La incorporación de los avances científicos que obtiene el país para acompañar la producción de la agroindustria azucarera, sin olvidar sobre todo que sin caña no hay resultado efectivo de las investigaciones, marcó el debate de directivos y expertos en el II Taller Con más ciencia, dedicado al desarrollo de este capital sector de la economía nacional.

El conjunto de especialistas reunidos en el Centro Nacional de Capacitación Azucarera (CNCA), de La Habana, liderados por el Consejo Técnico Asesor del Grupo Azucarero AZCUBA, abordaron temas sobre el impacto de la ciencia en cada línea de desarrollo de esta agroindustria en el actual año y los proyectos a desplegar en 2021.

Al intervenir en la clausura del taller, Jorge Luis Tapia Fonseca, viceprimer ministro de Cuba, destacó la validez de continuar incorporando los logros científicos al avance de la agroindustria azucarera y llamó a centrar los análisis en recuperar la producción cañera como esencia fundamental.

Advirtió que si no hay caña, “no habrá resultado de la ciencia posible; tenemos que aumentar los niveles productivos de las plantaciones para que entonces tengamos más azúcar, más derivados, más energía, más alimento animal, entre otros; por tanto, la clave está en cómo aumentar la producción cañera en Cuba”.

En pos de ese objetivo, Tapia Fonseca llamó a acelerar el programa de las nuevas variedades de caña que se han estado evaluando y alentó a seguir trabajando en el avance tecnológico de la industria azucarera, asociado a un proceso de preparación de quienes dirigen desde la base productiva, reforzando los vínculos con las universidades y demás instituciones científicas.

Convocó además a promover y llevar jóvenes a la escuela de capacitación, donde se puedan formar para dirigir las nuevas tecnologías que va incorporando el sector, teniendo en cuenta el complicado  nivel de envejecimiento y descapitalización de los recursos humanos que afronta la industria azucarera.

Dijo que tal problemática está identificada y se trabaja en varias acciones para enfrentarla, sobre todo con estrategias como la que asume el Grupo Azucarero AZCUBA, por lo cual “el seguimiento sistemático que demos a este programa propiciará lograr más azúcar de calidad, derivados, energía e incremento de las exportaciones”.

Abanderados de la ciencia

También la ingeniera Inés María Chapman Waugh, viceministra primera de la República de Cuba, subrayó la importancia de que cada administrador de central y productor cañero domine y aproveche en beneficio de su empresa y de la sociedad los resultados científicos y sus proyecciones a corto, mediano y largo plazos.

Señaló que solo bajo tales circunstancias es posible avanzar hacia resultados superiores, asegurando además mejores condiciones de vida en las comunidades y bateyes de los centrales azucareros y concretar los encadenamientos con otras industrias.

La Viceministra enfatizó que el empresariado en los municipios debe ser abanderado de la implementación de la ciencia, la tecnología y la innovación, aun en medio de las afectaciones del nuevo coronavirus y del bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos.

Por su parte, Elba Rosa Pérez Montoya, titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), reiteró la prioridad que tiene para el país la transformación productiva de la agroindustria azucarera y sus derivados.

Indicó que la introducción de nuevas tecnologías contribuirá a  elevar la eficiencia y el valor agregado de esas producciones sobre la base de la formación y movilización del potencial humano, en particular de los jóvenes en las comunidades.

La Ministra subrayó la trascendencia de la implementación de la ciencia, tecnología e innovación en la agroindustria azucarera y su carácter multidisciplinario, lo que implica la utilización de un método científico en todo lo que se haga.

Destacó la existencia de un potencial de recursos humanos de consideración y condiciones para avanzar, a pesar de lo cual la gestión empresarial todavía carece del impacto previsible en la sociedad y en la economía, en particular en cuanto al cierre del ciclo investigación-producción-comercialización.

Previo a esta jornada de clausura y mediante videoconferencias, directivos y especialistas del sector intercambiaron las experiencias de los resultados científicos de las provincias en sus respectivos encuentros en universidades.

De igual forma los integrantes del Consejo Técnico Asesor del Grupo Azucarero AZCUBA debatieron sobre el impacto de la ciencia en cada proyecto de la agroindustria en 2020 y los correspondientes a 2021.

Julio Andrés García Pérez, presidente de ese Grupo, ofreció detalles del Programa Azucarero hasta 2030, sobre la base del incremento de los ingresos por exportaciones y la sustitución de importaciones.

Estrategia de desarrollo

Noel Casañas Lugo, vicepresidente de AZCUBA, al exponer  el objetivo general de la proyección y estrategia de desarrollo de la agroindustria azucarera cubana, redundó en la prioridad de incrementar los ingresos por exportaciones y la sustitución de importaciones.

Para alcanzar tales propósitos trabajan en la diversificación de las producciones de la agroindustria, fortaleciendo su encadenamiento con la economía nacional a partir de un movimiento de innovación y transferencia tecnológica para su desarrollo sostenible con participación de las entidades de ciencia, inversión extranjera y la colaboración internacional.

Casañas Lugo precisó que se han identificado nueve líneas de trabajo que devienen áreas estratégicas para el desarrollo, entre ellas la producción intensiva de caña de azúcar, mecanización, cosecha y transportación de la caña, modernización de los centrales y producción de derivados, así como el encadenamiento productivo.

También se prioriza la línea de generación de electricidad con biomasa, la automatización e informatización de los procesos, exportación a partir de elevar la calidad e inocuidad, el desarrollo del capital humano, de bateyes y comunidades, además de la producción de alimento animal y humano.

Con el propósito de  alcanzar las metas antes enunciadas proyectaron acciones estratégicas soportadas en 53 proyectos de investigación, desarrollo e innovaciones de conjunto con universidades y centros de investigación; se proponen igualmente retomar tecnologías a partir de las experiencias de períodos anteriores y otras técnicas de países líderes a estudiar y adaptar.

Casañas Lugo refirió que como soporte financiero se conformaron 90 proyectos –fijados en la Cartera de Oportunidades de Inversión Extranjera del MINCEX-, que incluye 22 propuestas para inversión extranjera, otras 23 para bancos y fondos foráneos y 45 destinados al área de la colaboración internacional.

En la clausura de esta segunda edición del taller Con más ciencia, García Pérez y Eduardo Martínez Díaz, presidente del Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica BioCubaFarma, suscribieron un convenio de cooperación.