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Continuar sorteando obstáculos

Durante 2018, el programa porcino se ha visto afectado como consecuencia de contracciones en las fuentes de alimentos de producción nacional. Sin embargo, medidas emergentes apoyan el cumplimiento de los planes


Lunes 03 de Diciembre de 2018 | 01:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

El actual 2018 ha sido complejo para la producción porcina, al punto de poner en jaque a un sector que logró sustituir las importaciones de la carne de cerdo desde 2010. Limitaciones en la disponibilidad de alimentos en la división porcina del Grupo Empresarial Ganadero (Gegan) para entregar a los productores según exigen los convenios,  motivó atrasos en las entregas. Sin embargo, por  difícil e inalcanzable que por momentos ha parecido el cumplimiento del plan, no se desaniman.

Con 13 centros genéticos, 15 unidades multiplicadoras y 139 granjas en el sector especializado y convenios con unos 14 000 productores en 158 municipios del país, en más de 3 000  Cooperativas de Créditos y Servicios, Cooperativas de Producción Agropecuaria y Unidades Básicas de Producción Cooperativa, el plan de la división para 2018 son 195 000 toneladas de carne total, de estas 178 000 para la industria.

De acuerdo con Yasser H. Jassen Santiesteban, director de la división porcina del GEGAN, el programa porcino se retoma en 2005, con un modo de gestión diferente: si hasta esa fecha la producción se concentraba en cebaderos estatales, a partir de entonces se realiza mediante convenios con el sector cooperativo campesino, que asegura el 92 % de la producción de carne de cerdo en pie. “A estos hay que reconocerles su esfuerzo diario, pues cuando hay deudas y atrasos de alimentos, ellos siembran el 30 % y con ese modo de gestión se han superado los indicadores de otros años”, dijo el director.

Según explica Eloy Mejías Acosta, uno de los fundadores del primer centro genético creado en el país en la década de los 60, existen tres tipos de convenio: el que mayor cantidad de toneladas reporta, de preceba -se les venden a los productores los pies de cría obtenidos de las 80 000 reproductoras del sector estatal para que los engorden-, de reproductoras y de ceba con animales propios. Mediante los de preceba, se obtienen 117 000 toneladas; con el de reproductoras se alcanzan  17 000 y la diferencia proviene de la ceba con animales propios.

2018 y el año que vendrá

La carne de cerdo no es solo la que está en los mercados, en cortes como piernas, lomos y paletas. La mayor parte va a la industria para la producción de masas, embutidos, que se consumen en los sectores de la salud, educación, la merienda escolar, entre otros, así como al sector turístico -unas 40 000 toneladas anuales.

Este año,  desde los primeros meses, existieron reiteradas deudas de alimentos a los productores, situación que se ha extendido hasta la fecha, lo que ha provocado atrasos en el cumplimiento del plan y aumentos de los precios. El sector sufrió las consecuencias de la contracción en la producción de maíz, debido a los vaivenes del clima, y de la producción de mieles de la industria azucarera, que redujo la disponibilidad de estos alimentos.

Un paliativo ante los grandes déficits fueron la entrega de mayores volúmenes de salvado y polvo de arroz. Sin embargo, explica Jassen, el cerdo, como los seres humanos, requiere de una dieta nutricional, puede que le demos más de energía, pero falta la proteína, “se ha hecho un gran esfuerzo y estamos tratando de resolver la situación”.

Según Jassen, medidas adoptadas por los ministerios de Economía y Planificación y de la Agricultura, han permitido ir paliando la situación. “Cerramos julio con un incumplimiento acumulado de más de 7 000 toneladas; en agosto, se cumplió el  plan del mes; en septiembre se recuperaron unas 1 200, y en octubre, 3 300 toneladas”.

La estrategia, explicó, es continuar recuperando el atraso, ejecutar el pronóstico de diciembre para proteger el primer trimestre del año que viene.  “Tenemos que salir a cumplir para el próximo año. La proteína del pueblo hay que garantizarla”, dijo el director.   Para eso el país ha destinado recursos para la importación adicional de maíz y soya.

