El sistema cavernario de Cuba está plagado de leyendas y teorías científicas que certifican que por esas zonas llegaron los primeros habitantes de la ínsula, miles de años atrás. Autor: Opciones Publicado: 20/04/2023 | 10:55 am
Todo un universo se esconde bajo los suelos cubanos. El sistema cavernario de la Isla es perfecto para explotar las modalidades de turismo de naturaleza y aventuras. Espeleólogos, profesionales o aficionados, o simplemente personas aventureras, pueden encontrar en las cavidades naturales del terreno nacional un espacio para la exploración y el disfrute.
El sistema cavernario de Cuba está plagado de leyendas y teorías científicas que certifican que por esas zonas llegaron los primeros habitantes de la ínsula, miles de años atrás. Las cavernas les sirvieron de refugio, y luego se transformaron en morada provisional de piratas y corsarios.
La Isla, según los espeleólogos, es una superficie calcificada en un 60 %, con aproximadamente 26 000 cuevas, muchas de estas constituyen interesantes museos naturales.
Si te gustan las rocas y explorar sus espacios naturales, estas son tres cuevas cubanas que no te puedes perder.
La Gran Caverna de Santo Tomás
Ubicada a 17 kilómetros al oeste del Valle de Viñales, en la Sierra de Quemados, y cerca de pueblo El Moncada, en la provincia de Pinar del Río, la Caverna de Santo Tomás es la más grande de Cuba y una de las de mayor longitud de Sudamérica.
En la caverna podrá realizar un viaje histórico a través de las pinturas rupestres y los restos fósiles aborígenes de la Isla. Su belleza radica en las encantadoras formaciones de las estalactitas y estalagmitas que adornan la cueva, y en las formaciones rocosas.
El sitio, con más de 46 kilómetros de longitud, y todo un sistema de cuevas cársticas labradas por el río Santo Tomás que le da nombre, fue declarado Monumento Nacional desde el año 1989.
El mural indígena existente, y el hecho de que la Caverna de Santo Tomás fuese uno de los asentamientos más importantes para los cimarrones que huían de las plantaciones de caña de azúcar, durante la época colonial, hacen que la gruta exhiba una gran herencia cultural, referente al pasado aborigen y negrero de Cuba.
La porción de la caverna abierta al público tiene buena señalización y trazado, y desemboca en una gran sala con barra, que sirve de auditorio en ocasiones y donde se proyecta un audiovisual de la Gran Caverna.
El valor que representa esta cueva desde el punto de vista geológico motivó la creación, en 1984, de la Escuela Nacional de Espeleología, que ha formado a más de 3 000 espeleólogos de toda Cuba, y que desde la década de 1990 funciona como centro de referencia internacional.
Cuevas de Bellamar
A la salida de la ciudad de Matanzas se encuentra uno de los tesoros naturales de Cuba: las Cuevas de Bellamar, auténtico centro de conocimientos científicos e históricos sobre acervo cultural del país.
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Por una pequeña subida de 30 metros se accede al interior del sitio, con unos tres kilómetros de extensión, de los que solo 500 metros iluminados, están a la vista del público.
En la cueva se encontraron restos de aves y vertebrados de la era Cuaternaria; pero más que estos hallazgos, las extrañas formaciones geológicas captan la atención de los visitantes, amantes o no de la cristalografía o la espeleología, por la originalidad de su composición. Admirables estalagmitas, estalactitas y helictitas abundan en toda la cueva.
Pero el mayor atractivo de la cueva se encuentra en su interior, donde cristales macizos de calcita cuelgan de las estalactitas, un fenómeno insólito, que solo ocurre en este lugar y ha provocado el asombro de geólogos de todo el mundo.
El arroyo subterráneo que recorre toda la zona, las geodas y las bellas capas cristalinas, poseedoras de un brillo sin igual, forman parte de la escena subterránea.
La humedad relativa del sitio, de aproximadamente un 98 %, acoge a los salones Gótico, Garganta del Tigre y del Templo, y a las fuentes de la Juventud, el Amor o el Divorcio, y el Baño de la Americana.
Cueva del Paraíso, Baracoa
En Guantánamo encontrarás una de las cuevas más espectaculares de Cuba, la cual no puedes dejar de incluir en tu recorrido si te encuentras en el oriente del país. Al estar ubicado en una zona elevada, sirve como mirador y desde allí se puede disfrutar de una vista única de la ciudad y la bahía. Cuando entres en la cueva, lo primero que sentirás es el correr del agua que lleva siglos esculpiendo las paredes de la cueva.
Su estructura singular se divide en tres salas, de las que emergen las siempre peculiares estalagmitas y estalactitas. Los muros conservan restos de numerosas tallas que narran la vida de los taínos (habitantes de Cuba antes de la llegada de Colón).
En el interior de la cueva se encuentra la representación de una aldea taína, con bohíos (hogares aborígenes de forma circular) y actividades típicas de este período, que remontan, por medio de esculturas, el pasado cubano.
Este sitio es, a su vez, un recinto de interés arqueológico. En su interior se han hallado cerca de 2 000 piezas de procedencia taína, además de descubrimientos de enterramientos, piezas de cerámica, petroglifos con más de 3 000 años de antigüedad, y una copia del ídolo del tabaco, que se considera como uno de los descubrimientos taínos más representativos del Caribe.
En estas cuevas está el cuerpo del famoso Guamá, figura destacada de la historia de Cuba por ser uno de los primeros aborígenes en sublevarse contra la dominación española.
