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Djibouti, una economía en ascenso

De excelentes calificó el embajador de esa nación africana en Cuba las relaciones entre los dos países


Viernes 28 de Julio de 2017 | 12:00:00 AM 

Autor

Hedelberto López Blanch

El embajador de la República de Djibouti en Cuba, Nasser Mohamed Ousbo catalogó de excelentes las relaciones con Cuba, que se establecieron en 1998, y sentenció que es una afinidad de maestro a estudiantes porque toda África tiene mucho que aprender de esta nación caribeña.

La Mayor de las Antillas es maestra en materia de desarrollo social, de resistencia antiimperialista y todavía nos queda mucho por aprender de su pueblo y de sus líderes Fidel y Raúl Castro, añadió.

En el aniversario 40 de la independencia de Djibouti que tuvo lugar el 28 de junio, esa amistad toma mayor valor pues antes estábamos atados a un neocolonialismo y ahora existe una conciencia de independencia nacional, y hemos seguido las huellas de este país caribeño que nos enseñó que no existe fatalismo. También junto a la Unión Africana avanzamos estos años.

Con la Isla del Caribe se han realizado incesantes intercambios diplomáticos los cuales alimentan los vínculos que nos unen. En los últimos dos años han visitado a Cuba el Secretario de Estado para la Juventud; el presidente de la Asamblea Nacional y los ministros de Comunicación a cargo de los Correos y de las Telecomunicaciones y el de Salud, este último firmó con la parte cubana un acuerdo de cooperación ampliado en materia sanitaria y farmacéutica.

También resultan numerosos los dirigentes cubanos que han visitado Djibouti, entre ellos, el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y el director de Relaciones Bilaterales del Minrex, Gerardo Peñalver.

Resulta altamente destacable las diversas graduaciones de jóvenes de Djibouti desde 2002, las cuales se elevan a 110 egresados de universidades cubanas, de ellos 63 en medicina; actualmente 19 estudiantes cursan carreras en casas de altos estudios de la Isla y la misión cubana en mi país la componen 88 médicos especialistas, seis entrenadores de alto nivel y cinco cooperantes en agricultura y recursos hidráulicos, explicó el diplomático.

Al hablar sobre la economía informó que tiene un desarrollo destacado, con un crecimiento del Producto Interno Bruto del 6,5 % en 2015, frente al 6 % en 2014 y 5 % en 2013, gracias también a la colaboración con China. Esto les ha permitido ofrecer empleos y desarrollar la infraestructura.

Esta aceleración del crecimiento se debió principalmente al capital invertido en actividades intensivas relacionadas con el transporte y el puerto, como el comercio de tránsito con Etiopía y los transbordos, inversiones públicas y extranjeras.

El último Informe de Monitor Económico de MENA-Primavera 2016 espera que el crecimiento de Djibouti aumente a 7 % en 2016-2018.

A pesar del fuerte crecimiento la inflación se mantuvo en 3 % en 2015 debido a la estabilización de los precios internacionales de los alimentos y la disminución de las tarifas de electricidad para los hogares de bajos ingresos.

El déficit fiscal primario, explicó el diplomático, se amplió en un 4,3 % en 2015, frente al 12,2 % del PIB en 2014, lo cual refleja los elevados gastos de capital en desarrollo de infraestructuras portuarias y proyectos de construcción, mientras que los ingresos siguen siendo moderados. El déficit externo se disparó un 5,4 % en 2015, frente al 25,6 % del PIB en 2014 debido al aumento de las importaciones de capital, mientras que las exportaciones siguieron deprimidas. La deuda externa (principalmente pública) alcanzó el 66 % del PIB en 2015.

Djibouti ha mantenido reservas internacionales sólidas durante los últimos años. Las mismas se estiman en 350 millones de dólares en 2015 (una cobertura de 3,6 meses de importaciones y un 109 % de divisas). El sector bancario sigue siendo débil con el deterioro de la cartera de préstamos de los bancos comerciales y el aumento de los préstamos improductivos (NPL).

La perspectiva a medio plazo es favorable, con un fuerte crecimiento impulsado por el aumento de la inversión de capital público y privado. Se prevé que el déficit fiscal se reduzca a un promedio de 5,2 % del PIB en 2016-2018. Esto resultará de una expectativa combinada de que: a) las inversiones actuales se traducirán en mayores ingresos mediante la creación de nuevas capacidades de producción y exportación para compensar la carga de reembolso de la deuda, y b) el gobierno emprenderá una serie de reformas para mejorar la movilización de ingresos. Además, con grandes proyectos de infraestructura cerca de su final, el gasto gubernamental también se suavizará.

Se espera que en los próximos años las reservas continúen garantizando una cobertura de importación y de divisas adecuada (de más de cuatro meses de cobertura de importación), manteniendo así la equivalencia del Franco de Djibouti en 177,72 por un dólar.

Pese a las perspectivas positivas, el crecimiento y la estabilidad macroeconómica siguen estando sujetos a importantes riesgos. Los principales incluyen retrasos en la construcción y la falta de eficiencia en la gestión de las nuevas infraestructuras, eventos económicos adversos en Etiopía, cuyos transbordos y tránsitos comerciales representan más del 80 % de las actividades portuarias de Djibouti. La evolución de la seguridad en los países vecinos o en el Mar Rojo.

Por último, el embajador Nasser Mohamed Ousbo señaló que la economía africana tiene un buen porvenir y eso también representa una mayor posibilidad de intercambio y desarrollo para los países del Sur y en especial para América Latina pues los productos manufacturados que se produzcan en esa región tienen mercado en el continente africano. 

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