Miércoles
16 de Julio  2025 

Notables avances de Cuba en la preservación de la capa de ozono

La Isla entre los países que cumplen sus compromisos con el Protocolo de Montrreal y con la humanidad para reducir la producción y consumo de las sustancias agotadoras de la capa de ozono y eliminar su impacto al medio ambiente global


Domingo 25 de Septiembre de 2005 | 12:00:00 AM 

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Aunque no son suficientes los esfuerzos que en materia medioambiental realizan los organismos, gobiernos, expertos, instituciones, personalidades y poblaciones enteras, para salvaguardar la vida en la Tierra, una muestra de la toma de conciencia sobre la magnitud de un problema global como el agujero en la capa de ozono, lo es precisamente la adopción del Protocolo de Montreal, suscrito hasta la fecha por unas 189 naciones, comprometidas con la eliminación de las sustancias destructoras del velo protector del planeta.

“Recientes investigaciones indican que el ritmo de deterioro de la capa de ozono en la estratosfera es ahora menor, lo cual se considera una alentadora señal de su recuperación. Sin embargo, esos propios estudios advierten que ese manto bienhechor seguirá siendo particularmente vulnerable durante la próxima década”, señala un mensaje del secretario general de la ONU, Kofi Annan, con motivo de la celebración del Día Internacional para la protección de la capa de ozono.

Subrayó el directivo que tras la firma del Convenio de Viena, hace veinte años para la protección de esa fina capa de gas que protege a todos los seres vivos del planeta de los efectos adversos de la radiación ultravioleta procedente del espacio, se puso en marcha un proceso de colaboración mundial para enfrentar esa grave amenaza a la salud humana y ambiental.

Hasta el momento, gracias a las obligaciones contraídas en virtud del Protocolo de Montreal, se han eliminado permanentemente más de un millón y medio de toneladas de producción anual de sustancias químicas que destruyen la capa de ozono.

Debido al uso histórico de sustancias agotadoras del ozono, el espesor de la capa ha disminuido en la mayoría de las regiones del mundo, por lo cual la alerta ante ese peligro permitirá evitar que aumente la incidencia del cáncer de piel, las cataratas, las fallas en el sistema inmunológico y otras graves amenazas a la salud pública, mientras se logre acelerar la llegada del día en que ese manto protector esté totalmente recuperado.

Cuba es signataria del Convenio de Viena, del Protocolo de Montreal y de todas sus enmiendas, por lo cual cumple los compromisos asumidos internacionalmente para eliminar en el lapso más rápido posible las sustancias que agotan la capa de ozono, de las que hoy ha sido erradicado en el mundo más del 90 % de su producción y consumo global, a partir de lo pactado en 1987.

Bruno Moro, representante residente de Naciones Unidas en Cuba, al señalar las catastróficas consecuencias del agotamiento de la capa de ozono, cuya abertura ha variado entre 20 y 29 millones de km2 en los últimos años, destacó la necesidad de que todos los países cumplan lo establecido en la agenda del Protocolo de Montreal y en el objetivo siete de las Nuevas Metas del Milenio, referente a la garantía de la sostenibilidad del medio ambiente.

El funcionario elogió los esfuerzos y resultados concretos de la Mayor de las Antillas en su actuación protectora de la capa de ozono y recordó que en el caso cubano el apoyo del PNUD y la ONUDI se materializa mediante unos 11 proyectos y financimiento a través de instituciones nacionales, con una contribución total que supera los siete millones 700 000 dólares.

Cuba está en condiciones de reducir en el presente año el 50 % de la importación y consumo de los clorofluorocarbonos (CFC), el 20 % de bromuro de metilo, el 85 % de tetracloruro de carbono, el 30 % de metil cloroformo, y lograr el no uso definitivo de los llamados halones, todas sustancias degradantes de la capa protectora del planeta.

Recientemente hizo un llamado el vicetitular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), doctor José Antonio Díaz Duque, a sistematizar y masificar la educación medioambiental y a cumplir en letra viva lo pactado con la comunidad internacional y con el pueblo para defender de tantas catástrofes, incluidas las ecológicas, a lo más preciado de la existencia terrestre que es la vida humana.

Precisamente, durante el acto conmemorativo del Día Internacional por la protección de la capa de ozono, efectuado en esta capital, se informó que los hoteles Panorama y Occidental Miramar, pertenecientes al Grupo Gaviota, fueron declarados Libres del uso de CFC, lo cual los sitúa en la vanguardia de las entidades favorecedoras del medio ambiente.

Entre las acciones del país para cumplir con lo pactado, se cita la transferencia de tecnología para una planta de salbutamol y el perfeccionamiento de la legislación nacional con regulaciones para reducir o eliminar sustancias nocivas al ozono, para controlar el sistema de licencias y cuotas en cuanto al uso de determinados artículos y su importación y establecer los nuevos códigos arancelarios de cada uno de ellos.

