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China y el Caribe se unen por el desarrollo

Proyectan seguir elevando la cooperación y el comercio bilateral que en 2010 ascendió a 4 300 millones de dólares, 11 veces el valor alcanzado hace 20 años, declaró en entrevista a este semanario la embajadora de la nación asiática en Cuba, Liu Yugim


Viernes 09 de Septiembre de 2011 | 12:00:00 AM 

Autor

Marta Veloz

El llamado Gigante asiático, reconocido por el Banco Mundial como poseedor de la economía internacional más pujante en los últimos años y la segunda mayor del mundo, con 12 % del PIB, continúa estrechando lazos con Latinoamérica y el Caribe. Con ese fin, se llevará a cabo en Puerto España, capital de la República de Trinidad y Tobago, el Tercer Foro de Cooperación Económica y Comercial China-Caribe, los días 12 y 13 de este mes, según declaró en entrevista exclusiva a Opciones Liu Yugim  embajadora de la República Popular China en Cuba (RPC).

El evento, patrocinado por ambos gobiernos, dijo la diplomática, tiene como objetivo central profundizar las relaciones económicas y comerciales entre su país y la región, "para contribuir al avance justo de las naciones". De ahí que el tema principal a debatir sea: La cooperación y el desarrollo recíproco y el beneficio mutuo de las ganancias.

La agenda del Foro incluye la realización de varios simposios entre estos, los dedicados a la cooperación en el turismo, la agricultura y la pesca, así como el tema financiero y sus instalaciones básicas. Igualmente, podrá apreciarse una exposición en torno a la contribución entre la región antillana y el país que concentra cerca de 20 % de la población del planeta.

Presidirán la cita el viceprimer ministro chino, Wang Qishan y el viceministro de Comercio, Wang Chao, a quienes acompañará una comitiva de más de 100 empresarios.  El presidente de Trinidad y Tobago, George Maxwell Richards, será la figura central por los anfitriones.

Comienzan los vínculos

La RPC despuntó en sus relaciones diplomáticas con el Caribe apenas a una década de haber iniciado un decisivo vuelco en su política económica, que la ha llevado a convertirse -a la vuelta de 60 años- en la locomotora del crecimiento de la economía mundial, al decir de analistas y organismos internacionales. En septiembre de 1960, establecieron sus primeros vínculos con Cuba. Entre los países de habla inglesa, Guyana tuvo la primacía en 1972 y en el mismo año, le siguió Jamaica, recordó la Embajadora.  A partir de entonces, afirmó, las relaciones políticas entre China y la región comenzaron a profundizarse, tomando más auge en los últimos años, especialmente a partir de que en 2003 su Viceprimera ministra visitó ocho países caribeños de habla inglesa.

De esa gira, nació la idea de establecer un mecanismo de cooperación para ahondar las relaciones económicas y comerciales bilaterales, que se concretó en 2005 con la celebración del Primer Foro, efectuado en Jamaica. El segundo, en 2007, se materializó en China, con la participación de delegaciones de 13 naciones del Caribe, incluyendo algunos que no tienen relaciones diplomáticas con el Gigante asiático como Haití, República Dominicana y Santa Lucía.

"Con los dos foros anteriores se fortaleció el conocimiento y entendimiento mutuo entre ambas partes lo que ha servido para crecer en el intercambio comercial y llevar hacia adelante la cooperación", valoró la entrevistada. Como prueba de ello dio a conocer que en 1991 el monto del comercio entre China y los países caribeños fue de 400 millones de dólares y ya el pasado año se elevó a unos 4 300 millones de dólares, cerca de 11 veces el valor de hace 20 años.  Aunque considera que hay mayores potencialidades en ambas partes, piensa que el avance ha sido importante.

Intercambio con Cuba

La RPC, relacionó la Embajadora, importa prioritariamente, azúcar, (fundamentalmente de Cuba), níquel, óxido de aluminio, madera y asfalto.  Exporta, principalmente, equipos electrónicos, en especial de línea blanca, maquinarias, productos textiles y embarcaciones.

La Mayor de las Antillas es el principal socio comercial de China en la región. El año pasado, alrededor de 1 830 millones de dólares -cifra cercana a la mitad del monto total del comercio bilateral-, correspondieron al trueque con la Isla. Después le siguen Bahamas, con la que el intercambio llega a 600 millones; Trinidad y Tobago, unos 400 millones; y Jamaica, alrededor de 239 millones, dio a conocer la Embajadora.

