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O Grecia cede, o no hay rescate

Los ministros de Finanzas de la zona euro dijeron a Grecia que no aprobarían un plan para la reestructuración de su deuda con acreedores privados hasta que garantice que aplicará severas reformas, en medio de las duras negociaciones para desbloquear un segundo rescate del bloque y el FMI


Lunes 06 de Febrero de 2012 | 01:00:00 AM 

Autor

Luis Ubeda

Los ministros de Finanzas esperaban reunirse el lunes para finalizar el segundo rescate a Grecia, que debe estar en marcha a mediados de marzo para que Atenas evite una caótica suspensión de pagos, pero el encuentro fue pospuesto debido a la reticencia griega a comprometerse con reformas.

En lugar de esa cita, los ministros celebraron una teleconferencia el sábado para evaluar los progresos sobre el segundo paquete financiero, que los líderes de la zona euro acordaron en 130.000 millones de euros en octubre.

"Hubo un claro mensaje compartido por todos los que participaron en la teleconferencia (...) en el que se le dijo a los griegos que ya había sido suficiente", dijo un responsable de la zona euro. "Hay una enorme sensación de frustración respecto a que se estén retrasando", aseveró.

El responsable agregó que los negociadores griegos ahora debían dialogar decisivamente con la "troika" de prestamistas internacionales sobre los aspectos del programa de rescate que siguen sin resolver: las reformas fiscales y del mercado laboral.

La "troika", compuesta por representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, preparó un análisis de sostenibilidad de la deuda griega sobre el que estará basado el segundo programa de ayuda.

"El principal problema es la falta de reforma en Grecia", dijo un segundo responsable de la zona euro.

Vénizelos los sacó de las casillas

Las autoridades de la zona euro también están descontentas con el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, dado que creen que está prestando más atención a su lugar dentro de su partido de cara a unas elecciones en abril que a las negociaciones sobre las reformas.

"Existe una gran frustración con el ministro Venizelos, con quien es difícil estar en contacto porque está demasiado ocupado haciendo campaña por el liderazgo de (el partido griego) PASOK, así que no está disponible para reunirse con los miembros de la troika", afirmó el primer responsable.

El Ministerio de Finanzas griego dijo que el comentario parecía "ridículo, si no sospechoso, para todos los que tengan un conocimiento básico de la agenda diaria del ministro".

El ministerio dijo que la agenda de Venizelos incluye largas reuniones con los representantes de la troika, constantes contactos con sus homólogos y jefes de instituciones implicadas en las negociaciones, encuentros con el primer ministro y teleconferencias y que en general su equipo hace "esfuerzos sobrehumanos las 24 horas del día".

La primera fuente de la zona euro sostuvo que los ministros habían expresado su frustración con Venizelos durante la teleconferencia.

"Está preparando su propio futuro político en lugar de velar por el futuro de su país. La gente está sumamente descontenta y se lo dijimos claramente a él esta tarde", sostuvo el responsable europeo.

Venizelos ha dicho que Atenas tiene sólo algunas horas hasta el domingo por la noche para sellar un paquete financiero con los prestamistas, después de que sus homólogos de la zona euro le dijeran que estaban dispuestos a abandonar a Grecia si no garantizaba la aplicación de los recortes de gastos.

"Estamos al filo de la navaja", dijo Venizelos el sábado después de lo que describió como una teleconferencia "muy difícil" con sus homólogos de la zona euro.

"Existe una gran impaciencia y presión no sólo de las tres instituciones que componen la troika sino también de los estados miembros de la zona euro, cada uno con sus propios criterios, sus problemas y prioridades", afirmó.

Los responsables griegos han salido cada vez más abatidos de las rondas de negociaciones, quejándose de que la "troika" se niega a ceder en sus demandas para reducir el salario mínimo, eliminar las pagas por vacaciones y despedir a trabajadores públicos.

Pero el primer ministro, Lucas Papademos, se enfrentará después a una tarea más dura aún: convencer a los líderes políticos que componen su coalición para que respalden las reformas exigidas por los prestamistas, bajo el riesgo de arruinar sus posibilidades electorales en los próximos comicios de abril.

Los partidos Nueva Democracia y LAOS, conservadores y de extrema derecha, respectivamente, se han opuesto con firmeza a nuevos recortes de sueltos y gastos, argumentando que eso llevaría a Grecia a una recesión más profunda e impondría una carga demasiado pesada a los griegos.

"La verdad es que la gente está cansada. No pueden soportar más austeridad", dijo el portavoz de Nueva Democracia Yannis Michelakis al semanario Real News.

Los prestamistas de Grecia, que desean recortes de gastos de un 1 por ciento del PIB para este año han exigido que todos los líderes políticos del país aprueben las medidas de austeridad sin importar el resultado de las próximas elecciones.

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