NUEVA YORK.- Los precios inéditos que ha alcanzado el petróleo en los últimos meses son un arma de doble filo para los países productores, pese a que algunos apuntan a que entre más altos mejores las noticias para una economía. Según el más reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), respaldado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el impacto neto de precios exorbitantes, como los actuales, es negativo para productores e importadores. “El estímulo económico de las exportaciones de gas y petróleo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otras naciones exportadoras, sería superado por el efecto depresivo de los altos precios en la actividad económica de países importadores”, indicó. El impacto es particularmente notorio, precisó, en “al menos” el primer y segundo años desde el inicio del alza. La combinación de resultados de todas las regiones del mundo, puede calcularse en el equivalente de 0,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) Global, es decir, una pérdida de 255 000 millones de dólares. El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, indicó que la erosión del PIB global, podría empezar a ceder en 2008, a medida que el aumento de la demanda en países exportadores, eleve las exportaciones no petroleras de naciones que importan crudo. El análisis se basó en un alza de diez dólares promedio en el precio de crudo, y pocos se animan a pronosticar cuál es el análisis apropiado cuando la cifra supera esa banda, como ocurre ahora. El precio del barril de crudo tipo West Texas Intermediate para Ventas y entregas en septiembre, alcanzó la semana pasada los 66 dólares en promedio y aunque ha cedido un poco desde entonces, se mantiene en niveles históricamente altos. El Fondo Monetario Internacional estima que países exportadores de petróleo gastarán el 75 % de sus recursos adicionales en los primeros tres años posteriores al inicio de la dinámica de alza -2002 en este caso- en importaciones de bienes y servicios. “Precios más altos del petróleo, al afectar la actividad económica, ingresos corporativos e inflación, podría también tener implicaciones importantes para los mercados financieros, el valor de acciones, tipos de cambio y financiamiento oficial”, añadió. Tanto la Organización de Naciones Unidas como el FMI y la AIE coincidieron en que el impacto para los países importadores de crudo será sensiblemente mayor y más duradero, bajo cualquier escenario. En un reciente discurso, el presidente del banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) Alan Greenspan, señaló que “es probable que no entendamos la naturaleza exacta del efecto de los precios del petróleo en la economía mundial” en el corto plazo. “Pero como la historia reciente nos ha mostrado, cuando los precios del petróleo generan inflación, la recesión no suele estar demasiado lejos”, acotó. Algunos países productores, los menos, suelen tener algún tipo de política de “candados” para evitar que los recursos adicionales en tiempos de bonanza sean gastados por completo. Noruega, Rusia y en alguna medida, Holanda, tienen algún tipo de programas como ese. Pero el resto de los principales exportadores, dentro y fuera de la OPEP carecen de esos mecanismos y los expertos advierten sobre los riesgos de ello.