Autor: Raquel Sierra Publicado: 21/06/2021 | 09:36 pm
La conservación y fomento de los bosques son las prioridades. Sin embargo, el sector agroforestal cubano desarrolla una amplia actividad productiva en fincas forestales, aserríos, planta de resina de pino y otros establecimientos, aun cuando la obsolescencia tecnológica toca todos los días a la puerta de los más de 27 000 personas vinculadas a ese universo.
El Grupo Empresarial Agroforestal (GAF) cuenta con un patrimonio de 1 701 043 hectáreas, de esas 316 870 de plantaciones y 1 063 289 de bosques naturales, además 149 403 deforestadas y un área inforestal de 121 000 hectáreas.
De acuerdo con su presidente Miguel Ángel Arregui la organización está integrada por dos centros de investigación, una sociedad mercantil, 48 empresas, que de conjunto pueden generar al país ingresos superiores a los 30 millones de dólares.
Para garantizar la producción de posturas, la actividad forestal cuenta con una infraestructura de 207 viveros, de estos existen 193 tradicionales y 14 con tecnología de tubetes. Esa estructura permite cumplir los planes de reforestación que anualmente ascienden a 15 000 hectáreas de fomento total.
La actividad forestal abarca desde la producción de semillas, protección forestal, mantenimientos a las plantaciones, tratamientos silviculturales hasta el programa de especies melíferas para la apicultura. Las plantaciones alcanzan el 90 % de logro y el 80 % de supervivencia, como promedio.
La cara más conocida
El carbón vegetal ha sido usado en Cuba desde siempre. En los campos y ciudades es un aliado de la cocción de alimentos en lo doméstico y también en la gastronomía y en la hotelería, sobre todo en las parrillas. En los fines de año el consumo interno se dispara, fundamentalmente, para la elaboración del cerdo asado, y el aroma de esa mezcla delata a quienes pensaron pasar inadvertidos.
Para la exportación este renglón que se ha convertido en el segundo de mayores ingresos del Ministerio de la Agricultura, con cifras superiores a los 30 millones de moneda libremente convertible por este concepto. Esta venta comenzó en el año 2004, cuando a partir de una iniciativa surgida en el GAF, se vendieron las primeras 20 toneladas. De acuerdo con especialistas, con la contribución de las diferentes empresas se ha logrado multiplicar esa cifra hasta alcanzar más de 30 000 toneladas exportadas en diferentes años.
Recientemente, se dio a conocer que solo la provincia de Camagüey exportó volúmenes de este producto por un monto de 10 millones de dólares. Según se conoció, el precio de la tonelada del rubro obtenido a partir de marabú, sobrepasa los 300 dólares. En el mundo, los mayores importadores son China, Corea, Japón, Estados Unidos, Francia, Alemania, España e Italia, donde se emplea en sustitución de otros combustibles.
Con la proliferación del marabú y la necesidad de limpiar las áreas infestadas con esta planta, destacan, existe materia prima para la sostenibilidad de esta producción. Además, el carbón se fabrica de otras especies forestales con propiedades físico químicas tan buenas como las del marabú, como son: eucalipto y mangle, entre otras.
Igualmente, como parte del programa de desarrollo del sector, se prevé realizar plantaciones energéticas para que una vez agotadas las actuales haya sostenibilidad de la producción, indicaron fuentes del GAF.
Aunque van lejos los de alante
La producción maderera abarca todos los perfiles que generan los bosques: madera en bolos y madera rolliza, procesamiento en los aserríos y para las construcciones rústicas, madera aserrada -para lo cual el grupo cuenta con más de 60 aserríos, considerados la industria primaria de la elaboración de la madera, todos con tecnologías del pasado siglo.
Pese a su avanzada edad, estas instalaciones garantizan más de 135 000 metros cúbicos de madera, que permiten reducir en alguna medida las importaciones de madera.
En el país, en la occidental provincia de Pinar del Río existe una planta de preservación, que produce anualmente 30 000 postes para el servicio eléctrico y telefónico -aproximadamente el 50 % de lo que el país utiliza-, lo que permite ahorrar aproximadamente 7 millones de dólares por importaciones. Las carpinterías consumen alrededor de 6 000 metros cúbicos de madera para producir artículos de alta demanda, que se comercializan en las ferias que se realizan en los territorios.
Entre los renglones que produce el sector agroforestal cubano está la resina de pino, que se obtiene de la refinación de aquellas plantaciones cuyo período de tala sea de unos 10 años, aproximadamente. Con una producción anual de alrededor de 500 toneladas, esta se exporta por un valor aproximado de 600 dólares por cada tonelada. No obstante, el GAF trabaja por incrementar los niveles de sus derivados (colofonia y aceite de trementina), con precios muy superiores en el mercado internacional, que pueden alcanzar los 2 000 por toneladas, destacan especialistas del grupo.
De gran importancia es también la triada café-cacao-coco, con estrategias de desarrollo muy específicas y adecuadas a los nuevos tiempos, con la aspiración de que se alcancen crecimientos que se acerquen y superen las mejores épocas de esos cultivos.
Otros surtidos son los módulos de envases y cajas paletas, destinados al almacenamiento y comercialización de diferentes productos, la madera para la producción tabacalera -horcones, varias piezas de madera rolliza, postes, madera en bloque y madera para laminar y cujes-, así como madera para las cajas de colmena.
Sin embargo, recalcan los especialistas y directivos del sector, todas estas actividades se ven frenadas por la obsolescencia tecnológica, la imposibilidad de acceder a créditos para adquirir nuevos equipamientos, de muy alto costo en el mercado internacional.
Mirar al desarrollo
Para incrementar estas producciones y obtener mejor calidad de las mismas, se confeccionó el Programa de Desarrollo al 2030, que prevé el incremento de la producción de posturas en viveros de tubetes, la creación de equipos especializados para la actividad de silvicultura y aprovechamiento de la madera, la modernización de los aserríos, la producción de biomasa para generar energía y el aumento de las cifras de postes preservados, entre otras prioridades.
A su vez, se incluyen modalidades que pudieran generar resultados favorables, como el pago por los servicios ambientales y la creación de productos de turismo de naturaleza, que permitiría, sin dañar los ecosistemas, aprovechar la riqueza verde acumulada a lo largo del archipiélago.
Según destacó el titular del ramo, Gustavo Rodríguez Rollero, entre los proyectos de inversión extranjera que impulsa el sector se encuentra una dirigida al procesamiento de aceite de pino. Por otra parte, enfatizó en las acciones para diversificar las exportaciones en varios rubros entre estos el café, el carbón vegetal, la miel de abejas y los productos apícolas, todos renglones de la cartera del GAF.