La Corporación Habanos S.A. acaba de presentar la nueva vitola H.Upmann Half Corona, cuyo formato, según expertos, permite disfrutar de todo un habano en cualquier circunstancia, por lo cual tiene ya gran acogida  en los países donde se está presentando, entre los más exigentes amantes de los famosos tabacos cubanos.

La mencionada vitola (cepo 44 x 90mm largo) está en concordancia con las  circunstancias en que viven  muchos aficionados al habano, o quienes comienzan a interesarse por ese mundo de fumadores. Muchos prefieren una vitola de corto tamaño como solución a los escasos lugares y tiempo disponibles para fumar, sin renunciar a la plenitud de sensaciones que puede ofrecer un tabaco.

La ligada de la marca se elabora con tripa larga de hojas procedentes de la zona de Vuelta Abajo (D.O.P), en la occidental provincia cubana de Pinar del Río, consideradas las mejores tierras del planeta para el cultivo de la preciada hoja.

El sabor de H.Upmann, especialmente indicado para aquellos que desean un sensación aromática, equilibrada, con una fortaleza suave a media, hace de este habano el adecuado para un breve momento de disfrute, destaca una nota de prensa enviada por Daymi Difurniao Rodríguez, de la Dirección de Marketing Operativo de la Corporación Habanos S.A.  

La excelente calidad y larga historia que ostenta esta marca -con Habanos Premium (elaborados totalmente a mano)-, queda plasmada en las medallas de oro que adornan la caja, obtenidas en no menos de once ferias internacionales durante el siglo XIX, y constituyen un elemento característico de esta.

Este nuevo formato incorporado a la marca H.Upmann es una invitación a una fumada corta, de una ligada agradable. Half Corona resulta también ideal para aquellos que se inicien en el extraordinario mundo del habano. El cajón de 25 unidades  ya se encuentra disponible en muchos países del mundo, mientras que la petaca de cinco llegará durante 2012.

Herman Upmann fue un banquero alemán cuya afición por los Habanos (Denominaciones de Origen Protegidas D.O.P), le llevó a establecerse en La Habana en 1840. Fundó un banco y una fábrica de habanos en 1844. El banco cerró, pero su marca de puros persiste en nuestros días, considerada un ejemplo dentro de los más refinados con una fortaleza suave-media en su sabor.