Alfredo Roque Rodríguez,investigador auxiliar del Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología, es el responsable por la parte cubana Autor: Granma Publicado: 21/06/2021 | 09:28 pm
Sería mucho más probable la reconciliación del hombre con la naturaleza si se hiciera un uso racional, justo y eficiente de la energía proveniente de las fuentes renovables, en lugar del actual esquema convencional basado en la quema de combustibles fósiles, causa esencial del grave estado de salud medioambiental de la Tierra.
Y es que el impacto de las Fuentes Renovables de Energía (FRE) es ínfimo si se compara con el desastre global provocado por el empleo de las tradicionales que han colocado a la humanidad al borde de un cataclismo climático sin precedentes en la historia.
Si continuamos como hasta ahora en cuanto al consumo, independientemente de la fuente de generación, para comienzos de la década de 2030 necesitaremos dos planetas para satisfacer la demanda mundial de bienes y servicios, según alertan estudios publicados que señalan hasta esa fecha un total de más de 20 millones de millones de dólares invertidos en infraestructura energética.
Asegurar una vida plena y armónica con el entorno para preservar el hábitat y las socio y biodiversidad, puede ser posible si tenemos en cuenta que todas las fuentes renovables provienen del Sol de manera directa o indirecta y que este brillará aún 5 000 millones de años, por lo cual pareciesen como eternas.
La radiación solar influye en la hidráulica o del agua, la eólica o del viento, la bioquímica o de la biomasa, la luminosa o de la luz, la solar térmica o calórica, la solar fotovoltaica o fotoeléctrica, y las marinas o del mar (gradiente termo-marino, de las olas, ...).
Atlas con el viento a favor
La culminación del Atlas Eólico de Cuba en su primera versión demuestra la voluntad del país por desarrollar su potencial energético con un mayor empleo de fuentes renovables, más amigables con el medioambiente pues no generan residuos contaminantes ni contribuyen al calentamiento global.
En particular la eólica clasifica entre las más limpias pues durante su operación los aerogeneradores no emiten gases de efecto invernadero, no forman residuos tóxicos ni necesitan agua en el proceso de generación eléctrica como en las centrales térmicas.
Al presentar el mapa durante una de las sesiones de la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica y Exposición de Energías Renovables, que sesionó la semana última en La Habana con la asistencia de unos 500 expertos de unos 40 países, Abel Centelles, director científico del Instituto de Meteorología de Cuba, reconoció las características novedosas de este trabajo que aporta elementos de forma interactiva tanto a quienes pretendan realizar una gran inversión como a los usuarios interesados en emplear pequeños o medianos aerogeneradores.
Explicó que el Atlas, además de ofrecer los datos de los sitios donde es más conveniente instalar futuros parques eólicos para producir electricidad, hace referencia a aquellas zonas factibles para ubicar molinos de viento que bombeen agua cuyo uso sea el riego agrícola o con fines domésticos.
Se refirió al apoyo financiero de la Agencia Internacional de Cooperación para el Desarrollo de Canadá, que contribuyó a la transferencia a la Mayor de las Antillas de novedosas técnicas de medición del viento que incrementan la capacidad de seguir actualizando las informaciones y permiten adecuar cada vez más los resultados a las exigencias, con mayor precisión, de forma puntual y detallada, según se requiera.
Esta tecnología, de nueva introducción en el país, constituye una herramienta útil a la industria y la agricultura nacional y es fruto de un proyecto internacional ejecutado por investigadores y especialistas del Centro de Física de la Atmósfera, del Instituto de Meteorología, con la cooperación de varios organismos e instituciones cubanas, más la compañía Environment Canadá.
Centelles previó en esta esfera una colaboración entre las dos naciones a más largo plazo y para ello, dijo, se identifican nuevas líneas de investigación que esperan en breve tiempo puedan concretarse en beneficio de ambas partes.
Una intervención especial realizó Matthew Levin, embajador de Canadá en Cuba, quien calificó de emblemática la forma en que se desarrolla la cooperación en esta materia y su relevancia para abrir puertas a nuevos proyectos y trabajos conjuntos, otra muestra de las relaciones que históricamente han mantenido las dos naciones en varias esferas.
Exaltó el ejemplo de Cuba en sus propósitos de darle prioridad a la utilización de fuentes renovables y la posibilidad de transmitir su experiencia exitosa en esta rama a toda la región del Caribe.
En esta ínsula antillana, las zonas con condiciones más favorables para el empleo de la energía del viento se localiza en la costa norte, sobre todo desde Camagüey hasta Holguín, en el sur de la porción más occidental de Pinar del Río y del oriente.
El uso de esta energía para generar electricidad es considerable pues, según cifras aportadas por la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA, por sus siglas en inglés), al concluir 2012 se habían instalado 282 275 MW (megawatts) de potencia eólica en el orbe, con una generación de 580 TWh (terawatts-hora) de energía eléctrica.
En la actualidad 100 países emplean la energía del viento para generar electricidad y se estima que para 2020 habrá cerca de un millón de megawatts eólicos instalados en el mundo. Cuba ocupa la posición 69 con un total de 11,7 MW de potencia eólica instalada en sus cuatro parques eólicos de prueba.
El primero de estos parques fue creado en 1999 en el lugar conocido como Turiguanó, en Ciego de Avila y el quinto estará emplazado en la costa norte de la provincia de Las Tunas y tendrá una potencia de 51 MW.
Apuesta por fuentes renovables
Que Cuba pueda en el mediano plazo, a partir de fuentes renovables, desarrollar su programa energético y cumplir con los retos que significa cambiar del esquema convencional a uno más compatible con la sostenibilidad social, económica y ambiental, es un gran desafío.
Aportes en este sentido realizan los sectores académico e industrial que tras arduas jornadas de intercambio y debates sobre las proyecciones de esta rama, como parte de la reunión sobre energía eólica que tuvo lugar en La Habana, concertaron futuros negocios, más la firma de un acuerdo de intención y dos memorandos de entendimiento, entre otros.
Por ejemplo, la Empresa Cubana de Acero representada por el Grupo de Bienes de Capital -GBK- y la entidad española Bornay, suscribieron un documento con el objetivo de sentar las bases para transferir la tecnología necesaria en la producción de un aerogenerador de 1 500 watt, así como, el adiestramiento durante un mes de varios técnicos de la Isla en la fábrica europea y el suministro de moldes, accesorios, piezas y herramental para la producción y ensamblaje de dichos equipos.
Un memorado de entendimiento se concretó entre la empresa Planta Mecánica, representada por GBK y el grupo Berotz, del país vasco, con un alcance que permita estimular el desarrollo de actividades bilaterales de impacto social, regional, económico y ambiental, referentes a la producción de turbinas y sistemas para minihidroeléctricas.
La otra firma se efectuó entre el Grupo de Refrigeración y Calderas RC y la empresa china CHC, cuyo propósito es potenciar en la Isla Antillana el desarrollo de la producción y comercialización de sistemas de climatización solar y calderas de vapor de biomasa.