Cuartel Moncada Autor: Internet Publicado: 26/07/2023 | 11:35 am
A 70 años del audaz asalto al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, en la oriental ciudad de Santiago de Cuba la historia de la gesta revive en cada uno de los sitios vinculados con el hecho que recibieron el influjo rehabilitador al calor de la conmemoración nacional por la importante fecha. La ciudad escenario lustra la historia del Moncada y ha vuelto a cada uno de los muchos lugares que, en Santiago, desde el secreto de los preparativos o como consecuencia de la acción, se vincularon a la hazaña.
Así lo ha explicado el Máster y arquitecto Omar López Rodríguez, director de la Oficina del Conservador de la Ciudad (OCC), y lo hace -dijo- enfrascada en buscar nuevas fórmulas para acercar el patrimonio de manera atractiva a su gente, particularmente a las nuevas generaciones.
Los trabajos -precisó López Rodríguez- tomaron como epicentro al Área Monumental 26 de julio, piedra angular de los sucesos, donde se ubican los escenarios principales del hecho: la Ciudad Escolar 26 de Julio, que refulge entre los muros de la antigua fortaleza; el otrora Palacio de Justicia y el espacio donde radicara el Hospital Civil hoy parque museo biblioteca Abel Santamaría Cuadrado, entorno que, junto a la Escuela Normal para Maestros de Oriente, alberga cuatro Monumentos Nacionales.
El Conservador de la ciudad precisó que en el cuartel Moncada las seis escuelas y una Secundaria Básica que componen la Ciudad Escolar recibieron una rehabilitación integral que alcanzó a las aulas, los baños y áreas exteriores, e incluyó además el mejoramiento de la entrada de agua, la relocalización de la bala de gas y el acondicionamiento de un espacio para el fomento de un huerto para autoconsumo.
En las cuatro manzanas que componen el Área Monumental se acondicionaron y pintaron fachadas, especialmente las del Palacio de Justicia, hoy sede del Tribunal Provincial Popular.
Con especial ímpetu se trabajó en el parque museo Abel Santamaría, que este 25 de julio celebró el aniversario 50 de su fundación y en cuyo entorno se realizaron labores como el reforzamiento de las estructuras y la impermeabilización de la cubierta.
Dentro de la urbe santiaguera -explicó Omar López- las labores alcanzaron al antiguo Vivac municipal, la cárcel donde fueron llevados Fidel y otros asaltantes, sede por muchos años del Archivo Histórico, una edificación muy añeja y con un alto nivel de deterioro.
“Sabemos que es muy importante que el Vivac vuelva a vivir en calidad -detalló el también Premio Nacional de Arquitectura, Omar López- estamos haciendo un esfuerzo muy grande para que ahora para el 70 aniversario, dos de los cuerpos del Vivac puedan empezar a funcionar, y continuaremos trabajando para poner en funcionamiento los otros dos para fin de año, como saludo al nuevo aniversario del triunfo de la Revolución”. Por la ruta de Siboney Imprescindible en tanto punto de partida de una gesta, son los sitios que, en la carreta de Siboney, recuerdan la memoria del asalto al cuartel Moncada.
Omar López insiste en que se vea la carreta de Siboney no solo como el vial que vio transitar la impaciencia de aquellos jóvenes hacia el cuartel Moncada, pues después se produce un movimiento a la inversa, desde el cuartel Moncada otra vez hacia la Granjita Siboney, con el que el líder, Fidel Castro, al frente de un pequeño grupo de aquellos valerosos muchachos, intenta internarse en la cordillera de la Gran Piedra para prologar los propósitos de la acción.
A 70 años del Moncada Santiago vuelve a la carretera de Siboney y se empeña para concretar el acariciado anhelo de acondicionar la ruta de Fidel desde la Granjita Siboney hasta su detención en el bohío vara en tierra, en las estribaciones de la Gran Piedra.
Un equipo multidisciplinario, en el que se abrazan especialistas de varias instituciones de la provincia y el país, a partir de investigaciones realizadas y las propias referencias de los participantes, ha delineado el recorrido y aportado la información para la señalización de la ruta.
Alumnos de la escuela taller Ugo Luigi, por estos días emplazaron admirados en rutas previamente acondicionadas con el concurso de combatientes del Ejército Oriental, organismos, entidades y empresas santiagueras, una treintena de mensajes pintados sobre cotaneras de algarrobo que dan cuenta del recorrido seguido por el joven abogado y sus compañeros, las distancias, referencias sobre los sitios visitados y las familias que les apoyaron, junto a frases y reflexiones sobre el hecho, que en lo adelante señalizarán el trayecto.
