Autor: Raúl Abreu Publicado: 21/06/2021 | 09:34 pm
El 500 aniversario aglutina muchas razones para el festejo, y no cabe duda, que se ha ganado con esfuerzo.
Si alguna ciudad ha dirigido sus potencialidades a celebrar por todo lo alto el medio milenio de fundación y, al mismo tiempo, sanar las cicatrices dejadas poco menos de tres años atrás, cuando en la madrugada del 25 de octubre de 2012, el huracán Sandy entró por Mar Verde, junto a la ciudad de Santiago de Cuba, y salió por Punta Lucrecia, en Holguín.
Solo en Santiago se registraron unos 27 000 techos dañados y 4 249 derrumbes tras el paso de la tormenta, y obligó a evacuar a más de 330 000 personas, de estas, cerca de 300 000 en casas de familia como una muestra más de la solidaridad que distingue a todos los cubanos.
Con el 25 de julio a la vuelta de la esquina, el esfuerzo se multiplica, ya sea en la construcción de obras como El Parque de los Sueños o el malecón santiaguero, en el resane y pintura de fachadas de las principales arterias de urbe, la pavimentación de las calles y la carretera turística, o en la restauración de emblemáticos inmuebles del Centro Histórico de la Ciudad.
Uno de los más emblemáticos es la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral. Ubicada en el anillo fundacional de la capital santiaguera y una de las de mayor valor patrimonial, comenzó a rehabilitarse hace dos años y medio, y ya tiene remozado el atrio, las dos torres campanario, la casa parroquial y las fachadas que dan a las calles San Basilio, San Pedro, Santo Tomás y Heredia. Como elemento novedoso resalta el casco de la cúpula mayor, el cual fue recubierto con cobre, completamente hermético y que cumple con los parámetros de resistencia a los sismos, contra huracanes de gran intensidad y otros potenciales fenómenos naturales.
A pesar del calor y la fugaz lluvia, el tema recurrente en cada palmo de la ciudad -tanto en paradas de ómnibus, Enramada arriba o abajo o en cualquier centro laboral-, son los primeros 500 años de vida de su "Chago" querido… Trabajos voluntarios los fines de semana para apoyar el avance de las obras, vecinos ayudando con buchito de café o un vaso de agua fría a los obreros, son gestos que agradece de antemano la ciudad.
Pero los santiagueros también se alistan para celebrar, paralelamente, el Festival del Caribe, la Fiesta del Fuego, los carnavales y el aniversario 62 del asalto a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Al cierre de esta edición de OPCIONES, más de mil participantes extranjeros de 38 países y 42 brigadas artísticas confirmaron su asistencia a la edición 35 del Festival del Caribe, del 3 al 9 de julio con Bahamas como invitado de honor y con la más nutrida delegación foránea (307 participantes), seguida de Curazao, Venezuela, Colombia y Argentina.
El Festival acogerá el habitual espacio teórico El Caribe que nos une, con mesas redondas y paneles sobre Bahamas, así como también intercambios sobre la historia y cultura caribeñas, y el Segundo Encuentro de Carnavales del Caribe, donde se conformará la Red de Carnavales de esa área geográfica. A instancias de la Asociación de Estados del Caribe, la fundación del Carnaval de Barranquilla y la Casa del Caribe santiaguera, a partir de ahora integrará dicha Red el Rumbón Mayor de Santiago de Cuba y la Fiesta del Fuego, con el ánimo de agrupar a los jolgorios más importantes en la región.
Por último, durante la gala de apertura se entregará el Premio Internacional Casa del Caribe al poeta Waldo Leyva, director de la Casa del ALBA Cultural, y a una selección de fundadores de la Fiesta del Fuego, en tanto en el desfile inaugural se reconocerá al Ju nkanoo, expresión danzaria que identifica a Bahamas. Igualmente, han anunciado su participación los destacados músicos dominicanos Johnny Ventura, ícono del merengue, y Maridalia Hernández, fundadora junto a Juan Luis Guerra de la agrupación 440, así como también el cantante cubano Tony Ávila, quien desarrollará un proyecto discográfico con Ventura.
Iniciado en el cacicazgo de Bayatiquirí
Todo comenzó al oeste de la bahía, pegado a la costa y a orillas de un pequeño río, asiento de una pacífica comunidad indígena perteneciente al cacicazgo de Bayatiquirí y a la que sus pobladores nombraban Cuba.
