Autor: Raquel Sierra Publicado: 19/06/2025 | 07:17 pm
Diversos son los tamaños y las formas, pero la esencia, el destino y los olores son los mismos. Las cajas que produce Arca para los habanos cubanos les dan un toque de distinción, que complementa ese producto élite. Son un binomio: contenedor y contenido.
La empresa asume la producción de todos los envases de madera que se utilizan en la totalidad de las fábricas de torcidos del país. De acuerdo con Ramsés Rodríguez Jiménez, especialista principal de Técnica y Desarrollo de la empresa, “hacemos la gama de envases que se necesitan para el torcido estándar, que abarca tanto los envases corrientes como los especiales”.
Dentro de los corrientes, elaborados a máquina y ensamblados por medio de equipos, menciona entre otros, la tapa encajada, tapa montada, frente caído, frente continuo. Los especiales, cajones de corredera, las boite y semiboite, envases de madera elaborados totalmente a máquina y ensamblados manualmente, que se diferencian entre sí por los detalles exteriores e interiores, según parámetros establecidos por la Norma Cubana 1082:2015.
En el caso de los lujos, se trata de cajas de forma y dimensiones variables, atípicas, que no se incluyen en las otras definiciones, fabricadas a máquina y ensambladas de forma manual.
Para sus producciones, la mayor parte de la madera es importada desde diferentes países de Europa. En el caso de insumos como puntillas, acetato, colas, barnices, broches y bisagras, también provienen de la importación, que garantiza la empresa de logística para asegurar las producciones.
Excepto algunos surtidos muy específicos, que por sus niveles y por los requerimientos del acabado es preferible importar, Arca fabrica más del 90 % de lo que necesita la industria tabacalera del país, destacó el especialista principal.
La cartera de la entidad, perteneciente a la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE) Tabacuba, abarca unos 200 tipos de cajas diferentes, que crecen anualmente. De acuerdo con Rodríguez Jiménez, la incorporación de nuevos modelos está en dependencia de las necesidades de Habanos S.A., pero cada año se conciben nuevos productos y especialidades. “También participamos en el desarrollo de esos nuevos productos con los envases de madera que ellos necesiten”, destacó.
La cantidad de unidades, refirió, depende de las solicitudes, a partir de la demanda, pues “la fábrica puede producir a diario, perfectamente, 10 000 envases corrientes y 10 000 especiales”.
Hasta su inauguración, en 2017, la infraestructura civil y la tecnología de los cuatro establecimientos que en La Habana y Cienfuegos se dedicaban a la fabricación de los estuches, eran obsoletas, lo que impedía se alcanzaran los niveles de acabado que exige el mercado internacional.
Actualmente, equipada con tecnología muy moderna y con unos 300 trabajadores vinculados a la producción, la industria responde a los exigentes requerimientos de un mercado de lujo. El país realizó una “inversión millonaria, porque realmente era imposible seguir trabajando con las viejas máquinas que teníamos, incluso del año 1800. Ahora tenemos una tecnología de punta que nos permite llegar a esos índices de excelencia”.
A su vez, se invirtió también en tecnología que tiene en cuenta el cuidado del medio ambiente, es decir, la reducción de los niveles de polvo, “a la altura de cualquier establecimiento del primer mundo”.
No obstante, destaca, algunas de las viejas máquinas, por ejemplo imprentas plano a plano, están todavía activas y se utilizan en procesos específicos, entre otros el marcado por bajo relieve.
Recortería en movimiento
El trabajo con la madera genera muchos recortes que, cuando no puede ser aprovechado para envases, encuentran utilidad por diferentes vías: una parte se comercializa a artesanos y trabajadores por cuenta propia, mientras otras se transforman en objetos decorativos y utilitarios en la propia Arca, a partir del interés por utilizar de forma óptima la valiosa materia prima de importación.
Entre los artículos de esta naturaleza que se producen en la Empresa de Envases para el Tabaco se encuentran portacelulares, estuches para cajetillas de cigarros, portalápices, cajas para juegos de dominó y adornos, entre otros. Pueden encontrarse, por ejemplo, réplicas de la Torre Eiffel y dados de diferentes tamaños.
Las piezas de madera de mínimas dimensiones. “Para velar por el cuidado del medio ambiente, los sistemas de extracción tienen unos compactadores, las briquetadoras, donde se hacen briquetas, a partir del aserrín bien compactado, que se puede utilizar como energía. Esas briquetas, dijo, se están utilizando dentro del propio sector para la cura de tabaco controlada.
