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Bahía de La Habana, un ecosistema que se renueva

El Grupo de Trabajo Estatal-Bahía de La Habana (GTE-BH) contribuye desde 1998 a mitigar y reducir los impactos negativos provocados por diferentes fuentes de contaminación ambiental


Jueves 04 de Agosto de 2016 | 12:00:00 AM 

Autor

Ledys Camacho Casado

La Bahía de La Habana, aún con una situación desfavorable en cuanto a la calidad de las aguas, es hoy un ecosistema que se transforma y renueva gracias a las acciones de enfrentamiento a su contaminación ambiental cuya relevancia garantiza la sostenibilidad a largo plazo de todas las medidas de rehabilitación en ese enclave natural.

Son múltiples las evidencias del impacto positivo de las actividades de mitigación ejecutadas por las fuentes contaminantes en los últimos años, las cuales son objeto de control, evaluación y asesoramiento del gobierno, en particular, del Grupo de Trabajo Estatal-Bahía de La Habana (GTE-BH).

Para mejorar los índices de pureza del agua se acometen las inversiones previstas en el Programa de saneamiento para la Bahía de La Habana. Entre estas se señalan la construcción de las plantas de tratamiento de aguas residuales, la rehabilitación y reparación del Sistema de alcantarillado y drenaje pluvial, así como la solución de las situaciones medioambientales perjudiciales ocasionadas por la Refinería Ñico López y otras industrias o entidades.

No se deben obviar las acciones relacionadas con el perfeccionamiento del sistema de recogida y disposición final de los residuales sólidos y los aceites usados, el saneamiento marítimo portuario, el Sistema de monitoreo e información ambiental y el dragado de la Bahía, con énfasis en la desembocadura de los ríos.

En los estimados de la inversión necesaria para el saneamiento de la bahía se señala la urgencia de múltiples obras.

Con la puesta en funcionamiento de la Planta de Tratamiento de aguas residuales de Mantilla, en el capitalino municipio de Arroyo Naranjo,  se concreta parte del programa de cooperación bilateral entre España y Cuba, dotado por la parte hispana con 2,7 millones de euros mediante el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS) de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

Esta primera, situada en la parte alta de la cuenca tributaria de la Bahía, que abarca a unos 6 150 habitantes del Consejo Popular de Mantilla, se basa en un sistema biológico y está formada por un pretratamiento, una estación de bombeo, biodiscos y sedimentador, decantador secundario, lechos de secado para el tratamiento de los lodos, y un caudal de 15 L/seg.

Yosvani Simón, director de Colaboración y Gestión de Proyectos del Grupo, informó que la mayor significación de esta obra, la primera de las cuatro depuradoras previstas en el acuerdo, se concretará cuando el río de Luyanó alivie su carga contaminante y  deje de verter cientos de litros de aguas impuras a la cuenca tributaria de la bahía habanera. 

"Con las cuatro en funcionamiento se lograría reducir en alrededor de un 15 % la carga contaminante que recibe actualmente la ensenada habanera, por lo que el esfuerzo constructivo no cesa y este año esperan también poder inaugurar la planta de San Matías en San Miguel del Padrón,  la de Prosperidad para 2017 y, antes de diciembre de 2019 debe echar a andar la de Monterrey, la más grande de estas que procesará 150 litros por segundo", aseveró el directivo.

Por una Bahía saludable

La Bahía de La Habana, de 5,2 kilómetros cuadrados y una profundidad media de nueve metros, estuvo considerada por mucho tiempo como una de las más contaminadas  del Caribe como consecuencia de los desechos industriales y comunitarios que arrastran a su remanso los ríos y sus afluentes.

De acuerdo con sus características actuales, y la medición de la demanda de oxígeno como indicador de la vida en el ecosistema, se puede afirmar que con un promedio de 5 mg/l se encuentra en el umbral de la cuantía necesaria para que sea posible la supervivencia de diferentes especies.

La carga contaminante expresada en DBO* es de carácter orgánico en su mayoría pues el por ciento de inorgánica no es tan representativo, aunque se miden además otros indicadores como el nivel de nitrógeno, fósforo, entre otros compuestos.

