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05 de Mayo  2025 

La organización federal

Según predicen los expertos Tom Peters y Charles Handy , en la medida en que se avanza hacia la sociedad del conocimiento, las organizaciones tienen, se ven obligadas, cada vez más, a adoptar una estructura federal, entendido el federalismo no simplemente como una forma elegante de referirnos a la descentralización


Sábado 14 de Febrero de 2009 | 12:00:00 AM 

Autor

Guillermo de la Cuesta

Esta última implica que el centro designe algunas tareas o responsabilidades a las distintas partes, aunque mantenga el control general, pues delega, inicia y dirige además de cerciorarse de cómo va el trabajo.

En consecuencia, nos encontramos con uno de los descubrimientos organizacionales más consistentes. Cuanto más se descentralizan las operaciones, mayor es el flujo de información hacia y desde el centro.

En los países federales, los estados son los grupos fundadores originales, que se agrupan, porque hay algunas funciones que pueden realizar mejor unidos que separados. El centro, por tanto, no dirige o controla tanto como coordina, asesora, influye y sugiere.

Las organizaciones federales son emprendedoras invertidas, diezman el poder del centro, lo cual no se produce voluntariamente. Asimismo, se ven obligadas a descentralizar, para innovar tal como predijera Drucker, otro especialista en estos temas. Peters, por su parte, planteó que es imposible trabajar mentalmente en grupos de mil personas, o con 100. Hay que hacerlo con dos, cuatro, ocho, diez, 15 o 25.

En consecuencia, las organizaciones se irán descomponiendo poco a poco en pequeñas unidades, que podrán estar más cerca del mercado y reaccionar más deprisa ante los cambios sociales, demográficos, tecnológicos o de otro tipo que ofrecen oportunidades para la innovación. Esas pequeñas unidades se dedicarán al desarrollo de proyectos y estarán en una situación de cambio constante.

Charles Handy, profesor de la Escuela de Negocios de Londres, predice que inicialmente el centro intentará controlar estrechamente toda la creatividad y su dirección. Se emplearán nuevas tecnologías de la información para procesar los datos que llegarán al centro desde las distintas unidades, pero al centralizar el control, fracasará.

Si no se dispone de personal suficiente para interpretar la información, según Handy, gran parte de ésa se quedará amontonada en papeles impresos, o en la memoria de los ordenadores. Al final, el centro se verá obligado a abandonar el intento de llevarlo todo, o como dice Peters, toda la organización tendrá que desorganizarse y autodestruirse. En ese momento, terminará la descentralización y empezará el federalismo.

Tom Peters ofrece tres ejemplos para ilustrar qué ocurre cuando una organización tradicional se desorganiza, se autodestruye y se convierte en una federación: .En 1980 Percy Barnevik asume la dirección de la empresa sueca Asea. En los primeros 100 días recorta el número de empleados de la planta principal de 1 700 a 200. En 1981 Asea se fusiona con la empresa suiza Brown Boveri para crear ABB (Asea Brown Boveri).

Recorta el número de empleados de la planta principal de Brown Boveri de 4 000 a 200 y descompone la compañía en 5 000 centros de beneficios de 40 personas cada uno. Acaba dirigiendo una compañía de 200 000 empleados con un equipo directivo formado por tan solo 150 ejecutivos y en la que solo hay tres niveles jerárquicos.

- Once años después, el 8 de agosto de 1991, en Copenhague, Dinamarca, Lars Kolind, presidente de Oticon, líder en la fabricación de aparatos de audición, realiza un cambio drástico en la dirección de la empresaque, en sus 87 años de vida, se había mantenido igual. - - Ordena a los trabajadores que derriben tabiques de separación en las oficinas, eliminen las secretarias y se olviden de las descripciones de los puestos de trabajo. Crea una organización orientada 100 % hacia los proyectos en los cuales os empleados deben decidir por sí mismos, qué es lo adecuado y posteriormente organizarse en equipos, cuando así lo estimen necesario.

Un mes más tarde, Kolind subastó todos los muebles de oficina de la compañía. En su lugar, proveyó de carritos móviles en los cuales se podían guardar los efectos personales y moverse de un equipo a otro. En muy poco tiempo, Oticon consiguió beneficios récords y superó la cuota de mercado que había perdido antes del cambio.

