Sábado
20 de Abril  2024 

Imprimirle mayor ritmo a la nueva estrategia socioeconómica

En comparecencia televisiva, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, informaron  sobre la nueva etapa en el enfrentamiento a la COVID-19


Viernes 09 de Octubre de 2020 | 12:00:00 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

Cuba se halla inmersa en tres grandes combates, que se resumen en el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19, la denuncia del bloqueo y la persecución financiera, y la implementación de los acuerdos del Congreso del Partido, concentrados en la nueva Estrategia Económica y Social.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República de Cuba, destacó que “vivimos momentos de potenciar la buena voluntad por hacer, la energía para crear y la unión de propósitos para salir adelante”.

“Lo que hemos visto es una muestra abundante de heroísmo cotidiano, perseverancia y voluntad que se opone al cansancio después de siete meses”, aseguró al referirse a lo vivido por el país en el enfrentamiento a la pandemia que hoy asola al mundo. Y en ese sentido, resaltó el apoyo de miles de personas de diferentes sectores. “Inspira ver cómo gente común han arrimado el hombro para mantener lo imprescindible, porque saben que de eso depende la vida de sus compatriotas”.

El Presidente de la República agradeció al pueblo en nombre del General de Ejército Raúl Castro Ruz, del Partido y el Gobierno. “Hay que reconocer a todas las personas que han tributado con sus acciones y aportes al milagro de la resistencia cubana. Con ellos estamos a la vanguardia de un mundo mejor”.

Tras reconocer la complejidad del momento, con retos y desafíos enormes, Díaz-Canel subrayó que no existen imposibles cuando se trabaja con unidad.

“El amor por Cuba nos une y moviliza y ese amor nos salvará. Todo pensamiento es una semilla, y pensar como país es sembrar el futuro. Cuba salva, sana y siembra futuro. Siempre se impondrá la certeza de que el mañana depende del presente, que construimos hoy, aquí y ahora”, aseveró.

Al anunciar el tratamiento de temas de actualidad muy complejos, explicó que también estos se relacionan con decisiones que permitirán caminar buscando la luz si participamos todos de una manera responsable.

Se refirió al complejo contexto mundial, el cual se hizo más incierto y desesperanzador con la llegada de la Covid-19 y que ha servido de escenario a una realidad nacional sumamente desafiante al tener que enfrentar la pandemia, la agresividad del bloqueo de EE.UU contra nuestro país y el empeño de avanzar en la implementación de la estrategia económica y social.

Sobre la nueva estrategia socioeconómica, el Presidente reiteró que se aprobó con el objetivo de impulsar temas pendientes y para potenciar la economía en una situación de crisis pos-COVID-19.

Describió las actuales condiciones del país, caracterizadas por menos entrada de ingresos, una contracción del turismo y mucha incertidumbre en el abastecimiento del combustible por todos los impedimentos del gobierno de Estados Unidos en cuanto a los arribos de este a la Isla.

Es considerable también la contracción de las producciones y su lógico efecto en la oferta de bienes y servicios, el desabastecimiento en las redes del comercio, una inflación “reprimida” que se evidencia en las colas, insuficiencias en la producción de alimentos y crecimiento en las afectaciones a los trabajadores debido a la pandemia.

Explicó que ante este escenario, se tuvo que introducir una necesaria y no deseable parcial dolarización en la economía, y están presentes manifestaciones de delitos e ilegalidades, que se suman a la acumulación de problemas estructurales más los retos de la tarea ordenamiento que debe conducir a la unificación monetaria y cambiaria, uno de los acuerdos pendientes del Congreso del PCC.

Señaló que todo esto obliga a imprimirle un mayor ritmo a la implementación de la estrategia, aunque -precisó- no resulta tan fácil hacerlo en la transformación de la agricultura y en el redimensionamiento empresarial de ese sistema, a pesar de la voluntad de trabajar con intensidad.

