Autor: Internet Publicado: 21/06/2021 | 09:37 pm
El envase y el embalaje, según expertos, constituyen herramientas de la logística de comercialización que debe cumplir con las exigencias del mercado, las características del producto y las condiciones de transporte a que se verá sometido hasta llegar a manos del consumidor.
Un momento oportuno para reflexionar sobre ese tema devendrá la Feria Internacional Packgraf 2017, que se desarrollará del 7 al 9 de febrero del próximo año, en Pabexpo, en coordinación con el Ministerio cubano de Industrias, la Feria especializada de Barcelona (Fira), la Cámara de Comercio de la República de Cuba y el recinto ferial del Grupo Empresarial Palco.
Miriam Martínez, directora de Ferias y Exposiciones de la Cámara de Comercio de la República de Cuba (CCRC), explicó que se trata de una feria especializada, de un nuevo estilo, con concepto europeo, de alto valor agregado, de compra y venta, donde todo el que acude -visitantes, profesionales, personal acreditado y expositores- participarán activamente en las rondas de negocios que organizará la CCRC.
Señaló que Packgraf 2017 mostrará las mejores soluciones de packaging del mercado de diseño, procesos de fabricación del mencionado aspecto, nuevos materiales, y todo tipo de envases y embalajes para sectores industriales y de consumo.
Para los especialistas el embalaje -en el caso particular de las exportaciones- resulta uno de los instrumentos más importantes que, junto con las formas de pago y la estrategia de exportación, apoya a la empresa en el logro de sus objetivos.
El embalaje debe proteger la mercancía durante todo el proceso de transporte, garantizando que sea entregada en condiciones óptimas. Esto es fundamental para lograr el pago en los términos pactados, siendo además la forma más efectiva para construir una buena imagen, de modo que el cliente final desarrolle cierta lealtad o repita la compra y el importador le dé continuidad al negocio.
El embalaje
En términos generales, el embalaje debe cumplir funciones básicas como diseñarse para contener una cantidad específica del producto en forma eficiente y cuantificable, recomendándose que no tenga capacidad ociosa.
Según empresarios exportadores consultados, al minimizar el espacio ocioso, el producto mismo colabora con la resistencia a golpes, se requieren menos materiales, se maximiza la cantidad de embalado en cada contenedor y se reduce el material que debe ser reciclado, lo cual es muy importante en países con normativas ambientales estrictas.
Entre otros factores importantes a tener en cuenta por los exportadores está que el diseño del embalaje facilite la manipulación de la mercancía hasta que llegue al consumidor final. Esto conlleva un costo adicional que asumen los productores del país exportador.
Numerosas publicaciones consultadas para este trabajo coinciden en que el propio embalaje constituye un vendedor silencioso y por tanto el diseño gráfico, con apoyo del diseño estructural, resulta un factor decisivo.
Expertos en el tema insisten en considerar el embalaje como promotor de las ventas y se deben tomar en cuenta aspectos tales como exigencias legales del etiquetado, instrucciones de uso, idiomas requeridos, así como las advertencias necesarias sobre su almacenamiento o manipulación.
Últimas tendencias
En los últimos años se han producido una serie de cambios en las preferencias de los consumidores y en la forma en que los alimentos son producidos, transformados y comercializados.
Todos estos cambios se reflejan en un incremento continuo en la demanda de la industria para aumentar la vida útil y comercial de los productos envasados, así como en la petición de los consumidores para mejorar la información sobre la seguridad y la calidad de los surtidos que compran.
Cada vez se demandan mayores y mejores prestaciones a los envases. Por ejemplo, las preferencias de los consumidores se dirigen hacia el consumo de productos alimenticios frescos y naturales, saludables, mínimamente procesados y convenientes, tanto desde el punto de vista nutricional -conservando todas sus propiedades- como de su facilidad para prepararlos, listos para ingerir.
Además, se exige mayor calidad, seguridad e información de los productos que consumen. En cuanto a la industria, se han suscitado una serie de cambios para satisfacer las demandas de los consumidores por un lado, y por otro, para adaptarse a la globalización de los mercados, lo que implica mayores distancias y tiempos en la distribución de los productos alimenticios.
La exportación
En materia de logística se recomienda analizar detalladamente los factores que pueden afectar el diseño del embalaje, para que cumpla con sus funciones básicas de contener, proteger, transportar y comunicar.
Con el fin de diseñar un embalaje adecuado para cumplir con las funciones respectivas, es necesario recopilar y analizar la información relacionado con los más importantes aspectos que identifican y califican el producto propuesto.
Las etiquetas funcionan como herramientas de comercialización, aunque hoy se mantienen en el contexto internacional más de 20 sistemas de etiquetado ecológico.
Los costos
Autoridades de Comercio Exterior plantean que al tomar decisiones sobre envase y embalaje, el costo total es un aspecto fundamental, pues incluye el precio del transporte, el de manipulación, el adicional por producto en mal estado y pérdidas indirectas, el de aprovisionarse y almacenar el embalaje en sí y todos aquellos costos que se derivan.
El material y el diseño del embalaje afectan también los costos de logística por su peso, volumen, capacidad de resistir y ajuste a los tamaños estándares de los contenedores.
Es posible que las normativas de carácter ecológico y de manejo de desechos o reciclaje constituyan un costo adicional importante.
Por tales razones, desde el momento en que se decide comenzar un negocio internacional en el que se vayan a exportan productos, cualquier empresa debe tener en cuenta múltiples factores: legales, culturales, de marketing, pero sin duda siempre necesitará tomar decisiones sobre embalaje, ya que ese constituye la protección que haga llegar intacto el producto al destino elegido.