Su fecha de fundación, el 25 de julio de 1515, viene dado por el día en que se efectúan las fiestas en honor de Santiago Apóstol, santo guerrero patrón de España, tarea que le fue encomendada a Diego Velázquez de Cuéllar, quien desde su posición de Teniente de Gobernador, era responsable no solo de redirigir la conquista, sino también la colonización del territorio y su explotación a favor de los colonos y de la corona española.
Sin embargo, algunos cronistas no aceptan la total exactitud de la fecha, sobre la base del apunte de Fray Bartolomé de las Casas: "se juntaron todos el 1ro. de agosto de 1515 en el puerto de Santiago para dar orden en las cosas que se habían de hacer... y todos juntos vieron aquel puerto de Santiago, y les pareció muy bien, y hallaron muy apropósito del sitio un sitio para pueblo (...) Que por devoción de V. A. pusieron nombre a aquel puerto de Santiago, y porque en ella se ha de hacer la Casa de Contratación, creen que será el pueblo principal, y por esto ay necesidad que allí se haga una fortaleza (...) Que en la isla ay siete iglesias, y ay necesidad de ornamentos, e suplican a V. A., se provea por la orden que se tiene en La Española en el librar las cosas…"
De lo que sí no hay dudas es que apenas fundada en los terruños del cacicazgo, pasó del lado oeste al este y con el tiempo, terminó asentándose al fondo de la bahía. Tampoco nadie cuestiona que si bien los españoles la bautizaron como Santiago, siguió con su nombre aborigen, Cuba, hasta casi finalizado el siglo XIX, porque sus habitantes originales (quienes vieran con asombro y temor a los recién llegados) eran cubanos, orgullo de esta tierra oriental que después le cediera el nombre a la isla grande y la ciudad deviniera Santiago de Cuba bajo la tutela de un Santo Patrón -convertido en mambí con sombrero de yarey y vestimenta de manigua- durante la guerra necesaria organizada por José Martí en 1895, y cuya imagen constituye una de las reliquias más preciadas del museo Emilio Bacardí, el más antiguo de la nación.
Los títulos de la ciudad
Calificada por muchos Capital del Caribe, el primer título concedido a la villa fue el 28 de abril de 1522, cuando una bula del Papa Alejandro VI ordenó que se trasladara el obispado y su catedral Nuestra Señora de la Asunción de la villa de Baracoa a la Ciudad de Santiago. En febrero de 1712 le fue otorgado el de "Muy Noble y Muy Leal" por real cédula de la corona española, tras haber obtenido sus habitantes un rico botín. Más tarde, en mayo de 1822, Santiago de Cuba recibe la designación de Hospitalaria de las Américas, por acoger a un gran número de inmigrantes de diferentes naciones, denominación que ha llegado hasta la actualidad y dignifican cada día los habitantes de esta oriental provincia, y a la cual se suman los apelativos de rebelde y heroica.
Con motivo de la celebración en 1984 del XXV Aniversario del Triunfo de la Revolución, Fidel Castro, entronces Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, pronunció un discurso desde el balcón central de la hoy sede del Consejo de la Administración Municipal, ocasión en que le fue conferido a la villa los títulos honoríficos de Ciudad Héroe de la República de Cuba y la Orden Antonio Maceo Grajales gracias a sus grandes aportes al logro de la definitiva independencia de Cuba, distinciones ambas colocadas en la fachada del edificio.
Hoy Santiago es la segunda ciudad más poblada del país y destino turístico en el que se combinan múltiples y atractivos valores, los cuales permiten al visitante entrar en contacto con la idiosincrasia de su gente, la cultura y la rica historia atesorada luego de 500 años de vida. La ciudad, reconocida como la más caribeña de Cuba, brinda al visitante alrededor de 20 museos, y en sus noches la oportunidad de disfrutar de excelentes cabarés, discotecas, salas de fiestas y piano-bar, así como lugares donde apreciar la más genuina trova cubana.
Para muchos lo más peculiar de esta ciudad ecléctica es el maridaje entre el mar y las montañas, pues está situada alrededor de la enorme bahía bañada por el Mar Caribe y tiene a la Sierra Maestra como telón de fondo y cinturón que la envuelve del lado de tierra firme.
La suma de estos factores condiciona su clima caliente y húmedo, y permite admirar sus exclusivos paisajes con una rica composición de elementos naturales, urbanos y marinos, junto al carácter singular de su gente.
