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TABACUBA: Industrias en expansión

El programa de desarrollo de la agroindustria tabacalera abarca acciones e inversiones desde el surco hasta el envasado y etiquetado de los habanos, tanto para el mercado interno como externo


Jueves 18 de Agosto de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

En una mirada retrospectiva, el camino del tabaco comienza muchos pasos antes de sacarlo de una caja. El actual programa de desarrollo de la agricultura tabacalera debe tener una réplica en el proceso fabril, donde se emprenden inversiones  millonarias que posibilitarán ampliar  capacidades, modernizar, mantener  y elevar la calidad de un producto de alta demanda, tanto en el mercado nacional como en las exportaciones.

Inversiones no solo para la exportación

La ciudad de Bayamo, en la oriental provincia de Granma -788 kilómetros al este de La Habana-, prepara condiciones para convertirse en un emporio del tabaco mecanizado con destino al mercado nacional. Según Alfredo Cedeño Hernández, director general de la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco Granma, la inversión en curso consiste en una gran fábrica, que en una primera etapa producirá 40 millones de tabacos y luego, en 2020, debe alcanzar 100 millones de unidades.

"Una vez concluida la inversión, con máquinas de última generación contratadas a la empresa GTSCM,  radicada en República Dominicana, los tabacos tendrán dos formatos, lo cual sin dudas mejorará la calidad y presentación del producto", sostiene el director general de la entidad granmense.

Las primeras máquinas para la industria que se ubicará en una antigua instalación de la empresa, considerada muy apropiada y cuyo nombre propuesto es Coloso de Granma, deben entrar  al país a finales de este año. "Como no hay experiencia de este trabajo en la provincia, la inversión incluye también la capacitación de los operarios encargados del torcido y del nuevo equipamiento", agrega.

"Con el programa de desarrollo tabacalero de la provincia hasta 2020 el área agrícola crecerá de 950 hectáreas  en la actualidad a 3 676 hectáreas, de ellas 1 838 se dedicarán al cultivo de la hoja y 324 a la rama forestal, para las facilidades destinadas a la curación del tabaco, con el objetivo de obtener 2 149 toneladas, gran parte de las cuales se tributarán a la industria", dijo.

De acuerdo con Juan de Dios Rosabal Figueredo, especialista de industria de la empresa, el crecimiento de los niveles de torcidos lo define la obtención de la hoja, que cultivan las diferentes formas de producción cooperativa. "De los 190 millones de tabaco mecanizado que produce el país, se prevé que 100 millones se hagan aquí, para llegar a esa cantidad, lo primero es garantizar la materia prima -capa, capote y ligada-, que provendrá de nuestros campos y de otros territorios orientales, según prevé el programa de desarrollo integral", sostiene.

La Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco Granma produce actualmente en la fábrica Bernarda Toro Pelegrín, en el municipio de Jiguaní, algunos surtidos destinados a la exportación. Entre ellos se encuentran diferentes vitolas de Romeo y Julieta, Cazadores, Petit Corona y Robustos, con 1 975 000 unidades. El programa de desarrollo prevé alcancen 10 500 000 unidades en 2020, de diferentes surtidos al incorporarse la Mario Alarcón, en Bayamo, y la Agustín Martín, en Manzanillo.

No es la única

Las proyecciones comprenden también la ampliación de la capacidad productiva de otras  industrias. La fábrica más moderna del grupo, en la oriental provincia de Holguín, la Lázaro Peña, dedicada a la elaboración de cigarrillos,  también se beneficiará con un proceso de modernización para acercarla a las demandas y estándares internacionales.  "En la actualidad esos productos se trabajan con mucha segmentación y se pretende estandarizar los diferentes surtidos, de manera que todos alcancen calidad exportable", argumentó Rodríguez.

De acuerdo con Rody Manuel Valdés  Ortiz, director de Industria,  "la inversión es considerable. Este año se inició la instalación de  un módulo moderno y en 2017 se montará un segundo.  Si actualmente esta industria elabora 25 000 millones de cigarrillos hacia el consumo nacional, la introducción de nuevas máquinas, las más novedosas del sector a nivel internacional, nos darán la posibilidad no solo de mejorar la calidad en consistencia y relleno, sino también de duplicar los volúmenes actuales".

Brascuba se extiende a Mariel

Entre los retos que emprende hoy el grupo se encuentra la expansión de la fábrica de cigarrillos Brascuba, inversión de unos 100 millones de dólares, aprobada desde octubre pasado y que debe entrar en explotación a finales de en 2018.

"Es un proyecto bastante ambicioso en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, que incrementan el Grupo Empresarial de Tabaco de conjunto con su socio comercial en esta empresa, la compañía Souza Cruz", explicó Miguel Vladimir Rodríguez González, vicepresidente primero de Tabacuba.

La nueva industria permitirá  aumentar la fabricación de cigarrillos con calidad exportable de los 4 000 millones que hoy produce Brascuba, ubicada en Luyanó, La Habana, a 8 000 millones en el Mariel, en una fase inicial, para luego extenderlo progresivamente y alcanzar mayores volúmenes.

"Esto posibilitará, primero, satisfacer la demanda en el mercado interno cubano, pues si bien este producto tiene amplia aceptación y consumo entre los nacionales, son variedades adaptadas al gusto y las preferencias del turismo que visita el país, y también con destino a la exportación, otro de los objetivos de la inversión", dijo.

"Es una fábrica muy moderna, con la tecnología más novedosa del mundo en la industria del cigarrillo y ese constituye uno de los retos que materializa en esta etapa Tabacuba", precisó  el directivo.

Otro de los proyectos es la ampliación y modernización de la industria de tabacos hechos a máquina, la  Internacional Cubana de Tabaco (ICT), un negocio mixto con un socio inglés, como anticipación a la eventual apertura del mercado estadounidense y la eliminación de las restricciones del bloqueo y la liberación del comercio.

Estas modernizaciones se insertan en las proyecciones estratégicas del grupo empresarial hasta 2020 y más allá como parte de la actualización de la política económica del país, que responden al cambio de coyuntura en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. La nación  norteña "es el principal  consumidor de tabacos del mundo, con cerca de 300 millones de tabaco Premium o torcido a mano, y más de 9 000 millones de habanos mecanizado, y para cualquier país  productor de tabaco es un reto importante introducirse en ese mercado, teniendo en cuenta sus particularidades y lo restrictivo en cuanto a sus regulaciones", explicó el vicepresidente primero.

Hoy, dijo Rodríguez, los más importantes suministradores hacia Estados Unidos, con otros sabores y fortalezas, son República Dominicana, Nicaragua y Honduras. Otros mercados de importancia en consumo, en Europa, son España, Francia y Alemania.

La industria cubana del tabaco produce anualmente unos 300 millones de unidades, de ellos 100 millones con destino a la exportación y el resto, al consumo nacional.

Para garantizar la producción exportable el grupo cuenta con el equipamiento tecnológico y los torcedores, así como los técnicos de calidad que responden por eso. Las inversiones proyectadas tienen doble objetivo: elevar la calidad e incrementar los volúmenes productivos.

Según expertos, la diferencia del tabaco cubano es que toda su composición y fortaleza, tanto en capote  como en capa, es producido en el país.

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