Martes
23 de Abril  2024 

Cuba enfrenta la desertificación con sabiduría y tenacidad

Sus logros en esa batalla serán expuestos en el undécimo período de sesiones de la Conferencia de las Partes (COP-12), de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la desertificación


Miércoles 23 de Septiembre de 2015 | 12:00:00 AM 

Autor

Juana Amaya González

La grave y prolongada sequía que sufre Cuba ha obligado al país a intensificar sus acciones del  Programa Operativo 15 (OP-15), sobre manejo sostenible de tierra, cuyos avances serán expuestos en el undécimo período de sesiones de la Conferencia de las Partes (COP-12), de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la desertificación, que tendrá lugar en Ankara, capital de la República de Turquía, del 12 al 23 de octubre próximo.

El 14 % del territorio nacional está afectado por la desertificación, motivado -además- por la deforestación, el establecimiento inadecuado de cultivos y plantaciones, el manejo deficiente de las tecnologías de explotación agrícola y  de las áreas bajo riego, entre otras causas.

En la Isla el  OP-15 promueve el adecuado manejo de suelos, aguas y bosques y, también se ocupa de los cambios climáticos y de la relación de estos con los eventos meteorológicos extremos  que ocurren en la región más occidental del país. 

Se implementa solo en  cinco áreas demostrativas: la  unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Eliomar  Noa y la cooperativa de créditos y servicios (CCS) Enrique Campos, ambas de Guantánamo, así como  la cooperativa de producción agropecuaria Jesús Suárez Soca, la CCS Raúl Gómez y la Empresa Agroindustrial Cubaquivir, todas de Pinar del Río. Ese accionar, en el que participan los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Agricultura, Educación Superior, entre otras instituciones, ha permitido la recuperación de los suelos y contrarrestar la erosión hídrica severa.

En Guantánamo, los mejores resultados

Según declaraciones de Nery Urquiza, coordinadora del Grupo Nacional que atiende las acciones contra la desertificación y la sequía, son más de 3 000 hectáreas de las mencionadas provincias las que se  benefician con esa iniciativa, en la cual el Estado cubano invierte 80 millones de pesos.

Urquiza y el ingeniero Delbby  García Capote, responsable en la Isla del OP-15, aseguraron que los mejores resultados se aprecian en los sitios guantanameros, logros que se expondrán en el evento de Turquía, entre otros.

En la Enrique Campos y la Eliomar Noa, que tienen frágiles ecosistemas y tierras  con índices elevados de aridez, degradación y erosión, se ha detenido la pérdida de suelos, rehabilitado y estabilizado cárcavas, impulsado la fertilización con materia orgánica  y construido canales de drenaje y tranques de agua para el riego.

A esas medidas se suman la siembra de  especies forestales y frutales, y otras  protectoras del suelo, cuerpo natural que contiene todos los elementos químicos de la tabla periódica del científico ruso Dimitri Mendeleev.

Incrementar la productividad de las áreas afectadas por diferentes causas (compactación, salinidad y erosión)  y eliminar los impactos negativos en la biodiversidad, figura entre los propósitos del OP-15.

Esas formas de producción "constituyen ejemplos plausibles de las medidas sencillas, pero permanentes, que el país ha intensificado en el último lustro para el mejoramiento y conservación del terreno, lo cual atestigua el esfuerzo institucional para la utilización sostenible de  ese recurso", dijo Uqruiza.

En un taller sobre el OP-15 efectuado en Guantánamo, Candelario Alemán García, especialista de la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, explicó que en ese territorio se demuestra la hipótesis de que si a un suelo degradado se le aplica materia orgánica, este multiplica por 60 las posibilidades de retener humedad, lo cual beneficia a los cultivos. Dijo que los resultados en esa zona oriental constituyen  paradigmas de manejo correcto de suelos, aguas y bosques.

Renacen los suelos en la Eliomar Noa

Esta cooperativa está ubicada en  Los cerezos, municipio de Imías, uno de los oasis de la región semiárida cubana, extendida entre Caimanera y Maisí.

En esta zona árida las temperaturas son tan altas que evaporan la materia orgánica aplicada al suelo y la envía a la atmósfera con sensible daño para ese cuerpo natural, revertidos en el lugar con la implementación de prácticas de manejo sostenible de tierras.