El Presidente exaltó la necesidad de impulsar una relación más adecuada con todas las formas de gestión, incrementar la producción industrial, estimular todas las ofertas de bienes y servicios, tanto en el sector estatal como en el no estatal, poner en marcha el verdadero fortalecimiento de la empresa estatal y las transformaciones pendientes, así como transformar y modernizar el comercio.

Informó que ya se han implementado un grupo de medidas de la estrategia económica y social que serán explicadas la semana próxima en una Mesa Redonda por el vice primer ministro Alejandro Gil y otros ministros, en tanto subrayó que hay otras propuestas que tienen determinados niveles de aprobación, de concertación, y se avanza en las capacitaciones y aseguramientos necesarios para desplegarlas.

Sobre la unificación monetaria y cambiaria

Sobre la tarea de ordenamiento como parte de la estrategia, el Presidente cubano señaló que en estos momentos se encuentra en una fase superior, con definiciones claras de cuáles son sus principales componentes.

Precisó que ahora los esfuerzos se concentran en capacitar a todas las personas involucradas en el desarrollo de ese proceso y en crear condiciones en todos los ámbitos en los cuales habrá determinados impactos.

“La envergadura de esta tarea es grande, es un trabajo integral, conceptualmente profundo y abarcador que ha llevado años de estudio, y que tiene en cuenta múltiples interrelaciones en la economía”, argumentó el mandatario al aclarar que sobre la implementación de esta medida se le informará oportunamente a la población para tratar de alejarse de las falsas noticias.

Abundó en el ordenamiento monetario y cambiario, en su carácter interdisciplinario y transversal, y en la necesidad de aplicarlo en medio de la complejidad que estamos viviendo. “Se han analizado todos los elementos de cómo se puede aplicar en las condiciones actuales, hasta dónde vamos a llegar, en qué nos vamos a quedar con alguna limitación y cómo vamos a avanzar después”.

Sobre la necesidad de implementar esa medida, explicó que solo la tarea ordenamiento destraba la mayoría de los asuntos pendientes que hay en la economía, aunque ratificó que la unificación monetaria y cambiaria no constituye la solución mágica a los problemas económicos y financieros, pero sí debe conducir a la elevación de la productividad del trabajo y a un desempeño más eficiente de las fuerzas productivas.

Al abordar detalles de ese proceso, anunció que se suprimirán parcialmente subsidios indebidos, se implementará la reforma salarial, así como de las pensiones y los precios.

Ratificó que se preservarán las conquistas fundamentales de la Revolución, como Salud y Educación gratuitas consagradas en la Constitución y recordó que nuestro socialismo excluye como política la aplicación de terapias de choque a los trabajadores, por lo que nadie quedará desamparado.

El Presidente informó que en una primera etapa se mantendrá vigente la libreta de abastecimiento como un mecanismo que asegura el acceso de la ciudadanía a la compra de artículos básicos en condiciones de déficit de oferta y protege ante las pretensiones de acaparadores y/o especuladores. 

Una vez más el mandatario cubano ratificó la decisión del Estado de garantizar los depósitos de la población y de las personas jurídicas, sean nacionales o extranjeras, en los bancos, así como todo el efectivo que esté en CUP, CUC o MLC. 

Díaz -Canel aclaró que no vamos a un cambio de moneda como el realizado en los primeros años de la Revolución, y precisó que se quedará la moneda nacional que tendrá una convertibilidad con la moneda libremente convertible.

Informó que a partir de la semana próxima todos esos temas serán explicados en detalle  por el titular de Economía y otros ministros y compañeros que bajo la conducción de Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, han estado atendiendo la tarea ordenamiento. 

Se conocerá sobre cuáles son los conceptos fundamentales del ordenamiento, qué es la unificación monetaria y cambiaria, cuáles son los asuntos que requieren una observancia, la magnitud y los beneficios de estas decisiones y de este complejo proceso, para explicar bien a la población y que no hayan falsas expectativas.