También en 1991, IBM vende su empresa no rentable de máquinas de escribir e impresoras Lexmark a sus directivos. Durante los 16 primeros meses los nuevos propietarios recortaron en 60 % el número de directivos, aumentaron drásticamente la autoridad de los directores de línea, crearon unidades de negocio autónomas, simplificaron los procedimientos empresariales, particularmente, aquellos relacionados con las aprobaciones de tipo financiero y reorganizaron totalmente el proceso de fabricación.

El primer año, la nueva Lexmark, sin IBM, llegó a conseguir 100 millones de dólares de beneficio antes de impuestos, con dos billones de dólares de ventas.

PRINCIPIOS Y SUPUESTOS BÁSICOS DEL FEDERALISMO

La organización posee un centro pequeño. Dentro de una federación, lo que normalmente sería el máximo de la organización se convierte en el centro. Este se mantiene pequeño y sus responsabilidades son diferentes. Es algo más que un simple banquero para el resto de la organización.

En realidad, dice Handy: “ver el centro solo como un banquero, que va almacenando los beneficios extraordinarios y va gestando los fondos en proyectos, es como tirar por la borda la mayoría de las ventajas del federalismo”.

El trabajo del centro, consiste en pensar más allá del próximo informe anual y en elaborar estrategias globales que relacionen las distintas unidades autonómicas. Pero, avisa Handy, no se trata de que el centro dicte la estrategia a largo plazo y deje la implementación a corto plazo para las unidades de negocios. Las personas que trabajen en el centro se dedicarán a la investigación y a la elaboración de planes, posibilidades, escenarios y opciones futuras que el comité de liderazgo pueda considerar.

Dada la amplitud de su alcance y su orientación hacia el presente, el centro se convertirá en un campo de aprendizaje para próximos jefes de unidades. Es allí donde será expuesto el conjunto de la organización, antes de comprometerse con el desarrollo de una de sus partes.

La organización cree en los subsidios. Handy explica que uno de los motivos por los cuales un centro pequeño puede funcionar como lo hace en una federación, es la difundida y necesaria aceptación de la filosofía de la subsidiaridad.

Dicho de otra forma más simple, la subsidiaridad es la postura moral y filosófica que sostiene que el poder de una organización pertenece a las unidades, no al centro, y que son las partes individuales, las que ceden poder al centro, no el centro el que delega a las unidades.

Una expresión de subsidiaridad se puede encontrar en la encíclica papal Quadragésimo Anno:

“Constituye una injusticia, una falta grave, y un desacato a la ley que una organización mayor y superior se atribuya a sí misma funciones que puedan llevarse a cabo eficientemente por entidades menores e inferiores”.

Handy plantea que subsidiaridad no es lo mismo que autorización. Ésta implica que alguien de arriba está repartiendo poder.

La subsidiaridad en cambio, implica que el poder pertenece a alguien de menor nivel. Quienes están en el centro son los sirvientes de las partes. La tarea del centro y de cualquier líder es ayudar al individuo o al grupo a vivir de acuerdo con sus responsabilidades para ponerlos en condiciones de merecer su subsidiaridad.

La organización en el federalismo puede ser grande y pequeña al mismo tiempo. Las unidades pequeñas tienen algunas ventajas: comparadas con las grandes, las unidades pequeñas son más rápidas, más especializadas, más flexibles, más amigables y más entretenidas.

Además, pueden llegar más cerca del cliente, son menos burocráticas y más personales y, como dice Tom Peters, favorecen más al desarrollo del pensamiento. Handy plantea que en grupos pequeños hay más posibilidades de ser uno mismo y menos de ser anónimo.

Ahora bien, las grandes organizaciones tienen algunas ventajas, como la economía de escala. Ofrecen, por lo general, mayor seguridad laboral a su personal y pueden invertir más en investigación. La dimensión de los grupos de trabajo tener entre dos y 40 personas. Las unidades deben ser lo más pequeñas que puedan, mientras que la Federación puede ser tan grande como se necesite. Le recomiendo: . Tener en cuenta que mientras más avancemos hacia una sociedad del conocimiento, más debemos profundizar en la organización federal. . Conocer que en el sistema federal los poderes son otorgados por una delegación invertida. . Descentralizar más en la medida en que las organizaciones poscapitalistas avancen. . Mantener el centro de las organizaciones lo más pequeño posible.

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