Martes
21 de Mayo  2024 

Con el oído pegado a quienes trabajan la tierra

Las medidas adoptadas como parte de la Tarea Ordenamiento están en constante revisión y adecuación con el propósito de que logre los objetivos pautados para ordenar la economía y la sociedad


Miércoles 24 de Marzo de 2021 | 12:00:00 AM 

Autor

Raquel Sierra

El inicio de la implementación de la Tarea Ordenamiento (TO) agregó nuevas complejidades al ya nada sencillo escenario agroproductivo cubano, que en los últimos años ha sido terreno de la adopción de numerosas políticas dirigidas a destrabar, ordenar y facilitar el funcionamiento de un sector que, pese a dar empleo a una parte considerable de la población económicamente activa, aporta un escaso  porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) y cuya insuficiencia obliga a importaciones de alimentos, que a nivel global en el país se acercan a los 1 800 millones de dólares.

Hasta el momento no se ha logrado el punto de equilibrio entre las nuevas medidas, los intereses y posibilidades de los productores y las necesidades de la población.

Proceso continuo

A partir de la implementación de la TO, el consiguiente aumento de los precios de la electricidad, agua, insumos agrícolas como semillas y fertilizantes, por ejemplo, generaron criterios entre agricultores y directivos de cooperativas. Con los oídos pegados a la tierra, las autoridades sectoriales y gubernamentales, los escucharon,  analizaron e hicieron algunas modificaciones a las medidas concebidas inicialmente.

Con posterioridad, se inició un proceso de encuentros para escuchar nuevos criterio, bajo el principio expresado por el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de que se harían las modificaciones posibles para lograr que la TO dé frutos, tan esperados como necesarios. Los  temas relacionados con la marcha de la TO tienen un seguimiento semanal en el Ministerio de la Agricultura, en encuentros presididos por el titular del sector, Gustavo Rodríguez Rollero, dijo en encuentro con la prensa Ricardo Monzón Novoa, director de desarrollo cooperativo del organismo rector de la actividad agropecuaria en el país.

En un primer momento, Marino Murillo, jefe de la Comisión de implementación, dijo en la Mesa redonda que se había trabajado mucho el precio del cerdo, arroz, café, semillas de hortalizas, viandas y frutas.

El jefe de la comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos anunció en esa ocasión que otras medidas relacionadas con el arroz y la leche estaban siendo analizadas y serían informadas en su momento, “resultado de recorridos por el país y discusiones en los territorios, pensando en el tratamiento especial al sector agropecuario”.

El 22 de marzo, en nueva Mesa Redonda sobre el tema, la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, explicó que en los encuentros con el sector agroproductivo primó “el compromiso de nuestros productores, de campesinos, de las formas productivas de continuar produciendo alimentos e incluso intensificar las producciones, aplicar la innovación y la ciencia y revisar cuánto ellos pueden transformar” y la conciencia de las limitaciones del país en el orden financiero.

A su vez, abundó, los intercambios sacaron a la luz no pocos criterios sobre el impacto de los nuevos precios y tarifas eléctricas y de abasto de agua, el cobro automático de servicios de electricidad y agua a las Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS) para liberar de determinados pagos en los productores,  el incremento de los costos sin la posibilidad de acceder a créditos bancarios y servicios de seguros actualizados al nuevo contexto y a la devaluación, los cobros sobredimensionados de determinados y trámites y servicios a los productores -entre esos, la aviación para el riego a  la producción de arroz. Al respecto, precisó: “no se pueden trasladar las ineficiencias o el sobrecobro de determinados servicios”.

No fueron solo esas las inquietudes. En los encuentros se habló de la falta de capacidad financiera de las cooperativas para enfrentar los crecimientos de precios y tarifas por insuficiencias productivas, por carencias acumuladas antes de la TO, el incremento de los precios de los servicios e insumos varias veces más que el crecimiento del precio de sus producciones, el monto para el acarreo de la leche, la escasa información sobre las adecuaciones tributarias, entre otras.

Adecuaciones necesarias

Tras los nuevos análisis, el país adoptó otras modificaciones, que responden a los planteamientos de productores y cooperativas, anunciadas en días recientes por Bolaños. Según informó, se estableció la reducción de la tarifa del agua en 32 % en relación con el inicio del año y una disminución de la tarifa eléctrica para regadíos y otras actividades de la producción agropecuaria, entre un 28 y 25 %.

Asimismo se redujo un 22 % la tarifa de aviación en la cosecha de arroz y en los piensos nacionales para la producción porcina al 60 %.  En ese sentido, Meisi Bolaños dijo que la industria de pienso continua ajustando sus precios y producciones y requerirá de más 1 000 millones de pesos de ayuda del presupuesto del Estado.

Al respecto, la Ministra aclaró que  estos beneficios se aplican a las operaciones realizadas desde el mes de enero. Por tanto, en lo adelante, emitidas las normas jurídicas e implementadas tienen que haber las fórmulas financieras de facturar compensaciones y aquellos casos que tengan que rectificarse.

