron una rápida floración después de Matthew, además de una alta disciplina productiva. Este año, el territorio debe aportar 210,8 toneladas destinadas, fundamentalmente, a la exportación.
La miel en PAAS
El Proyecto de Apoyo a una Agricultura Sostenible (PAAS) en Cuba que se desarrolla en las provincias de La Habana, Mayabeque, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Granma y Holguín tiene como objetivo contribuir a mejorar la calidad de vida de hombres y mujeres en 12 municipios, mediante el aumento sostenible de la disponibilidad de alimentos sanos y de los ingresos provenientes de cadenas de valor de productos agrícolas orgánicos.
Con financiamiento de la organización no gubernamental HIVOS, de Holanda, y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), el proyecto es coordinado por la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf) y escogió al cienfueguero municipio de Rodas para trabajar la miel.
De acuerdo con el director del Centro de Investigaciones Apícolas, “junto a la Actaf estamos tratando de crear una vitrina ecológica en la que los productores puedan apreciar cómo es posible humanizar y mejorar las condiciones de trabajo, para tener un resultado que, por demás, sale certificado de la sala de producción”.
En la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Apícola Rodas se encuentra funcionando el nuevo sistema de extracción, almacenamiento, empaque y comercialización, se ha construido la carpintería, creada y registrada la marca y certificada la miel orgánica, además de haberse incrementado un centenar de colmenas en el humedal natural de la Ciénaga de Zapata, y son manejadas por métodos agroecológicos, donde se han producido unas ocho toneladas de miel y certificadas como orgánicas, explicó Pedro Gavilanes, especialista en gestión de PAAS.
El proyecto ha permitido llevar el proceso hasta las formas terminadas, toda vez que allí se instaló una línea de envasado de miel, en la cual pueden enfrascar los diferentes surtidos para luego ponerlos en el mercado “sin tener que ir a la gran industria, pues la UBPC, de unas 2 000 colmenas, que produce una cantidad apreciable de miel tiene la posibilidad y una marca comercial propia que le permite seguir el proceso desde el origen y comercializar las producciones”.
“Eso serviría como escuela para el resto de los grandes apicultores del país, con la introducción de tecnologías de avanzada pues, aun en muchos lugares la miel se produce de forma muy elemental, sin respaldo tecnológico y lo que buscamos es garantizar que el producto siga siendo de calidad, pero con las mejores condiciones para quien lo origina”.