Con sus siglas PPG, marca comercial del policosanol, este producto cubano hecho a partir de la cera de la caña de azúcar, ha ido ganando prestigio y fama internacional entre sus consumidores y la comunidad científica de varias naciones.
Ivón Fernández Rodríguez, gerente comercial de Laboratorios Dalmer, empresa comercializadora, explicó que el PPG ayuda a regular alteraciones en el metabolismo de las grasas, fundamentalmente el colesterol, “uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad esclerótica que origina complicaciones como angina, infarto, accidentes cerebro-vasculares, entre otras, que constituyen las primeras causas de muertes en Cuba”.
Se trata además, dijo, de un dietético que actúa como suplemento alimenticio para personas en edad madura y avanzada, también en aquellas sometidas a elevadas demandas laborales o personales, estresadas, en situaciones especiales, así como entre deportistas de altos rendimientos y en otras situaciones de especial esfuerzo, requerimiento o desgaste físico.
La especialista comercial destacó que el PPG, registrado en Cuba como medicamento en el año 1991, se elabora a partir de un extracto purificado de la cera de la caña de azúcar, “es decir, síntesis vegetal, de una sustancia de origen natural, destinada a complementar y enriquecer la dieta humana y que actúa de forma fisiológica en una serie de parámetros de la salud humana, sin presentar contraindicaciones ni efectos desagradables ni secundarios como sucede frecuentemente con otros productos de carácter medicamentoso”.
Ivón precisó que fue desarrollado por el Centro de Productos Naturales, una rama del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CENIC), pionero de investigaciones en Cuba, que este año cumple 40 años de fundado y el cual examinó, descubrió y obtiene desde hace años productos naturales derivados de los vegetales y concretamente de la caña de azúcar, y está estrechamente vinculado a todas las instituciones del polo científico de la capital cubana.
Laboratorios Dalmer también comercializa otros productos naturales desarrollados por ese Grupo, entre estos el Vasoactol, suplemento alimenticio para complementar la dieta diaria de personas en condicionas fisiológicas particulares, o sea de mediana o avanzada edad o sometidas a situaciones de especial esfuerzo o desgaste físico. Es útil además en casos con alteraciones en el metabolismo de las grasas.
El Vasoactol se aísla de la cera que recubre el tallo de la caña de azúcar. Sus componentes fundamentales son ácidos grasos saturados e insaturados y alcoholes de alto peso molecular, composición que lo convierten en un complemento de la dieta en individuos que presentan condiciones fisiológicas especiales y(o) alteraciones de sus procesos de asimilación y metabolismo.
Expertos de la nación caribeña aseguran que este producto incrementa la eficiencia física en los ancianos y mejora el estado general de su salud.
Similares resultados se aprecian en adultos de mediana edad con situaciones de desgaste físico y en los que practican deportes.
Sus cualidades antioxidantes permiten contrarrestar la influencia negativa que sobre el equilibrio fisiológico y el metabolismo pudieran ejercer los procesos de estrés oxidativo, entre otros.
Ivón comentó que Laboratorios Dalmer incorporó a la carpeta comercial el Abesol, con ventas aún limitadas. Obtenido de la cera de la abeja, es también un antioxidante que contribuye a mejorar la sintomatología de enfermedades gástricas como la úlcera, gastrititis y empleado junto con los antinflamatorios puede disminuir los efectos gástricos que estos últimos generan.
Dijo que su empresa se sigue nutriendo de los preparados del Centro de Productos Naturales “y esperamos que a finales de este año y el que viene se incorporen otros nuevos, los cuales se distribuyen en el país mediante FarmaCuba que también los exportan a sus socios en más de 20 naciones de América Latina, Europa (por primera vez en Andorra) y Australia”.
Subrayó que “todos están avalados por una investigación científica muy sólida, reconocida en más de 120 publicaciones a nivel internacional, que acreditan los estudios preclínicos y clínicos realizados con estos, los cuales por su naturaleza y registro farmacéutico ya disponen de abundante y contrastada información farmacológica”.