Lunes
29 de Abril  2024 

Rajoy parece no escuchar el clamor en las calles

Nuevamente una multitud de indignados españoles salieron ayer domingo a la calle para protestar contra los recortes anunciados en temas tan sensibles como la sanidad y la educación, que han sido defendidos por el Gobierno como necesarios para ayudar a reducir drásticamente un elevado déficit público


Lunes 30 de Abril de 2012 | 12:00:00 AM 

Autor

Luis Ubeda

Haciendo énfasis en que "Con la educación, la sanidad y el trabajo no se juega", miles de jóvenes y jubilados se mezclaron con familias enteras que acudieron a la marcha en la capital desafiando una lluvia pertinaz y pese a coincidir con un largo puente por dos festivos en Madrid la próxima semana.

Luego de estrenar por segunda vez en tres años una recesión, España ha vuelto al epicentro de la crisis de deuda de la zona euro, a la vez que el Ejecutivo propuso ahorrar 10 000 millones de euros en los sectores educativo y sanitario, tratando de cumplir con un brutal recorte del déficit público para pasar de 8,5 % del PIB de 2011 hasta 3,0 % en 2013, y quedar bien ante los ojos de la Unión Europea.

Las marchas de ayer, marcadas por un clima lluvioso en casi toda España, provocaron que algunos indignados se quedaran en sus domicilios, exactamente al cabo de un mes de la primera huelga general contra el Gobierno derechista de Mariano Rajoy, que sacó a las calles a centenares de miles de ciudadanos contra la reciente reforma laboral.

El domingo, Rajoy defendió su agenda reformista por “ser imprescindible para hacer frente a la profunda crisis económica del país”, y aseguró que continuaría aprobando nuevas medidas para “devolver al país a la senda del crecimiento…”

Entre tanto, los líderes de los principales sindicatos españoles no aludieron a la posibilidad de convocar otra huelga general, pero sí prometieron más movilizaciones contra lo que consideraron un grave desmantelamiento del modelo de sociedad.

"Estos recortes van a suponer la imposición de privatizaciones de servicios básicos y sacrificios para las familias trabajadoras y medias", dijo el líder de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, al término de la marcha en Madrid. "No podemos permanecer impasibles", añadió.

Por su parte, el secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, denunció el empobrecimiento de los españoles por las medidas adoptadas por el Gobierno y habló de una gran operación de transferencia de las rentas del trabajo a las rentas del capital. "España frente a esto tiene que rebelarse (...) Vamos a seguir, que no le quepa ninguna duda. ¿Hasta dónde? Hasta donde nos acompañe la gente", afirmó.

La nueva jornada de protestas se celebró dos días antes de las tradicionales marchas del 1 de Mayo, que bien pudieron significar botones de muestra para el anuncio de nuevas medidas de fuerza.

Promete Rajoy viernes austeros

Entre tanto, Rajoy anunció el domingo que cada viernes en el Consejo de Ministros se seguirían aprobando nuevas medidas, desde su óptica, "más positivas, necesarias y obligadas que nunca", aunque la realidad es una España con una economía en recesión y un sector bancario en el foco de los mercados.

Ratificó que el Partido Popular seguirá gobernando y “hacer todo lo necesario para salir de aquí", dijo en la clausura del congreso del PP en Madrid. "Estamos trabajando para darle la vuelta a situación. Lo vamos a hacer, pero os digo que va a costar (...) Es una agenda reformista convertida en el punto de partida de la España de mañana", declaró.

Sin embargo, parece que a una gran mayoría de españoles se les ha agotado la capacidad de vivir de ilusiones… ante tantos recortes de Salud Pública y Educación, opción defendida a capa y espada por el actual inquilino de la Moncloa. 

Para asombro de sus acólitos, Rajoy reconoció que su Gobierno había adoptado medidas que no estaban en su programa electoral, como las subidas de impuestos ya aplicadas o las anunciadas para 2013, pero aseguró que no quedaba otra alternativa.

"Entiendo perfectamente a muchas personas que se ven afectadas por las decisiones que tomamos porque soy absolutamente consciente de lo que estamos haciendo", aseguró.

Habría que preguntarle al presidente español por qué la tasa de paro de la población activa anda por 24,4 %, la nación galopa sin freno hacia su segunda recesión en tres años, y ha vuelto al centro de la crisis de deuda de la zona euro después de que la agencia de calificación Standard & Poor´s redujese su calificación crediticia dos escalones por las incertidumbres que despierta su balance económico.

Dentro del debate abierto en Europa sobre la necesidad de adoptar medidas de estímulo económico y no solo de recortes, Rajoy dijo: "Apoyaremos todas las políticas de crecimiento que se presenten en el Consejo Europeo y España hará sus aportaciones", pero dejando sentado que "estamos a favor de las políticas de austeridad porque si no las hay, no habrá crecimiento".

El líder derechista aprovechó también para arremeter contra los socialistas en la oposición, cuyo secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, acusó a la bancada del PP de echar mano de la ideología y las mentiras para explicar la situación actual.

Rubalcaba aseguró que la herencia dejada por los socialistas era "una educación pública y obligatoria hasta los 16 años, una sanidad con cobertura gratuita, un sistema de relaciones laborales con derechos y diálogo social y una igualdad entre hombres y mujeres que están poniendo en riesgo".

Comparte esta noticia