De manera global, la reducción de estas tarifas representan un financiamiento adicional del presupuesto por 242 000 000 de pesos. De acuerdo con Bolaños, el país no puede “seguir rebajando costos porque tenemos un presupuesto que es finito y el diseño del ordenamiento implica que estos servicios que demandan mucho combustible importado en las condiciones de Cuba se encarece más su adquisición, y llega un momento en que no se pueden seguir incrementando los costos”.

Otro de los temas más frecuentes ha sido el de los precios de acopio. Las decisiones  más recientes ratificaron que se mantienen solo con precio de acopio centralizado los productos de alto impacto en el consumo social y en la sustitución de importaciones: arroz con cáscara y consumo, frijoles (negro, colorado), leche fresca de vaca, ganado vacuno en pie, tabaco, caña de azúcar, café (arábico y robusta), maíz seco en grano, huevos frescos de gallina, cerdo en pie y papa.

En tanto, otro grupo de productos tendrán lo que se llama “precios duales” de compra, diferenciado según sus dos destinos: centralizados, hacia el consumo social en  hospitales, escuelas, comedores obreros y a los sistemas de atención a la familia, y descentralizados, cuando sean concertados por gobiernos locales o entidades facultadas para eso en función del comercio minorista. Esas especies son malanga (xanthosoma y colocasia), plátano (vianda, burro y fruta), mango, guayaba, fruta bomba y tomate.

Según detalló la Ministra de Finanzas y Precios, el precio de las frutas pone en mejores condiciones a las industrias procesadoras de estos productos, para los jugos y compotas que se destinan a la canasta familiar normada, mientras, en el caso del boniato, este incrementa su precio centralizado de acopio (20 pesos el quintal o 400 la tonelada), tras contemplar los planteamientos de los agricultores.

En los intercambios, los productores expresaron su desacuerdo con los elevados precios de los insumos y servicios. El análisis de las fichas de costos, los gastos  y servicios, evidenciaron cuantías superiores a las modeladas inicialmente. Ante esto, dijo la Ministra, se decidió incrementar en 1 483 pesos el precio de acopio, el que resulta en 6 922 pesos por tonelada, que permitirá mantener la utilidad existente previo a TO, de 1 354 pesos por tonelada.

Al respecto, indicó que esa modificación representa un aumento del financiamiento del presupuesto del Estado a 470 000 000 de pesos, valorado con un rendimiento promedio de 4.35 toneladas por hectáreas. Sobre el tema, Bolaños sostuvo que “el productor que busque eficiencia y obtenga por hectárea más de 4.35 toneladas ganará mucho más”.

En el caso de un producto como la leche, se decidió mantener el precio de 7.50 pesos por cada litro de leche de calidad máxima, mientras que el acarreo y el servicio de enfriamiento se pagarán de forma independiente al precio de la leche. Según se dio a conocer, por el acarreo desde el productor hasta el punto convenido, se pagará una tarifa escalonada, que financiará el presupuesto del Estado por 100 000 000 de pesos, mientras la Industria Alimentaria asumirá el gasto que sobrepase el monto asignado.

Otro de los grandes temas que ha impactado al último eslabón de la cadena productiva, los impagos a los agricultores, sigue sin resolverse, aun cuando las autoridades afirman que este tiene la máxima  prioridad. En el encuentro con los productores de La Habana, el presidente del gobierno, Reinaldo García Zapata aseveró que “el reto de la comercialización es el pago inmediato a los productores”, de manera que dispongan de liquidez para la vida cotidiana y la continuidad de las producciones.

Haciendo camino al andar

Según explicó el viceministro de la Agricultura, Maury Hechavarría Bermúdez, entre otras decisiones está la de eliminar el cobro automático de los servicios de electricidad y agua y, de forma gradual, a la vez que se coordina con el sistema bancario para el diseño de servicios bancarios a las formas productivas que se ajusten a las nuevas necesidades de flujos a corto plazo en las condiciones de la TO y con la Unión Eléctrica,  para la formulación de alternativas para bancarizar el cobro de los servicios y las facilidades (comisiones) para realizar el cobro a través de las cooperativas.

El sistema de la agricultura y el Grupo Empresarial Azcuba, dijo Hechavarría Bermúdez, deberán concluir la evaluación de las 3  245 cooperativas con insuficiencias productivas y financieras y presentar las propuestas de solución, mientras que los grupos empresariales Tabacuba y Agroforestal deberán  concluir y presentar a los ministerios de la Agricultura y de Finanzas y Precios, para mayo, la revisión de los precios del cacao y tabaco, entre otras prioridades.

Como proceso en construcción permanente y por la importancia del sector agropecuario, tanto en la satisfacción de las demandas de la población y otros destinos, como por su rol decisivo para la soberanía alimentaria, el oído deberá permanecer cercano a quienes producen la tierra, donde se siguen generando inquietudes, para nuevos análisis y adecuadas decisiones. Lo urgente es seguir eliminando trabas y allanando el camino entre el surco y la mesa, la sustitución de importaciones y las exportaciones.

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