“R&P Company fue fundada en 1991 y desde el año 1994 está en Cuba. Empezó a operar en el mercado cubano con una especialización de óptica y después fue ampliando su espectro a otros sectores médicos y biotecnológicos”, explicó el doctor Luis Alberto Guerra Noda, comercial en la empresa. Autor: Roberto Suárez Publicado: 20/10/2022 | 12:57 pm
Nombrar cada uno de los hospitales a los que la empresa R&P Company, suministrador de equipos médicos, ha proporcionado equipos sería una lista interminable: solo en el tema de la esterilización, casi el 40 % de los centros hospitalarios del país tienen de ese equipamiento, de la marca Tuttnauer, uno de los líderes de autoclaves del mundo.
“R&P Company fue fundada en 1991 y desde el año 1994 está en Cuba. Empezó a operar en el mercado cubano con una especialización de óptica y después fue ampliando su espectro a otros sectores médicos y biotecnológicos”, explicó el doctor Luis Alberto Guerra Noda, comercial en la empresa.
El grupo, indicó el médico, proporciona todo tipo de equipos para diferentes especialidades médicas, esterilización, banco de sangre, así como insumos médicos -bolsas para sangre, cánulas y tróquer-, equipos de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real y también en la rama de la biotecnología.
No volteó la espalda tampoco en los complejos tiempos de la epidemia de COVID-19. “Lo último donde más presente ha estado la compañía fue durante la pandemia: cubrimos casi el 80 % de los reactivos de diagnóstico de COVID-19 que se utilizaron en el país”. A su vez, introdujeron equipos de extracción de DNA, una técnica novedosa para el país en aquel momento, que facilitó acortar mucho los tiempos de diagnóstico, lo cual permitió al país aumentar de 1 500 exámenes diarios que se hacían en la etapa inicial hasta los 24 000 que se lograron hacer más avanzada la epidemia, “siempre en colaboración con los laboratorios cubanos y con los especialistas que estuvieron preparados para esta contingencia, a quienes entrenamos además con las técnicas que usábamos”.
En la pandemia, dijo, R&P fue el único proveedor que trajo los PCR liofilizados, lo cual permitió que no hiciera falta refrigerarlos para su conservación, “lo que trajo una ayuda grande al país: por un lado, se ahorraba energía, y por el otro, se facilitaba su traslado, sin frío”.
Ahora, tras la apertura del país y del regreso a la nueva normalidad, la compañía se mantiene a la expectativa para ir retomando las líneas ya instaladas en el país y abrir otras nuevas, en el tema de ópticas y en las relaciones con las nuevas formas de gestión y las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Hacia este nuevo y creciente mercado, R&P se incorporaría al suministro de baterías, y neumáticos, intervenciones en talleres y al tema de la consignación de mercancías para las ópticas, así como a la exploración de otros posibles negocios, incluida la colección de espejuelos Colección Cuba, aun no comercializada. “Estamos abiertos a la nueva estructura económica que va estableciendo el país. Son momentos de cambios importantes y como en otros tiempos, acompañaremos esos cambios”, dijo Guerra Noda.
Una de las características de la empresa, que trabaja directamente con fabricantes, es la preparación técnica y actualización, en fábrica, de los recursos humanos que operarán, darán mantenimiento a los equipos o solucionarán posibles roturas, ya sean de las instalaciones o del Ministerio de Salud Pública, dijo.
Entre las otras marcas con las que trabajan está Sentinel, para los PCR, y TDI, para las cabinas de flujo laminar. “Trabajamos directamente con las fábricas y las representamos en el país y asumimos la responsabilidad de garantía como de funcionamiento”, señaló.
En la actualidad, R&P se inserta en las nuevas dinámicas. “Llevamos mucho tiempo trabajando con el país, viendo las necesidades y la compañía se siente aquí a gusto, como la segunda casa, después de Italia”.
Con Vigor
Otra de las facetas es la línea de condones Vigor, que se producen en una industria en Malasia, la mayor del mundo, la misma donde se fabrica el 60 % de los condones que se consumen en el mundo, entre ellos, los más conocidos, Durex y Troyan.
“Hemos logrado que esa fábrica produzca también para el mercado cubano, con sus condiciones. Es un producto subsidiado por el Estado, son fuertes y resistente al calor, al estar fuera del frío en los establecimientos donde se venden y tienen un nivel de lubricación mayor”.