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26 de Abril  2024 

Ciego de Ávila, ciudad de los portales

Ciego de Ávila es una región joven, sin embargo su historia  y su diversidad cultural la han dotado de una identidad que sintetiza los mejores valores de la nación cubana


Jueves 11 de Agosto de 2011 | 12:00:00 AM 

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Decir Ciego de Ávila es decir Trocha Militar de Júcaro a Morón; potreros de Lázaro López un 29 de noviembre de 1895; es decir coraje, hombradía, patriotismo; es evocar al Titán de Bronce y su tropa invasora; a Enrique Loynaz del Castillo, convirtiendo en himno la epopeya libertaria; al Generalísimo Máximo Gómez y a Manana, en La Reforma, con Panchito, naciendo…

Es también  imaginar al coronel Simón Reyes Hernández, el Águila de la Trocha, burlando el poderío colonial español simbolizado en 68 fortines blockhouse, 401  escuchas y alambradas de seis metros de ancho; a Ángel del Castillo,  la furia, la tempestad a caballo; a Chicho de la Torre, el agente mambí; a los precursores Gómez Cardoso y Nicolás Hernández Moreno, el  Tocayo; a los seguidores Enrique Varona González y Pedro Martínez Brito…

Cuando el cubano piensa en Ciego de Ávila, piensa en el  antiguo central Cunagua; en los cítricos de Ceballos y su moderno Combinado; en los plátanos de La Cuba; en las joyas taínas atesoradas en el lodo del sitio arqueológico Los Buchillones; en Boquerón-Hoyo de los Indios, donde acampó Camilo Cienfuegos e instaló su comandancia la columna 11 del Ejército Rebelde. 

Ciego de Ávila es el conjunto danzario XX Aniversario; son las parrandas campesinas de Majagua con sus bandos Rojo y Azul; o las urbanas del Yeso y la Salina, en Punta Alegre y las del Gallo y el Gavilán, en Chambas…

Las fiestas patronales con su procesión de La Candelaria se alista en las tradiciones populares avileñas, junto al Carnaval de las Flores, en la capital provincial, en una suerte de contrapunteo natural entre las dos ciudades en desarrollo.

Mosaico de emigrantes

Imaginariamente dividida en dos por la Trocha de Júcaro-Morón, la Ciudad de los Portales atesora en la porción oriental su "otro" rostro cultural con la danza jamaicana La Cinta,  y con las fiestas del primero de agosto del municipio de Baraguá; y con los grupos de ascendencia haitiana Okay, Nagoó y la Gran Familia.

Esas comunidades se asentaron en Venezuela, Bolivia, Primero de Enero y Ciro Redondo, donde el desarrollo azucarero atrajo a braceros, que no solo preservaron los rituales, fiestas y comidas de su cultura, sino que influyeron en la originaria de ese territorio.

Las fiestas de la santería o toques de santos ocupan un lugar preponderante en las zonas urbanas.

Además, coexisten en este entorno otras sociedades de emigrantes, fundamentalmente  de orígenes chino, árabe, ( África, Medio Oriente), libaneses, palestinos, marroquíes; además canarios, de otras regiones españolas y de países del Caribe anglófono y francófono, quienes conforman un mosaico cultural, del que emana su eclecticismo arquitectónico.

Rescatar y conservar

Norma Rojas García, directora de Patrimonio, y Adrián García Lebroc, director de la Oficina de monumentos, sitios y centros históricos de Ciego de Ávila, contagian su orgullo cuando expresan cuánto se ha hecho, se hace y hará por la preservación de los valores tangibles e intangibles de su tierra natal:

"El Museo de Artes Decorativas, el Museo Provincial de Historia, otros diez en igual número de municipios; uno arqueológico en Los Buchillones; el Hotel Sevilla; el teatro Principal; el Parque de la Ciudad; la Terminal de ferrocarriles de Morón, Premio nacional de conservación en el año 2010…Pero somos trochanos", subrayan.

Y tal frase devela el sueño irrenunciable de que la Trocha Militar de Júcaro a Morón, monumento nacional desde 1986, reciba la condición de Patrimonio Cultural de la Humanidad, como símbolo de la resistencia del pueblo cubano y de su determinación de ser soberano e independiente, por siempre.

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