Ese espejo de agua que actualmente tiene cerca de un millón de habitantes asociados a su cuenca y zonas aledañas, cuenta con un volumen de 47 millones de metros cúbicos (m3) y una capacidad de renovación que oscila entre ocho y nueve días. Los principales ríos que le tributan son el Luyanó, y sus afluentes Martín Pérez y el Arroyo Tadeo, más varios drenajes pluviales de la ciudad.

Para referirse al decursar de la contaminación de la Bahía desde el surgimiento de la ciudad, hay que tener en cuenta variables como el crecimiento de la población, de los usos marino-portuarios, de la actividad industrial y los cambios en la sedimentación a partir de la tala de bosques y otras acciones agrícolas asociadas, que pudieran contrarrestarse con la aplicación de las llamadas fajas reguladoras.

Al Programa de saneamiento integral de la Bahía, su cuenca hidrográfica tributaria, zona costera contigua y de interacción, se refirió Aian Torres Rodríguez, director adjunto del GET- BH.

El experto explicó que la calidad del agua se mantiene estable pero  esta ensenada todavía está considerada como de alta contaminación lo cual justifica las inversiones para eliminar los vertimientos de residuales que van directamente a esta.

Según estudios del Plan maestro realizados por expertos japoneses en 2003 y actualizados en 2014, para su total saneamiento se requieren ocho plantas de tratamiento de aguas residuales, de las que en estos momentos por financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) se concluyó este año una que permite procesar unos 206 litros por segundo, ubicada en las cercanías de los elevados de Vía Blanca.

Se suman las cuatro con el proyecto cubano-español y se pretende desarrollar el sistema de alcantarillado, rehabilitar el existente, construir nuevas conductoras como la del Sur que atraviesa La Habana Vieja, además de reparar, extender y/o construir el emisario submarino (aún sin proyecto ni solución inmediata pero que requiere ser objeto de inversiones).

Subrayó el especialista que el sistema de alcantarillado de la capital cubana data de 1915, es decir, hace un siglo que fue construido y nunca ha recibido mantenimiento ni reparación alguna; es imperativo también seguir edificando nuevas infraestructuras de este tipo.

Todo este camino se inició en 1998 con un programa de saneamiento de las aguas de la bahía y de su puerto, cuando el GTE-BH se encargó de caracterizar los residuales provenientes de unas 104 fuentes que vierten sus desechos y perjudican a ese enclave.

Trabajan con todas las entidades y organismos asociados a la Bahía y dan continuidad a las medidas de enfrentamiento para eliminar los residuales provenientes de las industrias, los cuales representan un tercio de la contaminación de ese remanso acuífero, y el resto de los residuos lo aporta la parte doméstica y residencial.

De las fuentes del sector industrial que vierten hacia la ensenada, unas lo hacen directamente como la Refinería y otras de manera indirecta a través de los ríos, del alcantarillado y de los drenajes.

Por sectores, Energía y Minas aporta entre el 60% y 70% de la carga contaminante entre todas las industrias, debido a la Refinería, que hoy vierte a la bahía unas 130 toneladas de residuales, a lo que se suman un Grupo electrógeno, el Otto Parellada por sus procesos tecnológicos y el Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) con fábricas como Prodal.

Además en la lista aparecen la Planta de aceite y el Ministerio del Transporte con unas 24 entidades, así como el Ministerio de Salud Pública con centros hospitalarios.

Aunque la tendencia es la reducción (la contaminación ha disminuido en un rango de 70 % desde que se creó el GTE- BH), para su total saneamiento la Bahía debe contar, entre otras inversiones, con varias plantas de tratamiento de residuales de las que ahora ya por proyecto se cuenta con cuatro más la de Vía Blanca, y se enfrascan en buscar financiamiento para otras cuatro.

Las labores de recuperación emprendidas por el Grupo determinaron que decenas de industrias consideradas agresivas para el medioambiente establecieran planes para disminuir sus vertidos. Y en el caso de la más contaminante, la refinería de petróleo Ñico López, se logró determinar su reubicación teniendo en cuenta sobre todo la nueva coyuntura del cambio de funciones de la Bahía y su puerto, al pasar de la actividad marítimo-portuaria a una concepción recreativa, turística y sociocultural.

