Unos 50 millones de dólares ahorrará anualmente la economía cubana cuando concluyan los trabajos de dragados en marcha en las bahías de La Habana, Santiago de Cuba y Cienfuegos, donde están enclavadas las principales terminales portuarias del país.
Esas instalaciones marítimas operan el 90 % de todos los buques que entran hoy a Cuba y las cuales reciben alrededor del 85 % del volumen total de las cargas de importación, aunque se encuentran limitadas por la baja disponibilidad de calado, lo que disminuye el aprovechamiento de las capacidades de los barcos en detrimento del costo de los fletes.
Eso significa, explicó Luis Medina Soñara, director general de la Autoridad Portuaria Nacional, que un barco no puede entrar ahora a esos puertos a plena disposición del tonelaje de la nave, a pesar de que el país debió pagar el valor del flete por toda la capacidad del buque, es decir dejan de arribar entre 3 000 y 4 000 toneladas por navío.
La solución de esa problemática, añadió, constituye una de las misiones fundamentales de la Administración que él dirige. Se trata de una organización creada en el año 2002, mediante el Decreto Ley 230, de Puertos, en cuyas funciones y facultades, destacan la potestad para organizar todo el sistema portuario del país.
Tiene a su vez el Reglamento 274, que establece como primera misión, coordinar y controlar la eficiencia del Sistema Portuario Nacional incluidas las terminales del Minis-terio de Transporte y las de otros organismos de la Administración Central del Estado.
También comprende el desarrollo del Sistema Portuario Nacional, encaminado a lograr que las operaciones de los puertos cubanos se correspondan con las demandas de capacidad y eficiencia que va exigiendo el crecimiento de la economía del país.
Medina comentó que en octubre de 2005 comenzó el funcionamiento de la Administración Portuaria y “una de las primeras tareas que estamos desarrollando es organizar el proceso inversionista del dragado de los puertos del país, donde coexisten las dificultades que más afectan actualmente la economía de la nación por la baja disponibilidad de calado en los puertos principales de la Isla”.
PROGRAMA NACIONAL
El titular de la Autoridad Portuaria indicó que el programa nacional de dragado de los puertos se elaboró a partir de un estudio integral con la intervención de todos los organismos de la Administración Central del Estado, mediante un grupo multidisciplinario que evaluó el impacto que representaba para la economía de la mayor de las Antillas hacer más navegables los puertos.
Subrayó que este proyecto sustenta su factibilidad en el ahorro que representa para la economía cubana el hecho de aprovechar la capacidad total de los buques que contrata Cuba para traer sus cargas, que en la fase inicial del estudio, a fines del pasado año, era de 23 millones de dólares y hoy ya está por el orden de los 50 millones, dado el aumento de los costos de los fletes, originado a su vez por la subida vertiginosa del precio del combustible.
De esta forma se eliminarían los falsos fletes (embarcaciones contratadas que se cargan por debajo de su capacidad real), y la realización de varios viajes para traer mercancías, que tras concluir estos trabajos se transportarán con un número menor de fletes.
Medina Soñara informó que desde febrero último se realiza el dragado del Puerto de La Habana -el que más carga recibe cada año y donde operan casi el 50 % de los buques que arriban a la Isla-, por lo que se ha priorizado dicho programa con el empleo de un equipo de avanzada tecnología perteneciente a la empresa cubana Astimar, del Ministerio de la Construcción.
También con la contratación de otra draga de avanzada tecnología de una compañía holandesa ya se trabaja en la bahía santiaguera, una de las más afectadas en la disminución de su calado, hoy limitada en sus operaciones a unos nueve metros de profundidad, lo cual repercute negativamente en el arribo por ese puerto de altos volúmenes de mercancías para esa provincia y el resto de la región oriental.
Medina señaló que tales condiciones obligan a buscar buques más pequeños para traer las mercancías, situación cada vez más difícil teniendo en cuenta que en el mercado internacional se generaliza el empleo de los mega-buques (naves de mayor porte) para abaratar los costos de los fletes. Ya hay incluso, dijo, barcos mega-graneleros capaces de trasladar hasta 100 000 toneladas.
No obstante, manifestó que Cuba está utilizando las embarcaciones que satisfacen la economía nacional, aspecto que se puede mejorar con otras acciones incluidas en el plan de inversiones para la recuperación de la infraestructura portuaria de esta nación.
MEJORAR INTENSIDAD DE DESCARGA
Para ese objetivo, precisó, hay un programa que favorecerá el incremento de las intensidades en la descarga de los buques en puertos cubanos, donde en estos momentos se registra una de las tasas de rendimiento más baja de la región del Caribe lo que ocasiona que la Isla gaste casi 54 millones de dólares más en las operaciones de descarga. A pesar de tal situación, el país ha disminuido significativamente las sobrestadías de los barcos en puerto a partir de la organización aplicada a todo el proceso de importación, mediante el seguimiento permanente de cada operación desde que el buque arriba hasta que parte. Hoy las demoras, apuntó, están asociadas más bien a problemas tecnológicos, “las cuales se resolverán con la adquisición de los medios técnicos necesarios (grúas, transportes y otros), aunque en la primera etapa se trabajará en el mejoramiento de los equipos de que disponemos”. En La Habana se han priorizado las terminales Andrés González Lines y la Haiphong, a la vez que el Ministerio de la Industria Alimenticia desarrolla inversiones en su terminal especializada Turcios Lima. Los tres puertos principales deben concluir su dragado integral para el año próximo, incluido las vías de acceso, dársena de maniobra, canales a las terminales y también las cajas de atraque, entre otras, los cuales alcanzarán los 11,50 metros de calado como promedio, que les permitirá recibir naves de hasta 40 000 toneladas de desplazamiento total. En el caso de Cienfuegos, ya se ejecutó una primera etapa del dragado para dar respuesta a las operaciones de la terminal de la refinería Camilo Cienfuegos, mientras que los trabajos finales deben comenzar allí a finales de este año, abarcarán todo el puerto y se acometerán con el equipo que actualmente realiza esa labor en La Habana.
Asimismo, se ejecuta el dragado del puerto de Batabanó, al sur de La Habana, instalación indispensable para garantizar las comunicaciones por vía marítima con el puerto de Gerona, en la Isla de la Juventud, tarea que concluirán en el presente mes, y se iniciará en breve igual labor en el canal de La Estopa, entre Gerona y Cayo Largo del Sur, vía que mejorará las transportaciones de trabajadores y mercancías en ambos sentidos.
Medina destacó que es evidente que la organización que se le ha dado a la operación portuaria tiene hoy sus resultados favorables concretos y ahora se encaminan los esfuerzos hacia un salto cualitativo en la eficiencia en el proceso de carga y descarga de los buques, “para ponernos a niveles estándares internacionales en esa actividad”, puntualizó.
Consideró que “los avances que hemos alcanzado en este programa, primero en los estudios y dragado de los puertos, y ahora en la recuperación de la infraestructura portuaria, son el resultado de la activa integración de diversos organismos, cuya voluntad e interés por mejorar la situación de nuestros puertos se ha podido aunar con el Ministerio de Transporte, entre ellos los compañeros de GeoCuba, de Obras de Transporte, la Empresa Nacional de Investigaciones de Suelos y de Obras Marítimas”.
