Jueves
02 de Mayo  2024 

Los habanos nacen en el campo

Como es tradición,el festival del Habano incluyó un recorrido por el proceso del tabaco: Las plantaciones, escogidas y despalillos hasta llegar a las fábricas 


Viernes 01 de Marzo de 2024 | 10:35:20 PM 

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Raquel Sierra

Para llegar a una de las 159 casas del Habano, los 2 669 Habano´s Point u otra de las modalidades de puntos de comercialización de los habanos cubanos, que en el mundo totalizan 4 714, hay que partir desde los orígenes, las vegas.

Si bien en Cuba se produce tabaco en prácticamente todo el país, con excepción de La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo; Pinar del Río, las más occidental de las provincias cubanas, es el emporio donde se concentran las mayores producciones: se siembran unas 10 200 hectáreas, y con un rendimiento de 1,37 toneladas por hectárea obtiene unas 14 000 toneladas.

Hasta San Juan y Martínez llegó el Festival del Habano para que pudieran conocerse de primera mano los primeros pasos del proceso.

De las vegasa la casa de cura

El productor Maikel Osorio Reyes viene de una familia de tabacaleros. Con su padre, él y su hermano aprendieron todo sobre el tabaco, a lo que le incorporaron nuevos saberes.  La finca está a la entrada de San Juan y Martínez, lo que lo compromete a que sus vegas atraigan la mirada, con una inscripción de fondo: “San Juan y Martínez, la meca del tabaco”.

En los Hoyos de Monterrey, rindiéndole homenaje a su padre, Osorio Reyes siembra unas 220 000 posturas de tabaco de sol en 6,29 hectáreas, con un rendimiento de 1,9 toneladas por hectárea. “Hemos pasado cosas buenas y cosas malas, como el ciclón Ian, en 2021, que nos afectó mucho, nos tumbó una casa de cura y dejó otra, por lo que en la campaña siguiente no pude sembrar todas las posturas acostumbradas, pero gracias a la empresa, la cooperativa y los amigos, salinos adelante y esta vez sí pudimos sembrar el 100 por ciento del tabaco”, explicó.

Jorge Luis Muñoz Valladares es el presidente de la cooperativa de créditos y servicios Isidro García, a la que pertenece Osorio Reyes. “Maikel es un buen productor, tiene la tradición de su familia para continuar produciendo un tabaco de calidad para que la economía de nuestro país reciba esos dividendos”, señaló acerca de esta finca productora de viga fina de primera de tabaco de sol, que fundamentalmente se usa para la tripa y el capote de los habanos.

“A mí el tabaco me fascina y siempre que tengo mi chancecito vengo a coser mi tabaco y estoy muy contenta porque veo que el tabaco tiene un rendimiento bueno... Parece tabaco tapado, con hojas grandes, bonitas, limpias... La tierra, que se contaminó cuando el ciclón, ya está dando lo que es capaz”, dijo Berta Rivera Rojas, sanjuanera, quien destinó sus vacaciones para regresar a su pueblo natal e incorporarse a la campaña.

También cose cujes Magdalena Cala: “Son entre 90 y 100 pares de hoja por cada cuje”, una hilera de hojas ensartadas y fijadas en una vara de madera, que suelo se suspenden para poner a secar el tabaco, proceso que puede durar hasta 60 días, antes de ser llevado a las escogidas, el próximo paso de convertir la solanácea en habanos.

Retomar el ritmo

Debido a las afectaciones que tuvimos en octubre pasado, se hizo un corrimiento de la campaña y una extensión de la siembra hasta finales de febrero, que terminará con las 14 000 hectáreas previstas en todo el país, indicó Luis Enrique Blanco Martínez, director agrícola del Grupo Empresarial Tabacuba.

Durante la tradicional visita a las vegas, explicó que esas hectáreas deben aportar unas 20 000 toneladas de tabaco, lo que garantiza lo que demanda la industria para cumplir sus planes de torcido.

A nivel de país, agregó, el tabaco tapado no presentó dificultades y pudieron plantarse las 2 125 hectáreas planificadas y se espera haya un incremento en la próxima temporada. “Para el año que viene hay una demanda de incremento de productores que quieren áreas de tapado y se está negociando con Tabacuba para aprobar una o dos hectáreas por productor, manteniendo el resto de las tecnologías del tabaco negro”.

Este ha sido un año muy favorable para el tabaco, en el momento que se requería ha hecho frío –clima ideal para el cultivo-, y no se han producidos afectaciones por plagas y enfermedades, dijo Blanco Martínez.

A su vez, señaló, se pudieron hacer los riegos necesarios a las plantaciones. “Lo que nos golpeó es que no se pudieron construir todas las casas que respaldaban el nivel de áreas previstas a plantar. Por casas de cura son 2 000 y pico de hectáreas y por déficit de limpieza de tranques fueron otras 1 000 hectáreas, que tuvimos que reajustar del plan nuestro”, explicó.

Entre los recursos que han faltado, dijo, estuvieron las piezas, partes y agregados para riego, lo que demandará potenciarlos, e ir introduciendo los sistemas de riesgo que funcionan con paneles fotovoltaicos, con 91 posiciones incorporadas en 2023 y 75 previstas para 2024, con prioridad para las vegas finas de Pinar del Río y el tabaco tapado, para luego generalizarlo al resto del país.

Otras tecnologías se están instalando en las casas de cura, que permiten calentar el agua con energía solar, para regular la temperatura en casas de curas de tabaco, lo que permite agilizar el secado, mantener la calidad de la hoja, con un importante ahorro de electricidad.

De acuerdo con Blanco, Tabacuba ha trazado estrategias y líneas de aseguramiento y proveedores estables.  Una de las acciones fue la reciente creación de la empresa Tabaimport –a partir de las facultades de cerrar ciclo e importar sus recursos e insumos-, para todo el proceso, desde la agricultura, la preindustria y la industria.

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