Se trata, explicó Yoande Barroso Suárez, especialista del museo Granjita Siboney, de entregar a las nuevas generaciones una ruta en la que puedan conocer del hecho, beber de sus esencias y reeditarlo, como es deseo expreso de los moncadistas.
“Hemos creado varias rutas en dependencia de los diferentes grupos etarios y sus posibilidades para realizar el recorrido; aunque sabemos que no faltarán quienes opten por realizar la ruta original.
“Todo el recorrido estará señalizado y homenajeará a aquellos que ofrecieron ayuda y protección a los moncadistas en la zona: Ángel Nuñez, Leocadia Garzón, (Chicha), veterana de la Guerra de Independencia; los hermanos Justino y Felipe Rigel, Feliciano Heredia, Alfonso Feal y muchos otros.
“Se han mejorado los caminos, algunos hasta han sido asfaltados, con la intención de que las personas puedan acceder por diversas vías, y se han reanimado las comunidades aledañas, pues aspiramos a que los campesinos de la zona, compenetrados con la historia del lugar donde viven, se conviertan en los más celosos guardianes de ese patrimonio”, acotó. Como es costumbre de cada julio, la otrora Villa Blanca, la casita campestre que luego trascendería como la Granjita Siboney, y de donde partieran 129 jóvenes en la madrugada del 26 de julio de 1953, recibió un mantenimiento general de manos de alumnos de la escuela taller Ugo Luigi.
Los noveles pusieron las habilidades adquiridas en la escuela en función del repello de paredes, la pintura y reparación del falso techo; la eliminación de goteras en la cubierta, el acondicionamiento de la cerca perimetral, la restauración de la portería de la casa, y un arduo trabajo de la jardinería, entre otras acciones.
Fuerzas de la empresa forestal Gran Piedra-Baconao, combatientes e instituciones de la comunidad les han apoyado para que la Granjita Siboney muestre sus mejores galas no solo como uno de los escenarios de la gesta del Moncada, en su aniversario 70, sino para que además celebrara este 23 de julio celebre, con la lucidez que merece, el aniversario 58 de su apertura como museo. Con similar ímpetu han sido restaurados los 26 monumentos que a lo largo de 13 kilómetros y medio del vial reverencian el ideal de la gesta del Moncada.
El conjunto monumentario este mes de julio conmemoró también 50 años de haber sido proyectado por un grupo de 14 jóvenes arquitectos, un diseñador gráfico y un ingeniero, quienes inspirados y dirigidos por el Comandante Juan Almeida Bosque tendrían en esta experiencia su primera incursión en el campo de la escultura monumental.
La mediana empresa Dinami_ka, contratada por la OCC ha sido la encargada de la intervención en los monumentos.
“Es la primera vez que asumimos una labor de esta envergadura, por la significación histórica, la cantidad de monumentos y el trabajo ininterrumpido para cumplir con el compromiso pactado que implicó”, dijo Alberto Couto, uno de los dos socios fundadores de la mediana empresa.
El joven ingeniero mecánico, quien junto a Denis Dinza, comanda los esfuerzos de Dinami_Ka, explicó que la restauración conllevó devolver los monumentos a la concepción de los proyectos originales y al esplendor que les había quitado el paso del tiempo, la intemperie y hasta algunas agresiones.
“Eso nos llevó a fundir las letras de los monumentos que las llevaban, sustituir las tarjas de mármol donde era necesario, además de las labores de cimentación, cogida de grietas, la colocación de las letras y las astas, la jardinería, entre otros trabajos.
Acercarnos a esos proyectos iniciales nos permitió constatar el rol del Comandante Juan Almeida y palpar la relevancia de estas obras, que si bien no llevaron grandes recursos, sí tienen gran significación histórica”, comentó Alberto Couto. Al calor del nuevo aniversario avanzó la restauración del conjunto monumentario, devenido itinerario patrimonial, pero también la reanimación de toda la zona y el acondicionamiento del vial.
El entorno del otrora camino real de la costa ha sido igualmente hervidero de esfuerzos: se asfaltó la carretera y se renovaron señales de tránsito, se repararon paradas y fueron rehabilitadas obras sociales en poblados como Sevilla y otros montaña arriba; se construyeron viviendas, y se impulsan las grandes inversiones que convergen en el área como la nueva fábrica de cemento o el cementerio de Hicacos.
