Autor: Arelys María Echevaría Rodríguez Publicado: 21/06/2021 | 09:37 pm
El mobiliario de madera acompaña al hombre desde tiempos bien lejanos, pero las referencias más conocidas aparecen en el antiguo Egipto, por lo cual su elaboración resulta una necesidad en la vida y ocupa a los obreros de la Unidad Empresarial de Base Muebles Villa Clara.
Con la misión de sustituir importaciones, el colectivo de esta industria produce enseres con destino al turismo, las tiendas que comercializan en las dos monedas nacionales, además de organismos priorizados como salud y educación.
Para Guillermo Leyva, director del centro, 2015 fue un buen momento de realizaciones y resultados económicos, impulso que continúa en el presente año cuando se cuenta con toda la materia prima para el cumplimiento de los planes.
En el primer trimestre de 2016 las fabricaciones estuvieron concentradas en juegos de sala, mesas para computadoras y burós destinados a los establecimientos comerciales y para la población.
También ha sido una prioridad la confección de muebles para el Hotel Real, de Remedios, además del inicio de las entregas, principalmente destinadas a las áreas comunes de los alojamientos Navity y Las Conchas, de Varadero.
Eficiencia económica, utilidades al 160 % y calidad caracterizan el quehacer de enero a abril últimos, de un colectivo de más de un centenar de trabajadores.
En los talleres
El olor a madera anuncia la entrada al taller, distinguido por el buen hacer de carpinteros, ebanistas, pintores y tapiceros, quienes terminan camas, sillas, escaparates y butacas entre una amplia gama de artículos atractivos y útiles.
Muebles del Hogar Villa Clara cuenta con 110 trabajadores distribuidos en dos establecimientos, uno en Placetas y otro en Santa Clara, en este último se observa una importante mezcla de experiencia y juventud.
El centro se nutre de las graduaciones de la enseñanza politécnica, de técnicos medios u obreros calificados, quienes realizan allí las prácticas docentes.
Se utilizan sistemas de pago que beneficien la productividad y el salario del trabajador, por lo cual se espera poco a poco un ascenso, en este sentido, durante el actual año.
Odalys Coz, tapicera de 27 años, se siente contenta con el colectivo y le gusta su labor, por eso permanece en este centro.
La juventud prima en el taller y un ejemplo resulta Frank Ruiz, quien tiene 19 años y está en ese sitio desde los 17, primero en las prácticas estudiantiles y luego como obrero.
Este año se garantizaron a tiempo medios de seguridad y protección como overoles y botas, para satisfacción del personal.
De esas manos surgen también cunas, camas personales y cameras además de mesas de computadoras para la red de tiendas del Ministerio de Comercio Interior, explican los integrantes del colectivo.
Perspectivas
Según Leyva se trabaja en el mejoramiento de equipos y extractores de polvo con el objetivo de contribuir a la calidad y a las condiciones de labor.
Elevar los resultados, tanto en producciones para el turismo como en la comercialización nacional, constituye una premisa en el empeño por sustituir importaciones y responder a las crecientes demandas de sus muebles, principalmente para el turismo, afirmó Leyva. (ACN)