Al trasladar al puerto de Mariel, situado a unos 50 kilómetros al oeste de La Habana, toda la actividad mercantil concentrada en esa Zona Especial de Desarrollo, que se convertirá en la principal puerta del comercio exterior cubano, la rada habanera se reservará de manera exclusiva para la actividad de cruceros y yates de paseo, complementada con los atractivos del Centro Histórico de La Habana Vieja y sus sitios patrimoniales.

También el experto señaló que en el año 2015 se culminó el estudio del Inventario de entidades generadoras de aceites usados  (otro desecho peligroso) en la Cuenca Tributaria de la Bahía de La Habana. 

Se visitaron un total de 288 entidades, de ellas resultaron generadoras de aceites usados 129  con un total de 36 091 litros/mes. Las condiciones de almacenamiento en la mayoría de los casos son regulares en tanques de 208 litros, directos en el suelo, sin muros o cubetos de contención y en algunos casos con derrames a su alrededor.

Los municipios mayores generadores son: Regla con 7 818 L, Guanabacoa con 6 577 L y La Habana Vieja con 5 923 L, territorios que representan el 56, 29 % del total.

El sector que mayor cantidad de entidades proveedoras de aceites usados posee en el área de la cuenca es el Ministerio del Transporte con 34, seguido por el de Energía y Minas con 20 unidades, el de Industrias con 17 y el de la Industria Alimentaria con 16.

Los principales destinos de esos aceites que se recuperan son la Empresa Comercializadora Cupet y en la reutilización en las propias unidades. Una alternativa que se está llevando a cabo por entidades con los medios necesarios para el transporte y la descarga, es la concertación con la empresa Vidrios La Lisa para la recepción de pequeñas cantidades que no excedan las tres toneladas (3 000 L).

Se incentivan también las buenas prácticas en la rama industrial con la implementación y ejecución de acciones de Producciones Más Limpias (PML) en los centros laborales que tributan a la cuenca para instaurar tecnologías y equipamientos más adecuados, productos biodegrabables, así como mejorar las condiciones higiénico-sanitarias y de organización que reduzcan y/o eviten vertimientos.

"En general, en los últimos 18 años se ha reducido un 74 % la carga contaminante proveniente estas fuentes,  pero aún falta mucho por hacer porque se trata de un ecosistema muy frágil", concluyó el directivo.

Dos salvaguardas ecológicos

Como parte de la actualización de la labor del GTE-BH en cuanto a la educación ambiental en todos los ámbitos: el escolar, el comunitario, el empresarial y el agroforestal, se suscribió un convenio de colaboración con el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

En el contexto de las actividades del Grupo por el aniversario 18 de su creación, ambas instituciones se integran "para pactar acciones conjuntas enfocadas a promover e incentivar una cultura ambiental sostenible en toda la población cubana".

El presidente del GTE-BH, Santiago Reyes Pérez y el director general de los Servicios Informativos de la Televisión Cubana, Ovidio Cabrera García, rubricaron el documento en el que las dos partes se comprometen a fomentar acciones destinadas a desarrollar  en niños, jóvenes y la sociedad en general, una cultura ecológica que responda a los requerimientos actuales y al nivel de deterioro del entorno natural de nuestro planeta, amenazado por el cambio climático.

Reyes Pérez precisó que el GTE-BH cuenta con la prensa, en particular con la radio y la televisión por su alcance, para mediante trabajos periodísticos, spots y otros soportes y medios de divulgación y educación, apoyar la gestión del Grupo a favor de la Bahía habanera.

El GTE-BH fue creado en junio de 1998 por acuerdo del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y tiene como misión diseñar, aplicar, dar seguimiento, evaluar y sistematizar el Programa Interinstitucional para el Manejo Integrado y Desarrollo Sostenible de la Bahía de La Habana, su cuenca tributaria y la zona costera de interacción.

* DBO: Es el parámetro que se maneja para tener una medida de la materia orgánica biodegradable. Se define como la cantidad de oxígeno necesaria para la descomposición biológica aeróbica (mediante microorganismos) de la materia orgánica biodegradable del agua. Sus unidades, por lo tanto son mg/L.

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