“Es patrimonio lo que un pueblo quiere”, no se cansa de repetir por estos días el director de la Oficina de la OCC, Máster y arquitecto Omar López Rodríguez, quien a cada paso insiste en la convocatoria a vecinos y estructuras de la zona para el acondicionamiento del entorno donde se desenvuelven, así como en la utilidad de fomentar una conciencia ciudadana en ese pueblo para que defienda su patrimonio.
La historia del Moncada hizo notorios los kilómetros de la carretera de Siboney, pero sus valores van mucho más allá para incluir elementos históricos, patrimoniales, económicos y turísticos, emanados de acontecimientos que desde el siglo XVI hasta la actualidad se desarrollaron en los predios de este vial o que se relacionan con él, asegura Aida Liliana Morales Tejeda, jefa del Departamento de Investigaciones Históricas de la OCC.
Todas esas otras razones, que ilustran los valores de la emblemática carretera, son compiladas por los especialistas de la OCC en un expediente con el que el importante vial aspira a ser declarado como el quinto de los entornos de la ciudad relacionados con los hechos del Moncada, declarado como Monumentos Nacionales.
En magnífica señal de futuro, el renacer que al influjo de su historia vive hoy la carretera de Siboney, trae la agradable noticia de la reapertura del campamento provincial de pioneros Asalto al Moncada, aledaño a la Granjita Siboney, el primer campamento de pioneros docente-recreativo creado en el país.
Inaugurado el 25 de julio de 1965 por iniciativa del Comandante Juan Almeida Bosque, quien solicitó crear una instalación para que los pioneros vanguardias pudieran rememorar lo ocurrido el 26 de julio de 1953; dio cobija entonces en casas de campaña a la idea que ya se materializaba desde el año 1963 con pioneros de la Ciudad Escolar 26 de julio. Allí vinculan las actividades docentes y recreativas con la historia local, fundamentalmente la que se atesora en la Granjita Siboney, el Museo de la Guerra hispano-cubano- norteamericana y la ruta que trazó nuestro Comandante en Jefe hasta el bohío vara en tierra, precisó Eudis Pardo Rubalcaba, director de la instalación durante los últimos 18 años.
El proceso de reparación capital incluyó 35 objetos de obra y todas las áreas del centro: la cocina-comedor, los cinco dormitorios, la ludoteca, el bloque de enfermería, la dirección, baños públicos, el anfiteatro y las áreas agropecuaria y de autoconsumo, deportivas, metodológica y de actividades del Movimiento de Exploradores, lo que les puso en condiciones de retomar el programa de rotaciones de los colectivos pioneriles y otras actividades que constituyen su razón de ser.
Destacó los trabajos en la cocina con el enchape en mármol de paredes y la meseta, que elevan la higiene en una zona tan importante; así como la labor del Inder en la recuperación de las canchas de voleibol, baloncesto, y la incorporación de nuevos equipos de paralelas y de una cancha para el voleibol de playa.
La rehabilitación ha traído también la buena nueva del mejoramiento de las facilidades de comunicación del centro, a partir del montaje de una radiobase que favorece la conectividad y les alienta a soñar desde una pequeña sala de computación con cuatro máquinas para el disfrute de niños y adolescentes.
Trabajadores de la Unidad Presupuestada de la Dirección Provincial de Educación, con el apoyo de estructuras de la comunidad y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, han derrochado esfuerzos junto al colectivo para devolver, con la belleza y confort que merece, esta instalación, entre las más entrañables para generaciones de santiagueros.
Anunció Eudis Pardo, a partir del mes de agosto han preparado un programa de rotaciones que posibilitará el paso por sus áreas de una representación de pioneros de todos los municipios y distritos de Santiago de Cuba.
Para eso ya diseñan opciones recreativas que incluyen el disfrute de la playa, el escalamiento de montañas, y actividades variadas y se aprestan a la reedición de la ruta de Fidel hasta el vara en tierra, una opción que pretenden sistematizar en lo adelante como una de las singularidades del centro.
Con la actual renovación, el campamento, con capacidad para acoger a 250 pioneros, se ubica entre los de mejores condiciones de la provincia y retoma el sueño de ratificarse como la instalación de carácter nacional que fue capaz asumir importantes eventos y actividades de la Organización de Pioneros José Martí.
