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Agricultura avileña: creación y funcionamiento de pequeñas industrias

Las llamadas minindustrias, están enfocadas a elevar la producción para reducir importaciones y garantizar el autoabastecimiento de las comunidades


Jueves 24 de Mayo de 2018 | 12:00:00 AM 

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La agricultura de la central provincia de Ciego de Ávila sobresale hoy en el país por la creación y funcionamiento de pequeñas industrias, destinadas a procesar frutas y vegetales para la alimentación del pueblo.

Consideradas una importante fuente de empleo en zonas rurales, las llamadas minindustrias, están enfocadas a elevar la producción para reducir importaciones y garantizar el autoabastecimiento de las comunidades.

Por la zona de Ceballos, en Ciego de Ávila, 430 kilómetros al este de La Habana, comenzó la iniciativa agraria y por ese entorno existe una veintena de unidades en fincas campesinas, pero rectoradas por la Empresa Agroindustrial radicada allí.

Las minindustrias procesan guayaba, mango, piña, tomate, fruta bomba y coco y las convierten en jugos, mermeladas, pastas, puré y dulces en almíbar y barras, los cuales sobresalen por la calidad, presentación y precio.

Con el sello D'Cballos los surtidos, con amplia demanda en el mercado nacional, se distribuyen a la población de todo el país a través de la red de comercio mayorista y para abastecer a los polos turísticos.

Uno de los campesinos más destacados de la zona, es Alexander Ramírez, quien dirige la minindustria La Candelaria, única de la provincia especializada en dulce de coco en almíbar, aunque también elabora horchata de coco y de coco y piña.

Mermeladas de guayaba, de fruta bomba, mango, jugos de diversos frutales y puré de tomate son otros de los productos que tiene La Candelaria en su plan de producción, señaló Ramírez.

Además, de las frutas mencionadas, cultiva otras casi perdidas en los campos de Cuba, como mamey, chirimoya, limón guanábana, marañón, guayaba cotorrera, anón, mandarina, y algunas poco frecuente como la acerola, melocotón y la pitanga.

Agregó que las frutas frescas son destinadas a las instalaciones turísticas de la cayería norte avileña, y las que no cumplen la calidad requerida la procesan en la fábrica y la venden como jugos y pulpas congeladas.

Ramírez es uno de los campesinos avileños que integran el programa nacional de desarrollo de frutales, para el cual el territorio avileño espera llegar a unas 17 mil hectáreas en el 2020.

En su finca tiene en fomento 22 especies de frutas, y en esa área emplea buenas prácticas agroecológicas, lo que implica calidad en la producción y estar en armonía con el medio ambiente, pues no emplea fertilizantes químicos, utiliza el pluricultivo y la siembra intercalada con diferentes cultivos. (Tomado de Prensa Latina)

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