La ciencia como soporte

En el desarrollo del sector, juega un importante papel el Instituto de Investigaciones  Porcinas (IIP)que ha capacitado, educado, dado talleres durante todos estos años. Es el rector del programa del cerdo en el país, a cada momento cuando falta alimento, proyecta fórmulas nuevas para evitar las afectaciones a la masa y es el encargado de  investigar, desarrollar y extender las nuevas políticas de extensionismo, programas como la tecnología de miel y Nuprovim”, dijo Jassen.

El país ha asumido un proceso inversionista de mantenimiento, así que no puede faltar el recurso más importante de una empresa, el capital humano. “Entonces ahí está también el Instituto, que ya dio este año los tres  eventos de capacitación con el 100 %  de los técnicos, quienes disponen de los manuales de buenas prácticas del programa porcino, entregado por el IIP con la totalidad de los materiales requeridos. No podemos avanzar  separados de dos elementos claves, la fortaleza de contar con el IIP y con una Empresa Genética Porcina”, reiteró.

La genética

La genética, destaca el Director de la división, es lo más importante, de esta depende buena parte del éxito del programa. Según recordó, a inicios de los 60, a Cuba se trajeron las mejores 12 razas porcinas existentes en el mundo y hoy siguen aquí y han demostrado su calidad genética, adaptándose a las condiciones que existen en el país.

El desarrollo genético cubano ha traído como consecuencia que el campesinado tenga animales de raza, que implica menos grasa dorsal, un ejemplar que pesa 100 kilogramos, entre otros elementos, alcanzados gracias el desarrollo de la genética. Si no hay un desarrollo reproductivo, de razas especializadas, no pueden lograrse las 200 000 toneladas de carne, sostiene Mejías.

De acuerdo con Ángel Valle Pipa, especialista que atiende la reproducción en Cuba, una de las primeras cosas que trata de hacer cada productor es mejorar genéticamente sus rebaños. “Muchos países en Europa y en América tienen una estructura piramidal como nosotros, donde en el ápice aparece la genética; en el intermedio, los multiplicadores; y en la base, las reproductoras comerciales. Ese es el valor que tiene esta ciencia, que le imprime a los hatos ese vigor híbrido, productividad, ganancia medible en carnes magras, fundamentalmente”.

Para expresar ese potencial, la genética tiene que estar acompañada por la nutrición, el confort, temperatura adecuada, manejo por parte de personal calificado, programas de vacunación para lograr salud. “Nosotros, en Cuba, por suerte nunca perdimos la genética y cada cuatro-cinco años se trae material genético fresco para mejorar con nuevas líneas  familiares, y continuar el desarrollo de ese eslabón de la cadena”.

En el programa porcino, hace cuatro años, toda la monta era directa. En los últimos tres, se inseminaban unas 12 000 reproductoras y en 2017, unas 16 000, el 19,4 % del total y se trabaja para que la provincia de Artemisa se convierta en la primera en  cubrir con esa técnica todas sus reproductoras.  “Un semental puede cubrir 17 cerdas, sin embargo, mediante la inseminación artificial llegaría a 250. Por encima del ahorro en alimentos, pesa la bioseguridad que garantiza este método, pues los sementales suelen ser los mayores hospederos de enfermedades”.

Asimismo, se trabaja por elevar las exigencias en temas de seguridad biológica, con el fortalecimiento de la vigilancia del uso correcto de los filtros y doble filtros -uno seco y otro húmedo-, de manera que se proteja el mayor activo fijo tangible de las granjas, valorados en miles y miles de pesos: los rebaños porcinos, explicó Jassen Santiesteban.

4ta. Feria Nacional Porcina

Dedicada a la reproducción y la producción de alimento alternativo, se realizó en el recinto de Rancho Boyeros, del 5 al 9 de diciembre.

El encuentro, al que asistieron unos 200 delegados, de ellos 70 del sector cooperativo-campesino y 310 ejemplares, expusó los avances tecnológicos y resultados del proceso productivo, exhibió las razas porcinas y sus cruzamientos y extendió las buenas prácticas en el manejo de la alimentación alternativa.

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