Autor: Juvenal Balán Publicado: 21/06/2021 | 09:36 pm
Los delegados e invitados al VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) debatirán este lunes en plenaria el dictamen del trabajo de las cuatro comisiones que sesionaron en las jornadas previas de la reunión.
Dejar atrás las soluciones coyunturales y diseñar un proyecto de país a largo plazo es el objetivo fundamental del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, que fue debatido durante dos días por cerca de 180 delegados al VII Congreso del Partido.
La Comisión 2, que abordó este tema, para dar continuidad a las consultas anteriores, coincidió en que no puede haber espacio para la improvisación cuando se decide el futuro de 11 millones de personas.
En esta ocasión, cerca 150 intervenciones pulieron los distintos componentes de la primera etapa de la elaboración del Plan: la visión de la nación, los principios rectores, así como sus ejes y sectores estratégicos.
Entre las transformaciones de más calado consideradas en las bases del Plan estuvo la incorporación de la prospección, producción y refinación de petróleo y gas entre los sectores estratégicos del país.
Este tópico complementa el inciso dedicado al campo energético, enfocado al uso de las fuentes renovables de energía y la elevación de la eficiencia.
La propuesta surgió del delegado por Pinar del Río, Alfredo López, y fue respaldada unánimemente por los delegados.
López dijo que la autosuficiencia energética es un asunto de seguridad nacional que preocupa a todos los países del mundo.
El también ministro de Energía y Minas dijo que Cuba satisface la mitad de sus necesidades de combustible con producción nacional, pero esa cifra debe crecer en el futuro para integrarse al volumen que se aspira a lograr con fuentes renovables, y así minimizar la dependencia de fuentes externas.
La única vía para lograrlo es explorar las potencialidades en aguas territoriales. “Si México y Estados Unidos tienen petróleo, nuestro mar también”, dijo López. Pero puntualizó que por problemas de acceso a los recursos aún ha sido deficiente la prospección.
Aseguró que está en proceso una campaña para mapear con tecnología sísmica cerca de 22 000 kilómetros cuadrados de conjunto con una empresa china, a pesar de que en la coyuntura actual de precios bajos del petróleo, resultan menos llamativos los recursos ubicados en grandes profundidades.
Añadió que Cuba también debe contar con capacidades de refinación profunda, la técnica mediante la cual se obtienen combustibles más complejos y de mayor valor añadido.
En ese sentido, agregó que el país también necesita producir el gas acompañante que se utiliza para la producción energética.
Carlos Pérez Soto, directivo del Ministerio de Economía y Planificación, añadió que el bajo por ciento del PIB que se invierte actualmente en infraestructuras, en torno al 5 %, está entre los aspectos que se propone superar el Plan de Desarrollo hasta el 2030.
Esteban Lazo, miembro del Buró Político y presidente de la Comisión, aseguró que la integralidad es un principio que no se puede dejar a un lado si se pretende un “desarrollo armónico y proporcional”.
Intervenciones sobre Turismo
Un ejemplo de las potencialidades de los encadenamientos y la integralidad en los planes de desarrollo fue aportado por Manuel Marrero, delegado por Holguín, quien abordó otro de los sectores estratégicos de Cuba: el turismo.
Recordó que el año pasado el país recibió más de tres millones y medio de visitantes extranjeros, una cifra que continúa en ascenso. Hasta el momento el turismo muestra un índice de crecimiento de 13 % en relación con igual periodo del 2015.
Esos números históricos se alcanzaron, añadió el Ministro del ramo, con 51 000 habitaciones hoteleras, a las que se suman 14 000 capacidades del sector no estatal. Estas últimas, dijo, están funcionando con eficiencia y se han convertido en un complemento importante.
Durante el último quinquenio se han incorporado unas 11 000 habitaciones nuevas y recuperado cerca de 7 000 que se encontraban en mal estado.
El ritmo de incorporación de nuevas capacidades se ha comportado en torno a las 2 000 o 2 500 por año, pero con las nuevas inversiones en marcha se espera duplicar esa cifra en el futuro próximo, dijo.
El objetivo es satisfacer una creciente demanda hacia el mercado cubano, en especial después del cambio de escenario en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Marrero refirió que existe un proyecto para construir entre el 2016 y el 2030 unas 108 000 nuevas habitaciones, sumadas a otras actividades extrahoteleras como Marinas y campos de golf.
