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26 de Abril  2024 

Notable recuperación en la producción cafetalera cubana

El café cubano goza de alta demanda, en particular la variedad arábiga, que tiene un aroma especial.Se aspira llegar a 30 000 toneladas en 2030. El uso de clones coadyuva a un mayor rendimiento. Utilización de esquejes y viveros tecnificados en la obtención de posturas está dando resultados muy positivos.


Miércoles 01 de Julio de 2020 | 12:00:00 AM 

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Incrementar anualmente la producción de café para llegar a 30 000 toneladas en 2030, constituye uno de los principales retos en la rama, comprometida con la recuperación de este tradicional rubro de exportación de Cuba, según reporta la agencia cubana Prensa Latina

Con vistas al logro de ese objetivo, desde hace años se llevan a cabo importantes actividades e inversiones para recuperar la caficultura, afectada por adversidades climáticas como intensas sequías y huracanes.

La producción cafetalera en Cuba experimenta una visible recuperación a partir de medidas adoptadas en los últimos años, entre ellas el uso de clones que coadyuvan a un mayor rendimiento.

Al decir del director de Café, Cacao y Coco del Grupo Agroforestal del Ministerio de la Agricultura (GAF), Elexis Legrá, la utilización de esquejes y viveros tecnificados en la obtención de posturas está dando resultados muy positivos.

El directivo aseguró que el empleo de la biotecnología y otras técnicas modernas, así como mejores variedades y semillas y nuevas formas de estimulación, contribuyeron igualmente a que la producción en 2019 aumentara en 1 400 toneladas en relación con el año precedente.

Sin embargo, el país además de exportador es un importador de ese grano, de ahí que se haya propuesto un ambicioso plan de desarrollo hasta 2030 que le permita satisfacer las necesidades del consumo nacional.

Las producciones fundamentales del Grupo tienen a la exportación entre sus principales destinos, como el café, el cacao, el coco, la apicultura- mayor fuente de ingresos del GAF en la actualidad-, carbón vegetal, resina de pino y en perspectiva los derivados del henequén.


ALGUNOS ANTECEDENTES

La historia del café en Cuba, desde su introducción en 1748 y hasta 1958 estuvo caracterizada por grandes fluctuaciones que fueron desde ser el principal exportador a Europa, con 29 mil 500 toneladas en 1833, hasta convertirnos en importadores, con más de 20 mil toneladas en 1920.

En 1955 el país tomó definitivamente la condición de exportador, que había recuperado y perdido varias veces entre 1927 y 1954. Al concluir 1958 la producción estaba diseminada en 29 000 familias, en 168 600 hectáreas (ha), para un promedio de 5,8 ha por cada uno de esos núcleos.

En la cosecha de 1961-62 se alcanzó una producción de 60 300 toneladas -récord histórico-, pero luego comenzó a declinar el cultivo en la siguiente cosecha hasta descender en 1978 a unas 16 100 toneladas.

Las transformaciones económico-sociales que tuvieron lugar a partir de 1959 provocaron una disminución de la población de las zonas montañosas, que emigró al llano donde se abrieron nuevas fuentes de trabajo y posibilidades de estudio para las generaciones más jóvenes.

Tal situación incidió en el debilitamiento de la atención a las plantaciones, el envejecimiento de las áreas sin que se llevase a cabo una adecuada reposición, así como deficiencias en la cosecha por insuficiencia de fuerza de trabajo.

En la década del 70 comenzó un proceso de recuperación del cultivo, que incluyó el fomento de plantaciones, el perfeccionamiento de la infraestructura existente y la incorporación de un contingente de alta productividad y de unos 150 ingenieros agrónomos, entre otros.

Lo anterior estuvo asociado al futuro inicio de un programa encaminado a lograr la permanencia de la fuerza de trabajo en las montañas, el cual comprendería el impulso a la producción forestal y de hortalizas, viandas y la ganadería para el autoabastecimiento en la zona.

Sin embargo, el advenimiento de las condiciones del llamado periodo especial (crisis económica originada con la pérdida por el país de sus principales socios comerciales tras la desaparición del socialismo en Europa del Este y de la URSS), constituyó un golpe a esos planes.


AUGE ACTUAL

El café cubano goza de alta demanda, en particular la variedad arábiga, que tiene un aroma especial.

Estimular las ventas al exterior, un objetivo prioritario de la política trazada por la dirección del país, y disminuir las importaciones, se convierten en un incentivo para el desarrollo de esta rama.

Existe el propósito en 2020 de alcanzar 10 mil toneladas del aromático grano, lo que representará un nuevo crecimiento en un cultivo, fundamentalmente de la zona montañosa oriental y no libre de las afectaciones del clima, incluidos los ciclones.

Es posible lograr en Cuba altos rendimientos en esa planta, aseguró Legrá, quien destacó la importancia de la cooperación existente con Vietnam en la esfera desde hace unos cinco años.

Ese proyecto arroja resultados palpables, de más de una tonelada por hectárea promedio por algunos productores en áreas demostrativas.

Resalta el inicio del cultivo de café en las zonas llanas, como parte de un programa que ya abarca unas nueve provincias y del que dependerá en gran medida que el país pueda ser autosuficiente en la satisfacción de su demanda.

A juicio del directivo, producir 30 mil toneladas de ese rubro en 2030 y de estas exportar 5 500, requerirá intensificar las labores y un gran esfuerzo en la capacitación.

Para esa fecha los ingresos por exportación del grano deberán a ascender a unos 35 millones de dólares, contra unos 10 millones este año, en el que se pretende exportar 2 000 toneladas.

Esta Isla puede producir un café competitivo, de calidad, de altos rendimientos, pero esto depende de una mayor innovación y el rigor en la aplicación de las nuevas tecnologías.

 

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