Una campaña en nombre de los esfuerzos que inspiran los tiempos que corren, despliega el colectivo de la Comercializadora Escambray para encauzar su favorable respuesta a la demanda con signos de urgencia en la entrega de recursos destinados a restituir viviendas, centros de salud, educacionales, comerciales, productivos y de servicios, de la forma más ágil y expedita posible. Autor: Cortesía de la empresa Publicado: 11/01/2023 | 02:26 pm
Silvio Domínguez estuvo casi dos meses sin ir a la casa porque se dedicó en cuerpo y alma al aseguramiento de la transportación para concretar con la agilidad requerida la facturación de las ventas de materiales de la construcción destinados a la recuperación de la occidental provincia de Pinar del Río, en cumplimiento de su deber como chofer de la Empresa Comercializadora Escambray.
Eso bien lo pueden corroborar vecinos de ese terruño, damnificados por el azote del huracán Ian, como la octogenaria Magdalena Otero y su esposo, quienes junto a otros miles, perdieron, el techo de su casa y parte de sus bienes tras el azote del potente huracán al archipiélago cubano en septiembre de 2022.
Una campaña en nombre de los esfuerzos que inspiran los tiempos que corren, despliega el colectivo de la Comercializadora Escambray para encauzar su favorable respuesta a la demanda con signos de urgencia en la entrega de recursos destinados a restituir viviendas, centros de salud, educacionales, comerciales, productivos y de servicios, de la forma más ágil y expedita posible.
Su director general, Nestor Marrero Gálvez, destacó la actitud solidaria de la entidad que, a pesar de ser pequeña por la cantidad de trabajadores, puede considerarse una gran empresa por su alcance nacional, su eficaz desempeño y las enormes potencialidades comerciales, aún por desplegar en toda su magnitud.
“Ni en las situaciones más difíciles nos damos por vencidos”, aseveró el directivo al subrayar que la empresa Escambray ha puesto a prueba en los últimos meses sus capacidades técnicas y la calificación de su fuerza laboral especializada, que se caracteriza sobre todo por su abnegación, demostrada tras el azote del huracán Ian al occidente cubano, donde dieron respuesta a la emergencia constructiva, pues más de 90 000 inmuebles recibieron algún tipo de daño.
“Aún sin contar con todos los recursos para enfrentar un fenómeno de la envergadura de Ian ni lograr la más rápida recuperación de sus estragos, lo alcanzado hasta la fecha nos llena de regocijo, tal como la creación de casi cien puntos de venta directa en Pinar del Río (antes del meteoro, por ejemplo, solo se contaba con once en ese territorio)”, precisó.
Muy significativa resulta la decisión de concentrar los recursos y acercarlos lo más posible a los damnificados; es decir, desde el centro de carga hasta los puntos de venta para que se reciban con prontitud y en esto han contribuido las horas de sacrificio, desandando caminos intransitables, el poco descanso los domingos, las jornadas nocturnas a pie de obra, pero siempre con la satisfacción de sentirse partícipes del gran empuje solidario generado en todo el archipiélago tras los estragos del meteoro Ian.
En el año recién concluido sobresalió Escambray por asumir la comercialización de más del 90% de los materiales de la construcción destinados a la recuperación de las provincias del occidente del país, en particular la más perjudicada, Pinar del Río, a partir de las entregas provenientes de diferentes suministradores de tejas, perfiles y áridos, entre otras producciones, transportadas por distintas vías: vagones de tren, rastras y todos los medios posibles.
Muchos de los resultados se relacionan con el encadenamiento productivo; entre estos se destaca el compromiso con el pueblo pinareño y el resto de los territorios dañados, que han contado con el aporte de colaboradores locales, entidades transportistas del Ministerio de la Construcción, además de organismos como la agricultura, las FAR, productoras de tejas de asbesto cemento -Perdurit-, de tejas metálicas; la empresa de canteras, cemento, carpintería, Empromat, el grupo Gesime, entre otras.
Las acciones ejecutadas junto a las unidades territoriales de la empresa Escambray, han determinado los avances en las tareas de logística asociadas a la recuperación y, en apenas dos meses tras el paso de Ian, ya tenían facturado alrededor de 380 millones de pesos en la comercialización de materiales de construcción para las provincias dañadas.
“Sí, más de 90 000 viviendas con diferentes tipos de perjuicios exigen una respuesta rápida y por eso es esta aún la prioridad de la entidad, enfrascada en abastecer con áridos desde las canteras, contribuir al traslado de todo el material constructivo posible, tejas de asbesto, de zinc, madera y elementos de carpintería en general, para acercarlos cuanto más sea posible a los damnificados y que sean abastecidos ágil y oportunamente”, puntualizó Marrero Gálvez.
Se refirió a los desafíos para 2023, el cual -dijo- será un año de sacrificio y mucho trabajo porque se continúa dando respuestas al programa nacional de la vivienda que es una de las prioridades del país, en especial lo concerniente a la recuperación de Pinar del Río, lo cual podría extenderse incluso hasta el 2024, teniendo en cuenta la envergadura de los daños a su infraestructura habitacional, industrial, social y económica en general.
Proseguirán las acciones para este año alcanzar igualmente niveles de venta acordes con las respuestas y soluciones que requiere el programa de viviendas que abarca las necesidades de todo el país, y se mantendrá la estrategia del encadenamiento con otras entidades y las formas de gestión no estatal que lo mismo les sirven de proveedoras de materiales como de clientes, a partir de una buena contratación y el mejor seguimiento de los vínculos expeditos con esos nuevos actores.
Señala el Director que entre las metas se destaca la de mantener el crecimiento de las ventas y lograrlo con niveles elevados de productividad, pues ya demostraron que con casi el 50% de la fuerza laboral de hace varios años atrás, hoy logran resultados similares y hasta superiores.
“La palabra de orden aquí es trabajar y hacer las cosas bien, porque en momentos complejos en que no pocos recursos escasean, tenemos que ponerlos donde verdaderamente hagan falta, sin malgastar un bloque, ni un kilo de cemento, y en esa batalla por la racionalidad está el llamado también a producir los materiales en los territorios, aprovechar el desarrollo local como lo más viable para ayudar a impulsar la edificación de viviendas y de otros tipos de industrias, junto a las obras sociales”, comentó.
Anunció la posibilidad de que la Empresa constituya sendas asociaciones económicas internacionales, con Portugal y Venezuela, y recientemente sostuvieron intercambios con una compañía estatal china interesada en concretar acciones de cooperación.
Ratificó que como empresa estatal socialista proseguirán su rumbo afianzando su gestión para “proveer comercialización, distribución y servicios de almacenamiento, brindando las mejores soluciones, enfocados en la demanda, necesidad e intereses de los clientes, comprometidos en satisfacer e incrementar las expectativas, con un alto nivel de profesionalismo, logrando un impacto positivo en la disminución de sus costos y los tiempos de ejecución de sus proyectos, así como la mejora continua de la calidad de sus servicios y productos, mediante alianzas estratégicas con diversas entidades”.
La Empresa Escambray es el canal de comercialización de la Industria de los Materiales de la Construcción en Cuba, para lo cual presta un servicio más amplio en la búsqueda de mayor eficacia en la contribución al avance sostenible del país. (Continuará)
