Las fortalezas a aportar por HAB.AMA pueden, en cierta forma, cambiar el panorama productivo en esos territorios en un modelo que bien pudiera irradiarse hacia otros territorios habaneros y de toda la nación. Autor: Internet Publicado: 29/12/2022 | 11:07 am
Insumos para casas de posturas, sistemas semiprotegidos de producción de hortalizas y para la producción de posturas de frutales y especies proteicas, cubiertas de malla, asperjadoras manuales y mecanizadas, herramientas para poda, jaulas para reproductoras cunícolas, reactivos de laboratorio, vehículos multipropósitos, tractores, remolques agrícolas tribasculantes, molinos forrajeros eléctricos, carretillas y balanzas, entre otros, pueden ser el sueño para la producción agropecuaria.
Esos recursos, junto a otros como equipos para laboratorio de certificación y control de la calidad de productos hortícolas, frutales, lácteos y cárnicos, frescos y procesados, aportes del proyecto Autoabastecimiento Alimentario y Desarrollo de Iniciativas Económicas Sostenibles en La Habana (HAB.AMA), son ya una realidad, se encuentran en el país y comienzan a rendir frutos.
Con un presupuesto de 5,4 millones de euros, financiado por la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y ejecutado por el Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT), tiene el propósito de contribuir al incremento de la producción local, y el acceso a alimentos sanos y diversificados. Para esto, se implementa una estrategia dirigida a promover sostenibilidad y resiliencia, así como la creación de nuevas oportunidades económicas mediante la valorización de productos agroalimentarios locales y de valor agregado en cinco municipios seleccionados en La Habana.
La intervención está dirigida principalmente a contribuir con el Autoabastecimiento Municipal de Alimentos en La Habana del Este, Guanabacoa, Cotorro, Arroyo Naranjo y Boyeros, como parte del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional y se generó en coincidencia con un contexto caracterizado por la alta prioridad actual del Programa de Desarrollo Agroalimentario para la capital, indicado por la máxima dirección del Estado cubano.
Cambiar el curso de los acontecimientos
Las fortalezas a aportar por HAB.AMA pueden, en cierta forma, cambiar el panorama productivo en esos territorios en un modelo que bien pudiera irradiarse hacia otros territorios habaneros y de toda la nación.
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Para Italia y la cooperación italiana, aseguró el embajador del país europeo en la Isla, Roberto Vellano, el sector de la agricultura es prioritario y a ese se destina más de la mitad de los recursos totales dirigidos a la colaboración bilateral entre Cuba e Italia. “En este momento complejo, es la agricultura sostenible, enfocada a la agroecología, algo fundamental para mejorar las condiciones del mercado, mejorar el abastecimiento en la provincia de La Habana y en el resto del país también”, dijo el Diplomático en un encuentro para visibilizar la materialización de las adquisiciones y entregas de tecnologías e insumos a partir del financiamiento de 5,4 millones de euros.
Este programa, agregó, trabaja en cinco municipios de la provincia de La Habana y con muchas empresas, cooperativas y productores para mejorar la calidad y cantidad y eso se consigue al facilitar insumos, herramientas, investigación científica para acrecentar los cultivos y promover transformaciones en una agricultura orientada a mayor eficiencia, sostenibilidad y resiliencia.
Según Vellano, eso significa promover modelos agroecológicos, fortalecer el encadenamiento productivo y crear nuevas oportunidades económicas. “Es un conjunto de actividades y el objetivo final es que lleguen más productos a los mercados y que todas las familias de estos municipios y de los productores puedan beneficiarse de esta mejora”.
Pero no solo se beneficiarán los agricultores y las cooperativas. De acuerdo con el Diplomático italiano, “de la misma forma reforzará centros de investigación, instituciones reguladoras y laboratorios en su capacidad de realizar análisis de calidad, orientados a promover la inocuidad de los alimentos y sustentar procesos de certificación de los productos alimentarios”.
Sobre la implementación, destacó que múltiples factores “determinan que proyectos como HAB.AMA tengan que enfrentarse cada día con una complejidad siempre creciente y desafíos que impactan en la posibilidad de disponer de la tecnología requerida en tiempos rápidos”. Sin embargo, sostuvo, “consciente de las dificultades existentes, estamos muy complacidos de constatar que las agencias implementadoras del proyecto HAB.AMA han logrado poner en marcha estrategias capaces de superar las limitaciones y avanzar en la implementación del plan de adquisiciones previsto para 2021 y 2022”.
Por su parte, Antonio Festa, director de la AICS, indicó que “nuestro acompañamiento como agencia italiana no se limita al aporte de equipamiento y materiales, nuestro interés y esfuerzo es poder acompañar procesos económicos y sociales de desarrollo que promuevan la transformación a partir de la organización de los recursos locales y el fortalecimiento de las estrategias de desarrollo municipales, o sea, fortalecer la capacidad de los municipios cubanos de dotarse de herramientas e instrumentos para establecer su propio camino hacia un desarrollo sostenible”.
En camino al campo
HAB.AMA interviene en tres cadenas de valor, atendiendo a su importancia y a la potencialidad que tiene la capital para este tipo de producción: hortalizas, frutales y ganado menor -las especies ovino-caprino y cunícola, explicó Carlos Lopetegui, su coordinador por la parte cubana.
Además de contribuir con el autoabastecimiento de alimentos sostenibles, sanos, nutritivos y diversificados para la población de estos cinco municipios y aportes al resto de la capital, persigue “agregarles valor a los productos locales, se propone acceder al mercado en moneda libremente convertible de manera que se garantice la sostenibilidad de las acciones y, a su vez, promover vínculos comerciales entre empresas italianas y cubanas para potenciar posibles exportaciones hacia Italia”.
A juicio de Lopetegui, HAB.AMA, de importancia vital, se inició paralelo al proceso de construcción de lo que es hoy la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, recientemente aprobada y en fase de implementación. “En este sentido, viene contribuyendo con los gobiernos locales a la territorialización de esta ley y se enfocará en apoyar el proceso de análisis de la relación entre la demanda de producción de alimentos en los cinco municipios y las capacidades potenciales para hacerlo a partir de la implementación de este proyecto”, señaló.
Para Roberto Giuliotto, coordinador del proyecto por la parte italiana, el plan de adquisiciones es un componente importante porque la tecnología, los insumos y las herramientas previstas van a fortalecer los procesos de la estrategia para alcanzar los resultados que HAB.AMA prevé en términos de producción para un mayor acceso y disponibilidad de alimentos en los cinco municipios de La Habana.
El proyecto viene ejecutándose desde la pandemia con muchas restricciones y dificultades coyunturales que han determinado un cierto nivel de atraso con respecto al plan de ejecución. Sin embargo, como proyecto, se ha logrado -digamos- poner en marcha una estrategia con los productores, las diferentes empresas y cooperativas que permitieran identificar la demanda en términos de tecnología y realizar los procesos de licitación para que estos pudieran llegar a Cuba.









