Sábado
18 de Mayo  2024 

Las aldabas de Remedios

Innumerables son las riquezas que atesora la centenaria urbe de Remedios, ubicada al sur de la región central del país


Jueves 18 de Mayo de 2006 | 12:00:00 AM 

Autor

Luz María Martínez

Delicados detalles o diabólicos rostros de enfurecidos leones sobreviven al paso del tiempo en piezas de hierro o bronce, de gran valor estético y utilitario, y convertidas en aldabas de viviendas coloniales en Remedios, localidad cubana de la región central, informa la Agencia Cubana de Noticias.

Copiosa riqueza arquitectónica se advierte a la primera mirada dirigida hacia esa urbe nacida en 1515 con el asentamiento de un grupo de españoles en el lugar conocido como Santa Cruz de la Sabana de Vasco Porcallo, donde una treintena de años después San Juan de los Remedios sería la octava villa fundada en la Isla.

A pesar de los siglos, la ciudad- enclavada hoy en la centro-sureña provincia espirituana- conserva la fisonomía de épocas pasadas cuando pululaban los vendedores ambulantes, damas de largas faldas y quitrines tirados por caballos sobre los aún conservados adoquines.

En grandes puertas de cedro se destacan los llamadores, imprescindibles para avisar la llegada de las personas en casas de gran extensión, incluso algunas que alcanzaban casi una manzana.

La minuciosidad y belleza de cada pieza deviene una singularidad de Remedios, con 490 años, y es a la vez reflejo de su desarrollo económico de mediados del siglo XIX , resultado del crecimiento de la industria azucarera.

Ese fue el momento en que se perfeccionó la forja en hierro, la reja de madera fue sustituida por la de metal y se empleó el guardapolvo sobre la ventana, accesorios que en otras ciudades de la ínsula eran importados fundamentalmente del país ibérico.

La materia prima de las fraguas se adquiría en Estados Unidos y los herreros de remedios, devenidos en artistas, detallaban cada obra, de ahí los bien definidos rasgos de animales o diablillos, así como también la delicada mano femenina donde se destaca un hermoso anillo.

Arraigadas leyendas de demonios y güijes emergen con la celebración anual del 24 de junio por la fundación de la Villa, festejos de más de dos centurias, los cuales sobreviven en un ambiente de grandes casonas que conservan los rasgos de la arquitectura colonial adornada por originales aldabas.

Comparte esta noticia