Cuando en 1959 el Gobierno Revolucionario nacionalizó las compañías que exportaban pescados y mariscos, la gestión pasó al recién creado Ministerio de Comercio Exterior, específicamente a CubaExport.
Empero, la vida demostró que si el entonces Instituto Nacional de la Pesca operaba con éxito el proceso extractivo e industrial con sus capacidades y el personal idóneo, bien podía acometer el complejo mecanismo de la comercialización en el exterior. Sin duda era un serio reto, pero así fue como se fundó en 1967, la Empresa Exportadora del Caribe (CARIBEX).
Más de cuatro décadas después, la langosta espinosa (Panulirus argus) continúa siendo el producto insignia de la empresa. Para conocer detalles de este rubro exportable, así como del presente y el futuro de CARIBEX, Opciones se trasladó al edificio del Puerto Pesquero de La Habana, donde radica la casa matriz, y conversó con Sonia Gómez Arago, directora de Mercado y Desarrollo, y Oscar Egea Álvarez, su director Comercial.
“Puede decirse que la Industria Pesquera cubana completó el diseño vertical -o sea, desde la captura hasta su realización comercial- con la fundación de nuestra Empresa”, explicó esta mujer, quien ha dedicado casi 40 años de su vida a CARIBEX, y recuerda:
“A solo cinco años de creada, en 1972, se obtiene en París el Premio SIAL (Salón Internacional de la Alimentación ) a la calidad de la langosta entera precocinada, que para los europeos devino descubrimiento; llegó un momento en que decir langosta era sinónimo de Cuba. Desde entonces, la máxima de nuestra labor es la de acceder, introducirse y mantenerse en el mercado internacional…”
Tanto es así, que el monto anual de las exportaciones de CARIBEX asciende a unos 80 millones de dólares, correspondiendo más de 95 % a su producto líder, cuya captura en los últimos años es de 5 000 toneladas anuales.
LANGOSTA DE CUBA
“En esto hay algo muy sugerente -interviene Oscar Egea-, y es que la langosta de Cuba ha llegado a superar, si se quiere, a su marca comercial, Caribbean Queen. ¿Por qué digo esto? Un ejemplo: un habano marca Cohiba u Hoyo de Monterrey, es sinónimo de calidad, como también lo es un añejo 7 años Havana Club. En todos los casos la marca es la política comercial del fabricante.
“Pero desde hace mucho tiempo esta langosta puede provenir de La Coloma, Caibarién, Batabanó o Niquero, y su proceso de calidad se rige por un solo patrón. El cliente sabe que decir langosta de Cuba lo resume todo. Por eso declaramos que ha trascendido a su nombre comercial”.
Lo anterior está avalado por dos inspecciones de la Unión Europea, que certificaron y ratificaron a todas las plantas procesadoras de este crustaceo en la nación. “Y sabido es lo rigurosos que resultaron dichos controles. Decir Caribbean Queen es decir un producto único, la langosta de Cuba”, puntualiza Sonia.
En volumen de captura y exportaciones, solo es superado por Australia, mientras que en el Caribe, ostenta la supremacía, aunque los reiterados huracanes y los efectos del cambio climático han dejado sus negativas huellas, factor que ha favorecido puntualmente a otros productores del área para acercarse o sobrepasar sus niveles extractivos. Pero en cuanto a la calidad, la Panulirus Aarhus de Cuba, mantiene su liderazgo y hace gala a su nombre o marca comercial Caribbean Queen o Reina del Caribe.
“Incluso Australia -revela el Director Comercial- importa nuestro producto para surtir su mercado interno, toda vez que exporta la casi totalidad de su langosta, que tiene mejores precios internacionalmente por provenir de aguas frías. Pero la nuestra tiene su sello distintivo, tanto en los congelados (entera precocinada, entera cruda, colas, media langosta) como también la fresca cocida, la viva o las tres formas de presentación de las masas de langosta.
“España, Francia e Italia -aclara-, absorben el 70 % de los embarques de langosta, seguido de Japón y el mercado chino a través de Hong Kong y Taiwán, Canadá y el Caribe”.
¿CAMARÓN DESPIERTO?
Tradicionalmente el camarón marino constituyó otro rubro exportable de la Empresa, mas sus volúmenes han mermado como consecuencia de la disminución de las poblaciones naturales del recurso.
“La situación se ha paliado gracias al desarrollo de la camaronicultura -refiere la ejecutiva-, que ya representa una exportación anual de unas 3 000 toneladas de la especie vanameo. Lo que se traduce en unos 10 millones de dólares. Su marca comercial es Batabanó, y actualmente se exporta básicamente a Italia y España principal mercado de camarón entero no solo de Europa sino del mundo.
En esta dirección también se trabaja para diversificar sus formas de presentación, a tenor con las exigencias de los mercados, en especial con las colas peladas y otras presentaciones.
“Y toca su turno a la esponja, pesquería de larga tradición en Cuba, pues se remonta al siglo XIX, pero que también ha sufrido serias afectaciones con los ciclones. No obstante, Francia adquiere toda la producción de esponja seca natural, con la garantía de que no contiene ningún agente químico. Por último se siguen exportando discretas cantidades de jaiba, cangrejo, masa de cobo, pepino de mar y se retomó la de aletas de tiburón”. Sobre las perspectivas Oscar Egea asegura: “Ante todo mantenerse en los mercados internacionales, elaborando productos de alta calidad y satisfaciendo todas las normas sanitarias, tecnológicas y aduanales del mundo desarrollado. Y en especial, mantener los niveles de exportación similares en cuanto a volumen.
“¿Por qué? Hasta hace poco los precios de la langosta devinieron récord. Pero a mediados de este año la recesión mundial ha afectado a todos los mercados. Por tanto, 2009 se presenta difícil, y nos estamos preparando para minimizar los efectos negativos, como por ejemplo diversificar las presentaciones del producto para su rápida comercialización y explorar nuevos destinos.
“Asimismo, crecer en los productos acuícolas, que son más baratos, como por ejemplo la tilapia, la claria y otros, y por supuesto, crecer en la langosta viva para satisfacer un mercado elitista que siempre dispondrá de dinero para satisfacer sus gustos”.
A modo de conclusión, expresa Sonia Gómez: “La Pesca ha demostrado que cuando se quiere, se puede. La actual situación económica mundial es el nuevo reto que nos depara el venidero año, camino del cumpleaños 42 de CARIBEX”.