El programa tiene identificado los posibles lugares para instalar las capacidades, si cuentan o no con los servicios básicos de electricidad y agua potable, entre otros.
A la par, añadió, se llevará a cabo un programa inversionista para elevar la categoría y los estándares de la planta actual. “No podemos cometer el error de otros países que, al tener nuevo desarrollo, dejaron en el olvido a los hoteles viejos”.
“El turismo tiene efecto multiplicador y el sector está en condiciones de impulsar el desarrollo de otras áreas de la economía para crear encadenamientos productivos”.
La aspiración, puntualizó Marrero, es que este sector estratégico finalmente se convierta en una locomotora de la economía nacional, como señaló el General de Ejército en el Informe Central al VII. Congreso del Partido.
“Este es un proceso que requiere una mayor integralidad para que todo el mundo incluya en sus planes los programas de desarrollo que respaldarían esta ampliación del turismo”, señaló Marrero.
Explicó cómo los planes de infraestructura hotelera en zonas apartadas pueden redundar en beneficios para las propias comunidades.
La delegada por Matanzas, Marilyn Rodríguez, resaltó la importancia de armonizar el ordenamiento territorial con esas estrategias, con el objetivo de que tenga un mayor impacto social.
“De esa manera se puede dar respuesta a las necesidades de la población que conllevan una fuente de financiamiento con la que el Gobierno muchas veces no cuenta”, agregó.
Joaquín Carvajal, miembro de la presidencia de la Comisión, sostuvo que los nuevos polos turísticos tienen implícito un proceso inversionista de infraestructura que se amortizará con los mismos ingresos que generen a mediano plazo.
Una nueva zona de desarrollo requiere carreteras, agua y comunicaciones, dijo. “Este es un poder de arrastre incalculable”.
El miembro del Buró Político y comandante de la Revolución, Ramiro Valdés Menéndez, apuntó que las condiciones básicas deben hacerse con antelación.
“Esto se hace con construcciones y hemos perdido la capacidad constructiva”.
Valdés Menéndez llamó a desarrollar y ampliar las potencialidades nacionales para no depender de las empresas extranjeras para llevar a cabo los proyectos.
Por otra parte, varios delegados coincidieron en que el eje estratégico de desarrollo humano pone en alto la necesidad de que las personas intervengan, de manera integradora y consciente, en la solución de los problemas de la sociedad y que al mismo tiempo, puedan encontrar en el salario la satisfacción de sus necesidades.
La inclusión en las bases del Plan del reclamo por la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval estadounidense, ubicada en Guantánamo, también generó intercambio entre los asistentes.
Danys Parada, delegada de esa provincia, puntualizó que, desde el punto de vista económico, la devolución aumentaría el uso del transporte marítimo, permitiría utilizar los recursos naturales de la zona, desarrollar la actividad turística, más allá de los indiscutibles beneficios para nuestra seguridad nacional.
Josefina Vidal, delegada por La Habana, explicó que, hasta hoy, la decisión de devolver ese espacio usurpado a nuestra soberanía es una facultad Ejecutiva. Es decir, el Presidente tiene la potestad mañana mismo de tomar la decisión si así lo considera.
Sin embargo, algunos sectores del Congreso estadounidense, principalmente legisladores de origen cubano opuestos al acercamiento entre los dos países, están haciendo esfuerzos para codificar en Ley lo relacionado con ese tema, tal como hicieron con el bloqueo en 1996.
Los debates en torno a estos temas pusieron en evidencia la complejidad de armonizar los proyectos y estrategias a corto y mediano plazo con un Plan a futuro que trace líneas maestras integrales para el desarrollo económico y social del país.
Según el informe presentado a los delegados, la elaboración del Plan de Desarrollo hasta el 2030 transita por dos etapas: la primera ya está en marcha y concluirá con los debates del VII Congreso y su posterior consulta.
En la segunda etapa se establecerán las metas e indicadores precisos, cuyo cumplimiento se puede cuantificar y supervisar.
La Comisión discutió finalmente el informe de los resultados del trabajo y aprobó la resolución que será presentada este lunes en sesión plenaria. (Tomado del periódico Granma)