Casi medio millar de hectáreas se beneficiaron en esa forma de producción, otrora dedicada a la ganadería, y ahora a la actividad forestal -cultiva 32 tipos de frutales-, mediante la corrección de cárcavas grandes y medianas, la aplicación de enmiendas orgánicas y otras medidas sencillas de conservación de tierras, de acuerdo con  Teudys Limeres, director de la Estación de Suelos Guantánamo. Ahora cultiva 32 tipos de frutales en un terreno otrora baldío, y ha triplicado el monto de las cosechas.

Esa estación fue la rectora del paquete de proyectos tecnológicos que en 1999 convirtieron a Cuba en el primer país latinoamericano acreedor del Premio Salvando las tierras secas, instituido por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

En opinión de expertos, en Los cerezos se aplican, más exitosamente que en el resto del país, técnicas sencillas para contrarrestar las principales causas de la desertificación, fenómeno que consiste en el deterioro de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmeda seca, y de lo cual es responsable también la falta de agua o las sequías prolongadas.

Otras iniciativas mejoradoras de su economía y el entorno son la construcción de tranques y canales de drenaje, la aplicación sistemática de fertilizantes naturales (humus de lombriz y compost), la siembra sobre rastrojos, el mínimo laboreo del suelo y su arrope con residuos de  cosecha, para captar agua.

El desarrollo del proyecto también incrementó la creación de puestos de trabajos, así como la diversidad y rendimientos productivos en los sitios demostrativos, lo que favorece la reducción de la vulnerabilidad de esas poblaciones ante los desastres naturales.

Tales resultados contribuyen a la implementación de los compromisos de Cuba ante las Convenciones de Naciones Unidas de Lucha contra la desertificación y la sequía, diversidad biológica y cambio climático, al frenar drásticamente la degradación de los recursos naturales, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, retener carbono y adaptar los ecosistemas productivos a los resultados adversos de la erosión.

Elogios de Pnuma

La estrategia de Cuba para enfrentar la sequía y la desertificación ha sido elogiada por Robert Erath, representante de la oficina del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) en América Latina y el Caribe, "el hecho de haber diseñado en base a ese plan un programa de asociación de país es algo ejemplar para toda la región y el mundo", comentó.

"Son muy pocas las naciones que han logrado esto, y es una actividad ejemplar consecuente con el manejo racional de los recursos naturales, y se están obteniendo logros importantes, no solo para el desarrollo sostenible en lo social, económico y ambiental para Cuba, sino también que servirá de ejemplo para otros países", agregó. (Fuentes: Prensa Latina y Agencia Cubana de Noticias)

Consecuencias de la desertificación

Según datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la desertificación le cuesta al mundo más de 42 000 millones de dólares al año.

Este fenómeno consiste en la degradación de las tierras en áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, y en él intervienen la variación climática y la actividad humana.

Abarca un tercio de la superficie del planeta y afecta a la quinta parte de la población mundial radicada en más de 100 países.

Implica la disminución o pérdida de la productividad de las tierras dedicadas a la agricultura y la ganadería, y amenaza seriamente el sustento alimentario de más de
1 000 millones de seres humanos.

La erosión, la salinidad, la acidez, la compactación, la aridez y el bajo contenido de materia orgánica son manifestaciones de la degradación de los suelos, a la vez que constituyen factores limitantes en su agroproductividad.

La desertificación causa la extinción de animales, retracción de sus áreas, pérdida de la diversidad genética, desequilibrios en sus poblaciones.

Constituye un problema ambiental y socioeconómico de alcance mundial que exige especial atención. Es un elemento que influye cada vez más en la degradación ambiental del planeta y desempeña un papel importante en la contaminación del agua, el aire y el suelo, la deforestación, las pérdidas de tierras y el cambio climático.

Contribuye sustancialmente a los daños de diversidad biológica en el mundo, especialmente en las zonas que son centros de origen de las principales especies de cultivo en el mundo, como el trigo, la cebada, el sorgo y el maíz. Aumenta la pérdida de biomasa y productividad del planeta y contribuye al agotamiento de la reserva mundial de humus, perturbando las transformaciones biogeoquímicas y, en particular, reduciendo el sumidero de la Tierra de dióxido de carbono.

El cambio climático provoca el aumento del albedo de la superficie terrestre y disminuye la tasa actual de evapotranspiración, modificando el equilibrio energético en la superficie y la temperatura del aire contiguo, lo cual añade polvo y dióxido de carbono a la atmósfera. (Tomado de Internet)

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