Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:25 pm
Cuentan quienes desempolvan viejos archivos, que hace más de un siglo, allá por 1902, en el centro de Cuba se producían aguardientes tan finos que llegaron a estar incluidos en las cartas de bebidas espirituosas de uno de los más emblemáticos cabarés del mundo, el Moulin Rouge, en París.
En este siglo XXI, rones cubanos recorren el mundo y las creaciones de los maestros roneros, cada vez más refinadas, se abren puertas a nuevos mercados.
De acuerdo con Jorge Cardoso Segredo, director de exportaciones de la empresa Cubaron, del Ministerio de la Industria Alimentaria, en la recién concluida edición de la Feria Internacional de La Habana, fueron presentados dos productos que llegan a un nivel de excelencia en la gama alta Prestige, que nacieron para hacer historia.
Se trata del ron Santiago 500, "una maravilla creada por ocho generaciones de maestros roneros, en su trabajo histórico y tradicional de muchos años. Con ello le hacemos un aporte al aniversario 500 de la segunda ciudad en importancia de Cuba, una de las primeras villas fundadas por los españoles y cuna del ron ligero cubano, hace ya 153 años".
Luego de la presentación en 2014 del Cubay Carta Blanca Extra Viejo, Cubaron sacó a la luz una nueva sorpresa, anunciada en meses pasados, la botella de 1870, un ron extra añejo, que representa el año fundacional de los alambiques San Lino y Montalvo, en Cienfuegos, y El alambique del infierno, en Sagua la Grande, en la región central de la Isla.
Una de las características que diferencia los rones Prestige, explicó el director de exportaciones de la empresa comercializadora y exportadora, es su elevada calidad, que se acompaña de un envase especial. "Son los rones más longevos. Todo el conjunto los ubica entre los rones de alta gama, destinados a un consumidor de alto poder adquisitivo, son muy cotizados en los Duty free (tiendas libres de impuestos) donde hay licoreras que solo tienen productos Prestige".
Para Cardoso, "es una gran satisfacción que estemos logrando colocar en esos selectos nichos varios de nuestros productos: Isla del Tesoro, Santiago 500 y los Cubay".
A su juicio, "estos dos productos son la máxima expresión del sabor del centro, una fábrica que tiene más de 42 años, y hace estas maravillas, tenemos esa fortaleza: no solo Santiago hace su ron de máxima calidad, sino también el centro tiene su marca, eso que llamamos el sabor del centro".
Una de las dificultades que han enfrentado los rones cubanos para abrirse paso en el mundo ha sido el despliegue publicitario. Ese obstáculo será superado próximamente: Cubaron desarrolla negociaciones para firmar contratos con uno de los mayores distribuidores del mundo de bebidas espirituosas que les permitiría a los rones Santiago 500 y Cubay, con sus sofisticadas imágenes, insertarse en igualdad de condiciones con otros de su rango y elegancia en el mercado asiático y español.
Con estos contratos se espera que Santiago y Cubay den un importante salto en el mercado durante 2016.
Otros pasos en el camino
La concertación de estos acuerdos es una estrategia a largo plazo en curso desde hace unos tres años, dirigida a fortalecer posiciones en Europa -principal mercado para las exportaciones de Cubaron-, y comenzar a incursionar en Asia. "Se trata de un mercado muy competitivo, de mucho consumo, donde la promoción y la publicidad son vitales, algo que hasta el momento no hemos tenido la posibilidad de hacer por el hecho de ser una empresa ciento por ciento estatal, pero con estos nuevos socios, podremos competir a partir de un respaldo de inversionistas que permitirán desarrollar las marcas como realmente se merecen", destacó.
"En los últimos años hemos adoptado la estrategia de potenciar la imagen de lo que verdaderamente representa Cubaron: el 97 % de las producciones de ron de Cuba, lo que la convierte en el mayor productor del país. El resto corresponde a empresas como Tecnoazúcar y las de Bebidas y Refrescos".
Por otra parte, la entidad continúa desarrollando otras marcas como Perla del Sur y Santa Cruz, que en 2016 serán insertadas en el mercado nacional e internacional y cuya aparición ya ha creado expectativas en potenciales clientes.
Cubaron es un holding que agrupa a varias empresas, posee el 50 % de Havana Club International, en asociación con Pernod Ricard. En el caso de Legendario, que operaba bajo contrato de distribución exclusiva, este ya caducó y se encuentra en un proceso de renegociación que debe concluir en el primer trimestre de 2016.
Como toda empresa cubana que tenga en su cartera de negocios productos tradicionales de elevada calidad, Cubaron también sigue de cerca el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, por el eventual crecimiento que un incremento moderado del flujo de viajeros de esa procedencia pudiera tener en sus ventas. "El país tiene condiciones para responder a un incremento de la demanda del turismo, cualquiera sea su procedencia".
Para un escenario sin restricciones tenemos respuestas. "Nosotros estamos preparado en volúmenes. Tenemos reservas de ron que nos permitirían abastecer cualquier mercado, de eliminarse algún día la barrera al comercio que representa el bloqueo económico y comercial hacia Cuba y podemos mantener nuestros compromisos de exportaciones".
Cubaron cuenta con cinco fábricas: en Santiago de Cuba; la Ronera Central, en Santo Domingo, Villa Clara; la fábrica de Cárdenas, donde nacieron Habana Club, Varadero y Perla del Norte; y en el occidente la de Santa Cruz, a cargo de la fabricación de los rones blancos y la de San José de las Lajas, cuna de los oscuros.
Al ron cubano, ese que se abre paso en medio de un comercio de millones y millones de cajas anuales, lo caracteriza el hecho de que siete maestros maravilla han sabido, desde el primer día hasta hoy, hacer exquisitas mezclas de historia, cultura, tradición, nuestra caña, el efecto que sobre ella tiene el sol, la tierra y la humedad, que los hacen auténticos.