Miércoles
15 de Mayo  2024 

Mabay, las esencias de una tradición

El ron cubano es un símbolo reflejo de nuestra  cultura y su gente. Para su elaboración se requieren alcoholes de altísima gama, obtenidos  de las mieles finales del proceso de elaboración del azúcar. Así son los que se logran en la destilería Mabay de la Empresa Azucarera Arquímedes Colina


Jueves 15 de Junio de 2023 | 10:59:33 AM 

Autor

José Morales

El batey del central Arquímedes Colina en el poblado de Mabay, provincia de Granma, parece tener el don de la caña. Esta tradición pueblerina, atesora historias de hombres y mujeres que desafiaron con audacia y  valor una idea que perdura en el tiempo. Ofrecen al visitante de esta villa el olor de la melaza que se extiende por todo el batey desde el ingenio hasta la Casa de  Cultura Rogelio Recio Ramírez, el  parque del Soviet, la cafetería, junto al ruido de las maquinarias que transportan y muelen la caña.

Esta empresa, productora de alcoholes y otros derivados, es paradigma de la llamada economía circular. Se parte de la  materia prima inicial, la caña, que luego de un proceso fabril para la elaboración de azúcar deja como resultado las mieles finales que son fermentadas para convertirlas mediante destilación en alcoholes para diferentes usos. Los desechos, de ese proceso son aprovechados por las plantas aledañas para la producción de torula y la sacharomyces con destino a la elaboración de alimento animal, y la de dióxido de carbono para bebidas y refrescos. Los residuales finales son convertidos en fertirriego para beneficiar las plantaciones de la caña de azúcar y otros productos agrícolas; así queda cerrado el ciclo cañero-azucarero, que da inicio nuevamente a todo el proceso.

Una vez destilados los alcoholes de la melaza son envasados y almacenados en barricas de roble, donde se benefician en calidad  y sabor, otorgándole el añejamiento necesario al aguardiente Corsario; este posee un sabor particular, de tonos secos, un poco áspero al paladar, pero evocador de las mieles de donde proviene, resultado de la excelencia alcanzada por los rones ligeros del oriente cubano.

La Unidad Empresarial de Base (UEB) Derivados Granma cuenta con  la certificación  del sistema de gestión de inocuidad alimentaria tras cumplir con los requisitos de  alcance para la producción  y comercialización de alcoholes de  diferentes tipos que derivan en rones refinos, licor seco, el tradicional aliñao y el ron refino Corsario.

El Aliñao, la esencia de una  tradición

El MSc. Domingo Cuza, animador y gestor  activo de cuanto evento se realiza en la ciudad de Bayamo, refiere que Cuba es un país de celebraciones y cualquier ocasión es buena para armar una fiesta. Los cubanos festejamos los cumpleaños, las fechas históricas, las religiosas…. Despedimos el año viejo y esperamos el nuevo celebrando la vida.

Si la muerte nos trae lágrimas y dolor, los nacimientos son motivo de una felicidad que queremos compartir. Lo singular de festejar los nacimientos en el oriente del país lo aporta una bebida muy tradicional: el aliñao, que se realiza a partir de frutas en almíbar y aguardiente de caña; esta bebida se brinda a los visitantes para dar la bienvenida a una nueva vida. Y sí, es aliñao no aliñado; pronunciarlo de la segunda manera suena demasiado sofisticado para una bebida tradicional.

Para hacerlo se comienza con un jarabe de azúcar, al que se le agregan los higos y las hojas de higo, se cocinan durante unos minutos. Requiere además frutas como las grosellas, cerezas, ciruelas chinas, piña, papaya y uvas pasas. Que se cocinan de forma independiente, porque cada una requiere un tiempo de cocción distinto. Una vez cocidas, se vierten en la damajuana o el recipiente, donde se va a mezclar todo y se le agrega alcohol de acuerdo a las cantidades deseadas. No es un aliñao real sino contiene los pequeños trozos de caña de azúcar que aportan textura y sabor.

Cuza nos relata que en Bayamo esta bebida siempre debe contener ciruelas; de hecho el origen del aliñao viene del llamado ciruelón o ciruelas borrachas. “Esta bebida, los esclavos de la familia Milanés, de Bayamo, la comenzaron a preparar usando alcohol, que en aquella época era de sabor muy áspero ya que se obtenía de manera rudimentaria y para mejorarlo le agregaron dulces de frutas en almíbar en pequeños trozos y ciruelas pasas deshidratadas o en dulces de los restos de las comidas ofrecidas a los amos. Esto se convirtió en la agualoja aliñada, o sea aliñao, que con el transcurso del tiempo y con algunas modificaciones pasó a ser la bebida tradicional ante el nacimiento de un bebé”.

El carácter práctico de esta bebida que todos podían disfrutar hizo que fuese enriqueciéndose con otras frutas y que se brindase a las personas que iban a visitar a la madre y su recién nacido. Poco a poco se fue convirtiendo en fuerte tradición en toda la región oriental del país.

Lo que sí constituye un hecho es que en Granma se comenzó a producir de manera industrial y a ser comercializado, y además cuenta con su propia celebración: la fiesta del aliñao, un jolgorio cultural  creado por el cantautor Raúl Torres y donde se amalgaman el muralismo, los eventos teóricos y las descargas trovadorescas en instituciones, teatros y parques del territorio. Toda una celebración para festejar la vida.

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