Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:34 pm
Delegaciones de alto nivel están hoy en Ismailia, al norte de Egipto, para asistir a la inauguración del nuevo canal de Suez, la gran esperanza económica del gobierno del presidente Abdel Fattah El Sisi, reporta un despacho de la agencia Prensa Latina.
La ceremonia transcurrirá bajo una espada de Damocles por la amenaza del grupo armado Estado Islámico de ejecutar a un súbdito croata raptado a fines de julio pasado en el plazo de 48 horas si las autoridades no liberan a las musulmanas encarceladas en Egipto.
Entre las personalidades reportadas por medios oficiales están el rey de Bahrein, Hamad bin Isa al Jalifa, y los jefes de Estado de Níger, Mahamadou Issoufu; Mauritania, Mohamed Ould Abdelaziz, y Congo, Joseph Kabila.
El canciller maltés, George Vella, y una representación de Rumania, también hicieron noche en El Cairo, la capital, según la agencia MENA, que informó el arribo del diplomático ruso Mijail Novakovich, sin mencionar al primer ministro Dmitri Medvedev, cuya asistencia fue anunciada.
Entre los huéspedes ilustres se espera al presidente francés, Francois Hollande, que anunció su asistencia, pero cuya llegada no se ha informado.
Las autoridades egipcias desean que la ceremonia inaugural de la vía acuática haga época, al igual que en su momento la apertura del canal existente, hace 146 años, con algunas diferencias.
En esta ocasión ninguna emperatriz presenciará el corte de la cinta simbólica, como en 1869, cuando Eugenia de Montijo, vio pasar el primer buque por el canal ideado por su compatriota Ferdinand de Lesseps, cuya construcción costó 120 000 vidas y en 1956 fue causa de una agresión franco-británica-israelí.
En desquite, esta vez sí se interpretará la ópera Aída, encargada entonces al maestro italiano Giusseppe Verdi, que no la pudo completar a tiempo.
Esta vez los asistentes, bajo un sol de suplicio, verán las maniobras de una escuadrilla de cazabombarderos Rafale recién adquiridos en Francia y otra de F-16s que Estados Unidos acaba de entregar, en la descongelación de la ayuda castrense anual de 1 300 millones de dólares.