Se desarrollan proyectos de capacitación en buenas prácticas de refrigeración para las nuevas tecnologías y en el uso de gases alternativos en el sector doméstico y comercial, según los cuales ya han sido preparados más de 3 300 mecánicos y especialistas, que representan más del 90 % de los existentes en el país.

Se acomete la preparación de inspectores de aduana en técnicas para la detección en frontera de las sustancias nocivas al ozono y equipos que las contengan o utilicen para su funcionamiento.

Cuba trabaja también en la recuperación, reconversión y reciclaje de determinadas sustancias como el Freón 12, que abarca la refrigeración y climatización comercial, móvil y doméstica, con el propósito de aprovechar esos gases que van a parar a la atmósfera y propiciar con su reuso un ahorro económico considerable.

Se avanza en la eliminación total del bromuro de metilo que incluye tanto a las plantaciones de tabaco como a las de tomate, pimiento, pepinos, melones y otros cultivos protegidos.

Según sostuvo el doctor Nelson Espinosa Pena, director de la Oficina Técnica del Ozono (OTOZ), con motivo de las actividades por el aniversario diez de esa entidad y el 20 de la Convención de Viena, para esta fecha el hueco de esa capa protectora sobre la Antártida debe alcanzar más de 20 millones de km2 (unas dos veces más que el área de Europa).

Considerada una anchura de tamaño preocupante, según las previsiones, se podría superar esa cifra, lo cual significa un peligroso ensanchamiento debido a las adversas reacciones químicas de la atmósfera en la zona que protege a la Tierra de los temibles rayos ultravioletas del Sol, capaces de producir enfermedades a todos los seres vivos que habitamos el planeta.

Otros estudios revelan que en el año 2004 el tamaño del hueco de la capa de ozono era de 25 millones de km2, un poco más grande que Norteamérica y, según trascendió, el agujero más grande se presentó en el 2000 con 29,5 millones de km2, casi el tamaño del continente africano.

Los pronósticos precisan que al ritmo actual de eliminación de las sustancias agotadoras del ozono y teniendo en cuenta la persistencia de estas en la atmósfera y la estratósfera por muchos años, ya para el 2010 se debe producir un detenimiento del ensanchamiento del agujero y en el 2050 podrían aparecer señales del restablecimiento de los niveles normales de esa capa protectora natural, similares a los existentes antes de la década del 80 del pasado siglo.

DAÑOS CONSIDERABLES

El incremento de la radiación ultravioleta sobre la superficie terrestre tiene el poder de dañar el medio ambiente y toda forma de vida en el planeta. La mayor exposición a esos rayos solares hace más vulnerable las funciones del sistema inmunológico del organismo, lo que aumenta los casos de enfermedades infecciosas y provoca el cáncer en la piel. Es causante de cambios en la composición química de las plantas, lo cual genera problemas en las cosechas y los bosques, además de dañar los ecosistemas acuáticos, ocasionando perjuicios hasta 20 metros de profundidad, incluida toda la cadena alimenticia marina, desde pequeñas criaturas del plancton hasta las larvas de peces y sus similares. UN ESCUDO NATURAL QUE ADELGAZA El ozono es una molécula compuesta por tres átomos de oxígeno que se crea y destruye constantemente en la estratósfera, entre 10 y 40 kms de la superficie terrestre, y protege a la Tierra de la dañina radiación ultravioleta (UV) del Sol. En una atmósfera no contaminada ese ciclo de producción y descomposición se encuentra en equilibrio, aunque la concentración de ozono sobre los polos aumenta cada verano y disminuye en los meses de invierno. Pero no ocurre así cuando las sustancias químicas generadas por el hombre, como los CFC usados en refrigeración y aerosoles, alcanzan la estratósfera, donde esas sustancias son separadas por los rayos solares en un proceso que libera átomos de cloro que contribuyen a la destrucción del ozono. Los CFC producidos en el mundo se utilizan en refrigeradores, congeladores, sistemas de aire acondicionado y aerosoles, por lo que la industria moderna trata de reemplazar o reconvertir muchos de esos equipos y tecnologías. Hace dos años los estudiosos encontraron la primera evidencia de que el daño de la capa de ozono se está reduciendo, aunque demostraron que la destrucción continúa en todo el mundo, subrayaron que ahora el ritmo es más lento. La emisión de sustancias químicas que afectan la capa de ozono ha sido limitada por un tratado internacional pero los investigadores estiman que pasará medio siglo antes de que su nivel se reduzca lo suficiente para que el ozono se recupere por completo. Afirman muchos expertos que lo positivo es que el tamaño del agujero ha empezado a estabilizarse y se espera que empiece a reducirse si funcionan los compromisos y obligaciones pactados en acuerdos como el Protocolo de Montreal.

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