Autor: Cortesía AENTA Publicado: 21/06/2021 | 09:43 pm
El mejor enfoque que podemos tener hoy al enfrentar cualquiera de los problemas es el desarrollo sostenible, porque integra economía, sociedad y medio ambiente. Una estrategia que incluye todos los saberes, las ciencias sociales, las tecnologías, las valoraciones económicas y los impactos sociales.
Con esa premisa cumple su desempeño la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (Aenta), que recién completó la recarga de la Planta de Irradiación del Instituto de Investigaciones de la Industria Alimenticia (IIIA), como parte de un proyecto de colaboración técnica con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según explicó Ramón Rodríguez Cardona, especialista de la Aenta y jefe del proyecto Mejoramiento de los Servicios de Radiación en Cuba (CUB/1/012), el propósito es potenciar e incentivar esas prestaciones en función de sectores vitales de la economía, pues su alcance nacional favorece las principales aplicaciones industriales en los diferentes procesos en que interviene.
Un paso decisivo es el logro reciente de la recarga de esa Planta de Irradiación del Instituto de Investigaciones de la rama alimentaria, acción ejecutada por expertos de la entidad húngara IZOTOP, para lo cual se realizó un complejo y articulado trabajo previo con soporte técnico nacional de especialistas del IIIA y otras instituciones como el Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones, el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear, el Centro de Seguridad Nuclear, el Ministerio del Interior y la Aenta.
“El proceso de recarga de la instalación tuvo dos momentos -dijo Rodríguez-; el primero fue la importación y traslado de cinco contenedores con 52 fuentes de cobalto 60, de procedencia rusa, con una actividad total de 82 422 curies, desde el puerto del Mariel hasta el IIIA, en La Habana.
“El segundo consistió en el montaje de las fuentes de cobalto que implicó reuniones técnicas y verificaciones de seguridad física y radiológica, en lo cual primaron la calidad, garantías y precauciones en cada actividad”, puntualizó.
Actualmente en la Mayor de las Antillas las primordiales aplicaciones industriales de los procesos de irradiación abarcan la esterilización y/o descontaminación de productos biomédicos, cosméticos y farmacéuticos, así como la purificación de materiales para embalajes en la industria alimentaria.
Además se emplean en la irradiación de alimentos y surtidos agrícolas para su desinfección, en la inhibición de la germinación, prolongación de la vida útil, control de plagas y elementos fitosanitarios y cuarentenarios, entre otros.
Estas aplicaciones de la irradiación son inocuas, no provocan variación significativa en las características de los productos ni hacen daño a las personas.
La Planta de Irradiación de Alimentos, ubicada en el municipio capitalino de La Lisa, data de 1987 y es la única existente en el país. En esta nueva etapa se empleará como una instalación multipropósito para la irradiación de alimentos y la esterilización de productos de uso médico, la preservación de artículos de cosmética, entre otros usos.
Innovar en función de la salud humana
Impulsar la integración, el intercambio de experiencias, la gestión de conocimientos, las prácticas sostenibles y los avances en materia de investigación e innovación en diversas áreas temáticas es la principal motivación de los trabajadores y directivos de la ciencia y la tecnología en el país.
Se ilustran muy bien esos esfuerzos en el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (Ceaden), que recientemente junto a especialistas del Ministerio de Salud Pública (Minsap) y la Aenta, coordinaron un encuentro para lograr la procuración y uso más extendido de los apósitos de amnio radio esterilizados, de fabricación nacional.
Producidos por el Laboratorio de Calidad Microbiológica del Ceaden, esos dispositivos con probados beneficios, requieren, para su mayor empleo, del registro médico del Centro, cuyo logro infiere el establecimiento de colaboraciones y estrategias encaminadas a su plena validación y, en consecuencia, a la estabilidad del suministro al Minsap por sus notables aplicaciones en diferentes especialidades, con elevada eficiencia.
Natacha Quintana Castillo, comunicadora del Ceaden, precisó que la membrana de amnio es un dispositivo médico confeccionado a partir de la placenta humana, con incontables aportes a la salud humana.
“El apósito es una membrana resistente, transparente, delgada y rica en colágeno cuyas aplicaciones médicas varían desde el recubrimiento de zonas cruentas de la piel; el uso en cirugías reconstructivas; en oftalmología para el tratamiento de quemaduras químicas, en tumores corneales; y se ha demostrado su eficacia en el tratamiento de quemaduras de primer grado”, subrayó.
“Su uso reporta múltiples beneficios: disminución del recuento bacteriano en la herida; reducción de la pérdida de fluidos; protección del epitelio en crecimiento; fuerte adherencia a la superficie de la herida, aumento de la movilidad; disminución del dolor y fomento de la curación, entre otros”, indicó la especialista.