Cuando ya estén dadas todas las condiciones de capacitación y aseguramiento y se decida la fecha en que se aplicará la tarea, nuestros medios de comunicación masiva, con tiempo y con oportunidad, informarán a la población de qué día se empezaría a implementar, y de qué manera se operaría.

Además, el Presidente pidió al pueblo que tenga confianza, pues todo está organizado y previsto, y aseguró que habrá posibilidad de recoger dudas y explicarlas. “Este proceso permitirá destrabar muchas cuestiones que hoy impiden el avance de la actualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista”.

Al abundar en la conveniencia de esta medida, detalló que se favorece al sector exportador al recibir mayores ingresos en CUP por los productos exportados, se propicia la corrección de precios, lo que permite que los bienes nacionales, si se producen con eficiencia, resulten menos costosos que los importados.

También se crean incentivos para elevar la eficiencia y la competitividad en el sector empresarial, se propicia la sustitución de importaciones y los encadenamientos productivos de manera eficiente, así como se permite mayor transparencia en la contabilidad. 

Se prevé que la devaluación de la tasa de cambios y el ajuste de precios mayoristas garanticen la corrección de las actuales distorsiones en los balances empresariales y en los estudios de las inversiones, lo cual -dijo- facilitará, entre otros aspectos, el proceso de asignación y el análisis para la otorgación de subsidios. 

Otro elemento favorable es la adecuada estructura de costos y precios que facilita significativamente la evaluación de los proyectos de inversión extranjera directa y crea las condiciones para establecer comparaciones a partir de parámetros internacionales.

Indicó el Presidente que gracias al ordenamiento, el ajuste en las relaciones entre el sector estatal y no estatal se beneficia y se perfeccionan las posibilidades de complementación entre ambos; además se crea un espacio idóneo para propiciar un incremento de los salarios, un incremento de las pensiones y prestaciones de la seguridad social y de su poder adquisitivo.

 Al calificar este proceso como complejo y de alcance estratégico, Díaz- Canel aseguró que “contamos con la confianza mayoritaria de nuestro pueblo y con la unidad bajo la dirección del Partido para alcanzar el éxito”.

Resultados y lecciones de la Covid-19

Comentó el Presidente que a pesar de que aún existen insatisfacciones, también se pueden compartir resultados y plantearse nuevas metas en distintos escenarios; y puso de ejemplo el  enfrentamiento a la Covid-19, una estrategia eficaz y con evidentes logros, concebida con la experiencia de la Salud cubana en el país y en el mundo, y también con  el aporte de la comunidad científica y el trabajo mancomunado de las organizaciones de masas y políticas, y del pueblo en general.

Destacó en ese frente de combate, el incremento del número de pruebas diarias de PCR (ahora se hacen tres veces más pruebas que en abril último) y la disminución de la letalidad, así como el relevante aporte científico pues más de 13 biofármacos están en ensayos clínicos, y se trabaja en esa esfera de manera muy innovadora e integral.

Díaz-Canel subrayó que se han desarrollado más de 700 investigaciones y hay 16 ensayos clínicos en ejecución con 13 bioproductos. Resaltó la labor de las 52 brigadas de colaboración médica en otros confines del mundo, a las que se han sumado las que ya se encontraban cooperando en esos países. 

Enumeró otros resultados que confirman que se puede trabajar con esos conceptos, como la atención en hospitales al 100% de los casos confirmados de Covid y sus contactos y la satisfacción de que no han colapsado nunca nuestras unidades de cuidados intensivos y ninguna muerte se ha producido por esa causa, como ha ocurrido en otras partes del mundo.

También es plausible que no se reportan niños, embarazadas ni trabajadores de la Salud fallecidos en Cuba, aunque se lamenta la muerte de cuatro colaboradores de la salud cubana fuera del país y destacó el excelente trabajo de los médicos, personal de enfermería, científicos, técnicos de laboratorio y de casi todos los sectores, lo mismo fuera que dentro de la Isla, así como reconoció el papel de los jóvenes, profesionales y estudiantes y la participación de los gobiernos provinciales y municipales, las organizaciones políticas y de masas y el pueblo.