Aunque el peso de la balanza comercial se inclina a China, la diplomática destacó que este año esa situación ha variado con respecto a Cuba, pues en el primer semestre, de 943 millones de intercambio bilateral, las exportaciones cubanas ascendieron a 536 millones, más de la mitad. Estas se han concentrado, fundamentalmente, en azúcar; derivados de la caña, -licores entre otros-  y productos biotecnológicos.

Hizo énfasis en que no solo se incrementa el comercio con la región, sino igualmente la cooperación entre sus países. Muchos son los ejemplos, pero entre estos vale destacar el de Cuba que, como principal socio, tiene un espacio importante. Por ejemplo, se refirió a una empresa mixta para el cultivo del arroz en la oriental provincia de Granma que, dijo, ha tenido éxito técnicamente al lograr una producción de cinco toneladas por hectáreas, mientras que localmente es de algo más de dos. Expresó que en la actualidad trabajan para erradicar dificultades en el desarrollo de este proyecto.

La acuicultura es un proyecto en el que China aporta expertos para desarrollar el cultivo de peces de agua dulce. Ahora se lleva a cabo el tercer período de implementación en La Habana. A su vez, es una de las modalidades del  variado plan de formación y capacitación de recursos humanos a que se ha comprometido esa nación con el Caribe, al decir de Yugim.

Igualmente en el Gigante asiático está la presencia cubana. En Beijing, se construyó una fábrica para producir anticuerpos monoclonales, para el tratamiento contra el cáncer, así como otra industria en el noreste del país, para obtener interferón. Actualmente se ultiman detalles para comenzar la producción de PPG. El hotel cubano-chino, edificado en Shangai marcha bien, según la Embajadora, y el previsto a construirse en La Habana, está por concretarse.

El desarrollo turístico es más lento, debido a que las distancias geográficas encarecen los pasajes, pero opina la entrevistada que en la medida que mejore la economía doméstica, según crece el PIB del país -que en el primer semestre de este año llegó a
8 % de 9 % en plan- este aspecto cambie, dado el gran interés que muestran en conocer la región latinoamericana y caribeña. Cuba fue el primer país declarado por el gobierno chino como destino turístico en 2003,  y también se visitan otros destinos como Jamaica y Bahamas.

El comercio bilateral de China con los países de América Latina es superior a los 121 500 millones de dólares y de estos, más de 4 000 millones están concentrados en la región caribeña.  La RPC se ha colocado como segundo socio comercial del mundo en Latinoamérica, donde el peso del flujo cae en Brasil y Chile, mientras que del Caribe, es el segundo aliado internacional de Cuba luego de Venezuela.

Otro aspecto que ha contribuido al avance de las relaciones es que entre los diez países de la región caribeña que tienen vínculos diplomáticos con la nación asiática, cinco ya firmaron el convenio de comercio. (Cuba, Surinam, Jamaica, Guyana y Trinidad y Tobago). Igual cantidad rubricaron el acuerdo de Promoción y Protección de las Inversiones mutuas (Cuba, Jamaica, Barbados, Trinidad y Tobago y Guyana). Y cuatro, se adscribieron al convenio de exención de la doble tributación de impuestos. (Cuba, Jamaica, Barbados y Trinidad y Tobago).

China también ha ido introduciéndose en organismos económicos caribeños. En 1982, comenzó como observador en el Banco de Desarrollo Caribeño y en mayo de 1987 fue aceptado oficialmente. También  es miembro titular del Banco de desarrollo americano desde hace pocos años.

Mediante estos foros, enfatizó la Embajadora, China ha expresado "su voluntad de profundizar los vínculos e intercambios comerciales con la región, "porque las relaciones políticas son excelentes con cada nación, y sobre todo, porque ambas partes están muy conscientes de que tenemos que concentrar nuestros esfuerzos para trabajar juntos y enfrentar los grandes desafíos de la globalización, compartiendo el desarrollo y las ganancias. Ello es viable si, además, seguimos nuestra política exterior de no intervenir en los asuntos internos de otros países, respetar la soberanía, la independencia, y la autodeterminación de cada pueblo, que tiene el derecho a decidir sus destinos", concluyó.

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