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HOLMECA, vieja y nueva a la vez

La fábrica de equipos e implementos agrícolas 26 de Julio, se encuentra ubicada en Holguín, se dedica a la producción de una amplia gama de implementos agrícolas


Miércoles 04 de Julio de 2018 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

Ser vieja y nueva a la vez es una cualidad un poco rara. Sin embargo, eso es la Empresa Mecánica Héroes del 26 de Julio, con nombre comercial HOLMECA, en una nueva estructura que la convierte en todo un complejo industrial.

Surgida en 2015 cuenta con cuatro unidades empresariales de base (UEB) que tributan al resultado general de la organización: la fábrica de equipos e implementos agrícolas 26 de Julio -núcleo y génesis, inaugurada el 27 de julio 1981-; UEB de producciones mecánicas del municipio de Banes, dedicada fundamentalmente a la pailería y fabricación de remolques de gran porte; UEB de motores eléctricos Tauba, del municipio de Cacocum, la cual en los últimos tiempos realiza un gran trabajo en la sustitución de importaciones con la reparación de motores, a partir de soluciones alternativas; y la UEB de transporte interno, detalla Dayrelis Carrasco Rojas, gestora de comunicación y marketing.

Madre y núcleo

La fábrica de equipos e implementos agrícolas 26 de Julio, perteneciente al Grupo Empresarial de la Sideromecánica (Gesime), se encuentra ubicada en Holguín, en el municipio y la provincia homónimos, a unos tres kilómetros del centro de la ciudad. Se dedica a la producción de una amplia gama de implementos agrícolas: entre esos los AD-3 y AFT-4; así como módulos para el arroz, que incluyen pipa para agua, depósito para herramientas y la cocina, de manera que las brigadas que trabajan en ese cultivo puedan llevar consigo el equipamiento para elaborar alimentos y dar mantenimiento, explicó.

De acuerdo con Juan Carlos Parga Palacio, director de la UEB antes mencionada, la fábrica tiene actualmente 585 trabajadores y sus ventas oscilan entre 1 500 000 pesos y 2 800 000 pesos. “Tenemos asegurada la materia prima para cumplir los planes de este año,  toda vez que en el proceso de contratación del año anterior pudimos garantizar el 80 % de lo requerido, mientras que el otro 20 % corresponde a las compras que se realizan en plaza”, dijo.

Juventud y experiencia

Aunque desde el punto de vista organizativo es una entidad nueva, explica Carrasco Rojas, en la práctica tiene una vasta experiencia y no se ha visto limitada por la obsolescencia de su tecnología, sino que en estos últimos años no ha dejado de trabajar.

“Esto se ha conseguido con la labor desarrollada por investigadores e innovadores que han puesto las máquinas herramientas en las mejores condiciones productivas, con soluciones aportadas por el equipo de diseño junto a otras organizaciones, entre esas, el Centro de Desarrollo de la Maquinaría Agrícola, también de Holguín”.

En cuanto al desarrollo ha permitido la modernización de los implementos y equipos, la gestora de comunicación y marketing mencionó la tecnología modular para series de arados de diferentes portes. Según explicó, los vínculos con empresas chinas han dado a los especialistas y técnicos cubanos la posibilidad de desarrollar transportadores y cosechadoras de arroz, que han tenido gran acogida en el sector arrocero nacional.  “Estas relaciones  de cooperación han propiciado un mayor desarrollo tecnológico para nuestra industria”, enfatizó.

De acuerdo con Parga Palacio, en el caso del transportador de arroz, se encuentra trabajando en el prototipo y en la serie cero y están en explotación una con capacidad de 70 quintales y otra de 140, para su puesta en marcha, la evaluación de sus características y los ajustes que demanda el cliente. “Son diseños de los ingenieros de la fábrica, trabajando en un polígono en China, donde cuentan con los recursos para hacerlo y mejorar lo que se requiera y traer posteriormente al país cinco series cero con el fin de probarlas. Una vez validadas, con todas las prestaciones  listas, nos asociaremos a la empresa china que suministraría los recursos para fabricarlas en Holguín”.

A juicio de Dayrelis Carrasco, lo que tiene de particular es que esa maquinaria para el arroz, con el diseño y las prestaciones que tienen para su utilización en China y  en otros países, son completamente diferentes a las necesidades de Cuba, donde la siembra y la cosecha se realizan en condiciones bastantes extremas. “Entonces se ha tenido que modificar el diseño de las esteras para que la movilidad en el campo sea más rápida y la cosecha sea productiva”, precisó.

La hora de los tractores

Según explicó Parga Palacio, actualmente se está trabajando en el proyecto del polígono industrial de Holguín, con la empresa china YTO. “Este es un propósito integrador, que persigue integrar la fábrica 26 de Julio con la industria KTP, productora de cosechadoras de caña. Tiene como objetivo la modernización de las capacidades tecnológicas de la entidad, así como la instalación de una ensambladora de tractores YTO en KTP”.

El proyecto transita por los procesos y trámites establecidos por la legislación cubana, tiene el propósito de introducir tecnología de punta, no solo para el ensamblaje de tractores, sino también para todo el proceso productivo que lleva la industria, desde los tornos con mando numérico, el corte por plasma, horno de inducción que posibilitará ampliar la capacidad hasta dos toneladas de hierro, acero y bronce. “Con estas tecnologías de punta, se programan las piezas y estas salen con alta calidad, pues el proceso no depende solamente de los operarios”, indicó.

Este polígono, cuyo movimiento de tierra se prevé comience en 2019-2020 para el taller de fundición, va a propiciar que en el oriente cubano se puedan rescatar no solo los tractores, sino también los implementos agrícolas que se fabrican en el país y que los equipos puedan competir en el área del Caribe, pues tendrán una calidad superior de presencia y el ensamblaje, consideró.

Cuidar el suelo

En una primera etapa, se prevé el ensamblaje de 2 000 tractores cada año, de diferentes potencias. “Se producirán tres modelos, 60, 80 y 100 -los más solicitados en Cuba-, pero el ensamblaje es multifuncional para propiciar que en el futuro se puedan fabricar otros tractores, con modelos y capacidades diferentes, que se producirían en dependencia de la demanda”, explicaron.

En todas estas proyecciones, explicó Parga Palacio, se trabaja también con los especialistas del Instituto de Ingeniería Agrícola (IAGRI), siguiendo las recomendaciones que realizan para los equipos, de manera que no dañen el recurso suelo, una de las premisas de estas acciones.

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