El mal de unos repercute favorable en otros, así parece tornarse en el universo vitícola este momento de trance económico global al que nadie parece escapar, pues mientras en Europa unos desandan este instante, sin duda alguna, muy difícil, los vinos sudamericanos ganan adeptos y sus productores diseminan sus ofertas por el llamado Viejo Mundo.
En el primer trimestre del actual año las ventas de caldos chilenos, brasileños, peruanos y argentinos aumentaron, y en particular estos últimos crecieron 9 % en valor y un poco más en volumen.
Los chilenos, luego de un enero y febrero reservados, promedian incrementos de 20 % en las ventas, mientras en el resto del cono geográfico algunas entidades alcanzan la cota más alta con 50 %, como confiesa François Lurton, viticultor francés con plantaciones en esa zona, en la que también tiene viñedos Bernard Magrez, de Burdeos, con propiedades, además, en Argentina.
Al decir de algunos expertos, los bajos precios de los vinos argentinos y chilenos socavan las ventas de España y Francia, en esta última, con el desplome de su comercio 29 % en valor y 15 % en volumen al término del primer trimestre, según asevera la agencia nacional France AgriMer. Una encuesta de la revista norteamericana Wine Spectator, alude a Argentina como “el claro preferido de los consumidores en EE.UU., quienes cada día más buscan vinos que puedan brindar una buena relación precio-calidad".
Brasil y Perú, también llegan a los consumidores europeos, conformes con el comportamiento de este aprieto mercantil, al extremo de considerar que los ayuda. En el país carioca las exportaciones de vino espumoso aumentaron 18 % hacia Gran Bretaña, Alemania, Holanda y Estados Unidos, y confiesan “estar teniendo una buena crisis”.
ANNUS HORRIBILIS
De annus horribilis (año horrible) califican algunos al 2009, cuando los vinos más prestigiosos ceden posicionamiento en el mercado, al contrario lo consideran quienes incluyen en sus catálogos los de mesa -al menos en la península ibérica, donde el promedio de consumo es de casi 27 litros per cápita anual- porque estos doblan sus records históricos de ventas, aunque con menor precios. En la V Fenavin -feria de referencia del vino español en Europa- el panorama vislumbró esperanzas, pues por primera vez reunió a más de un millar de bodegas, que coparon 29 525 metros cuadrados del recinto. Al parecer todo el mundo del vino, nacional e internacional acudió, como a la espera de un vuelco a la realidad actual del sector. El dilema futuro lo alertó Luigi Barvaresco, del Istituto di Frutti-Viticoltura de la Università Cattolica del Sacro Cuore. Piacenza-Italia, al sentenciar que tanto el terruño como la viña enfrentan el desafío ante el calentamiento global.
Estas novedades se expanden, mientras se añoran los resultados del cierre del pasado año, cuando las exportaciones de vinos españoles subieron 8 % en valores, con cifra récord de 1 994 millones de euros, por la comercialización de 1 960 millones de litros, a un precio medio de 1,18 euros, según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV).
Una de estas ideas parece obviar el tradicional descorchado de botellas ante las tapas a rosca, cuyo uso crece cada vez más a nivel mundial, fundamentalmente para los vinos blancos y rosados, entre dos a cuatro años después de envasados, porque permiten conservar todo el aroma y el sabor frutal.
Un estudio que implica a casi dos centenares y medio de bodegas de todo el orbe, confirma que el empleo del sistema de rosca aumentó de 5 % , en 2004, a 25 %, actualmente, frente a la marcada carencia de alcornoque (árbol de donde se extrae el corcho), además algunos lo prefieren, por impedir la alteración del bouquet. El experto estadounidense Robert Parker Jr, considera que el futuro para los vinos con garantía de consumo hasta los cuatro años será ese tipo de tapa, mientras el corcho natural se reservará para los grandes vinos de guarda.
MODALIDAD ONLINE
Aplatanada a su tiempo, Internet se devela como una tendencia cada vez más influyente en la comercialización de vinos, dentro de las estrategias más novedosas y agresivas del sector, en lo que coincide el director de exportación y marketing de Félix Solís Avantis. Otros gurúes de la propia esfera la ven consolidada, particularmente en los países más desarrollados como EE.UU. y Europa Occidental. Sin duda, se proyectan por una mayor comunicación comercial, propio ante la crisis, para dar a conocer y difundir cada producto, parte de acciones de marketing que aborden incluso las redes sociales y permitan darse a conocer internacionalmente.
EN MEDIO DE LA TORMENTA
Mientras el temporal transcurre, algunos se emplean a fondo con novedades como la enogastronomía o enocatering, en busca de mejores y más provechosas formas de comercialización desde el propio viñedo, o lo que es igual: un valor añadido. La iniciativa surge en el Rioja, donde a partir de ahora se ofertan picnics, con sus correspondientes servicios, para almuerzos en medio de los viñedos o en las propias bodegas, en ambos casos una experiencia tan cómoda como elegante en el que se esmeran detalles, desde el maridaje entre vinos y alimentos, hasta la elección de la vajilla y cubertería.
Indudablemente, las campañas antialcohol y el propio ajuste económico global perturban el sector vitícola, varían los flujos clásicos de comercialización que a todas luces favorece el hemisferio occidental y se impone el ingenio a la espera de mejores tiempos, que de seguro llegarán mientras cada mesa demande una mejor suerte para acompañar la velada.