Autor: Cortesía del Mitrans Publicado: 21/06/2021 | 09:40 pm
Los trabajos de ampliación del puerto Guillermón Moncada, de Santiago de Cuba, continúan con buena intensidad y según sus constructores la obra de la nueva terminal multipropósito entraña soluciones novedosas en el campo de la ingeniería para lograr instalaciones de avanzada.
Se trata de un ambicioso proyecto de cooperación que convertirá a esa rada en la segunda más importante del país a partir de un crédito de 120 000 000 de dólares concedido por el gobierno de la República Popular China, obra que se lleva adelante desde junio de 2015, destaca el sitio web del periódico Sierra Maestra.
La publicación subraya que bajo el sol inclemente del Caribe, constructores chinos y cubanos se esfuerzan en el desarrollo de la obra, la cual marcha según el cronograma. Allí, la mayoría de sus constructores se han enfrentado a desafíos de ingeniería para que los obstáculos no se conviertan en atrasos.
La ejecución de este proyecto tiene la asesoría de la China Communication and Construcción Company -una de las 10 constructoras más prestigiosas del mundo-, lo cual augura el levantamiento de una terminal estructuralmente sostenible y resistente.
No obstante, sobre la sabiduría y experiencia de ingenieros cubanos descansa en buena medida el desempeño de los constructores santiagueros, quienes hacen de esta obra una sólida inversión con un futuro promisorio, afirman los referidos especialistas.
Los retos que impone la realización de este proyecto van desde el tratamiento de un suelo cenagoso y relleno de desechos naturales en sus inicios, hasta la fabricación de un hormigón de alta prestación tan resistente, que apenas un centímetro cuadrado de esta mezcla soporta más de 660 libras de peso.
De igual forma, la existencia de un espacio limitado para la obra y el movimiento de los equipos que se emplean, demandó la búsqueda de soluciones inteligentes como la construcción de un terraplén adjunto a la línea del litoral para poder construir el muelle desde tierra, variante menos costosa que hacerlo con medios marítimos.
Según expertos del sector, la ampliación y modernización de este puerto busca ganar para la Bahía de Santiago de Cuba y el resto del oriente cubano una terminal capaz de operar buques de hasta 40 000 toneladas.
Muelle y almacenes
La vieja terminal santiaguera enfrenta hasta hoy limitaciones en sus capacidades de almacenamiento, una tecnología en su mayormente obsoleta, sin grúas pórticos en sus atraques, ni área de retaguardia disponible para mejorar su infraestructura, situación que impide alcanzar y mantener altos rendimientos en la carga o descarga de buques, como lo exige actualmente la industria marítima.
Tal contexto provoca que las naves tengan que descargar y alijar en un primer puerto (La Habana o Cienfuegos) y concluyan con carga parcial en el puerto de Santiago de Cuba, provocando al comercio exterior de Cuba el encarecimiento en el costo de los fletes, al darle una segunda posición y negociarse operaciones de carga o descarga sumamente bajos.
La nueva inversión será de suma importancia porque permitirá reducir los costos operacionales con la reducción de personal en los procesos tecnológicos y tiempo de espera de las embarcaciones en puerto.
El nuevo muelle multifuncional santiaguero tendrá un atraque de hormigón armado de cerca de 250 metros para la carga y descarga de buques, mediante cinco grúas de pórtico de avanzada técnica, tres de 50 toneladas de capacidad y otras dos de 30.
La instalación se prevé que pueda operar 565 000 toneladas al año, entre mercancía general, contenedores y productos a granel, lo cual lo ratificaría como el segundo en importancia del país, solo superado por el de Mariel, al noroeste de La Habana.
De manera simultánea se levantan dos almacenes techados con capacidad para asimilar 5 040 toneladas de carga general y 10 080 de carga seca. El puerto tendrá otras áreas de almacenamiento y de oficinas que se están construyendo todavía.
Dispondrá también con un equipamiento portuario moderno, de tecnología de avanzada, con altos rendimientos para la carga y/o descarga de buques, así como de la técnica especializada y necesaria para el trasbordo de mercancías hacia o desde los almacenes.
Según la agencia de noticias Xinhua, en la bahía santiaguera se realizaron labores de dragado hasta alcanzar unos 14 metros de calado para el acceso al nuevo muelle, profundidad que facilitará el arribo de los referidos buques de hasta 55 000 toneladas métricas de carga, aforo que superará con crece la actual capacidad operativa.
Arribo de más buques
La nueva terminal originará, sin dudas, el arribó a esta bahía de un mayor números de buques y más mercancías para manipular por sus portuarios, que dispondrán ahora de medios tecnológicos de última generación; a la vez que contribuirá a acercar las cargas a sus destinos tanto en Santiago de Cuba como en otras provincias vecinas, ventajas que influirán de manera positiva en todo el oriente de la Isla.
La terminal multipropósito permitirá, sobre todo a las provincias del oriente cubano, abaratar los costos por concepto de fletes, tanto en importaciones y exportaciones, como en operaciones de cabotaje, a la vez que se crearán puestos de trabajo y se generarán otros beneficios socioeconómicos para el territorio oriental.
El dragado tuvo en cuenta el canal interior, la dársena de maniobra, los canales secundarios y cajones de atraque de varios espigones.
Dentro de la abrigada bahía santiaguera están ubicadas numerosas industrias de alta trascendencia para la economía cubana, como una fábrica de cemento, una refinería de petróleo, dos astilleros, molinos de trigo, un frigorífico para las capturas de la pesca y otras instalaciones portuarias enlazadas con el nudo ferroviario de transporte intermodal.