“Ante esos indicadores que tienen estabilidad, se impone plantearse una estrategia que sea capaz de convivir con la enfermedad, para ir reanimando nuestra actividad económica y social, ir fortaleciendo nuestros protocolos e ir aspirando a esa nueva normalidad en la cual es posible convivir con la enfermedad con un mínimo de riesgo”, afirmó. 

Señaló que precisamente eso explica la actualización de la estrategia de enfrentamiento a la COVID-19, aprobada en la última reunión del Buró Político del Comité Central del Partido, presidida por su Primer Secretario, el General de Ejército Raúl Castro Ruz.

Se trata de una estrategia en la que se define bien cada etapa y se conceptualiza la nueva normalidad. Como instó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, no debemos dejarnos alarmar por las cifras, pero sobre todo se debe incrementar la percepción de riesgo pues el virus está constantemente acechando y aprovechando cuando hay una violación de las medidas. 

Señaló el mandatario que debemos ir a un momento donde haya una responsabilidad más compartida, entre los esfuerzos del Gobierno, de las instituciones de salud, de las organizaciones de masa y la responsabilidad individual y social en escuelas, fábricas, comunidad, tiendas y lugares públicos.

Exaltó que la planificación, un elemento propio de nuestro sistema, a veces muy criticado por algunos, es lo que puede explicar el principio de justicia social imperante en medio de esta situación y que se haya podido mantener, a veces sin satisfacer, las entregas normadas, las ofertas alimenticias y de aseo, en un contexto de cierre de fronteras, de contracción del mercado y de absoluta persecución económica y financiera del gobierno de los Estados Unidos. 

 Arreciado bloqueo de EE.UU

El Presidente cubano caracterizó la situación mundial y profundizó sobre el recrudecimiento del bloqueo impuesto por Estados Unidos, una política muy agresiva que constituye hoy la principal amenaza al derecho de nuestro pueblo a vivir en paz, con justicia, seguridad y libertad. 

“Una brutalidad que se manifiesta con la actual administración norteamericana, en una elevación de la retórica anticubana a niveles solo comparables a los de los momentos de la Guerra Fría”, denunció el mandatario.

Ilustró ese hecho con las acciones de persecución financiera, campañas de descrédito a la Revolución y sus principales dirigentes, destinadas a quebrar la unidad, intoxicando todos los espacios en los que trabajamos, y también en los prejuicios que aún no ha superado nuestra sociedad, como el racismo, la violencia contra la mujer, el reconocimiento a la comunidad LGTBI. 

Explicó que hay un virtual ejército mercenario viviendo al amparo de una campaña sufragada para enfrentar y amenazar a intelectuales o artistas comprometidos con la Revolución o personas que se han negado a atacarla, todo eso desde la promoción de un linchamiento virtual que apela a cualquier recurso por denigrar, silenciar voces y debilitar liderazgos.

También se ataca constantemente por esos medios las principales fuentes de ingreso del país para estrangularnos, actividades como la salud, el turismo, las remesas familiares y otras más. 

“No ocultan sus propósitos de tratar de promover un estallido social en Cuba, como parte de intereses puramente electorales y para quedar bien con la mafia anticubana radicada fundamentalmente en Miami”, alertó el Presidente.

En cuanto al arreciado bloqueo señaló que por violar regulaciones de esa política unilateral se han impuesto durante 2020 fuertes multas a varias entidades norteamericanas. Solo durante el mandato de Trump suman 21 las penalidades de este tipo, con un monto de más de 3 000 millones de dólares y desde 2019 hasta la fecha el Gobierno de EE.UU. ha aplicado 121 medidas punitivas contra Cuba.

Comparte esta noticia