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11 de Noviembre  2024 

Café cubano multiplica su demanda

Provincias altas productoras del grano dan pasos para reforzar el Programa de Desarrollo cafetalero nacional, pero el país requiere aún de mayores esfuerzos


Miércoles 09 de Septiembre de 2020 | 12:00:00 AM 

Autor

Amado de la Rosa Labrada

Beber café, sobre todo en la mañana, constituye una de las costumbres más populares entre los cubanos, que según investigadores del tema, se fue enraizando en nuestras tradiciones a partir del avance en la Isla del cultivo de este grano impulsado por colonos franceses quienes tras el estallido de la Revolución de Haití se vieron en la necesidad de abandonar ese país.

Se produjo un incesante flujo migratorio entre los años 1791 y 1800, que suscitó los asentamientos galos en todo el territorio nacional, aunque predominaron como destino principal zonas del oriente cubano: la Sierra Maestra y el macizo montañoso Sagua-Baracoa, que ofrecían índices de altura, temperatura y humedad favorables para desarrollar la siembra de café.

Pronto se sumarían a este auge cafetalero tierras propicias del Escambray, en el centro del país, y las Sierras del Rosario y de los Órganos, en la región más occidental de Cuba, propulsadas  también por colonos emigrados desde Haití, quienes en general vinieron con sus dotaciones de esclavos, como mano de obra necesaria para el desarrollo del referido cultivo.

Según directivos del Ministerio de la Agricultura (Minag) la actividad cafetalera se desarrolla fundamentalmente en nueve provincias de esta Isla. Santiago de Cuba, Granma Guantánamo y Holguín, producen el 90 % del café nacional; la primera de esas resulta la mayor productora. En la región central lo hacen Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara con el 7 %, y en el occidente las provincias de Artemisa y Pinar del Río con el 3 % restante.

Miguel Ángel Arregui Martínez, presidente del Grupo Empresarial Agroforestal del Minag, declaró al programa Mesa Redonda que también en los últimos años se desarrolla el llamado Programa de café en el llano, con plantaciones en Matanzas, Mayabeque, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas y la Isla de la Juventud.

Recordó que el récord de Cuba en la producción cafetalera se logró en 1961 con 60 330 toneladas de café oro. No obstante, a partir de esa fecha ha venido disminuyendo la producción y para las décadas de los años 70 y 80 el rendimiento promedio fue de 21 863 toneladas.

Precisó que en los 10 años siguientes- 1990 a 2000- disminuyó el promedio a 16 109 toneladas; desde 2002 a 2011 la producción promedio continuó decayendo hasta 8 000 toneladas. Entras las causas de este fenómeno se encuentran el éxodo de población, las indisciplinas tecnológicas en la siembra y el cultivo, las limitaciones de recursos, los precios no estimulantes, además de los efectos de los huracanes y sequías, enumeró Arregui Martínez.

No obstante la reconocida obra social edificada por la Revolución en la montaña,  donde por su temperatura y humedad cosechan el grano de máxima calidad, atraviesa la referida migración poblacional que priva al exigente cultivo de la fuerza más capacitada.

Para estimular la producción en tal contexto se han puesto en práctica un conjunto de medidas como el aumento del precio del café cosechado en correspondencia con su variedad, a la vez que se introdujeron  tecnologías que elevan los rendimientos y benefician al cultivo y al productor en la serranía, entre otras acciones.

En el referido mayor sistema montañoso del oriente cubano, que abarca las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, según directivos del sector, se viene trabajando intensamente para devolver a este cultivo su recuperación productiva mediante un programa de transformación de las áreas y aplicación de nuevas tecnologías.

Guantánamo avanza

Resulta alentador cómo los guantanameros avanzan hacia objetivos superiores, especialmente en la siembra del cafeto y la calidad con la que están ejecutando esa tarea económica, destaca el diario Venceremos en su edición digital.

Añade esa publicación que el programa de recuperación cafetalera, emprendido en 2012 en esta provincia, avizoraba sembrar más de 12 600 hectáreas hasta el actual año, cifra que equivale a la renovación del 70 % del área existente, cambio que debe -y sus resultados actuales lo confirman-, contribuir al incremento de los rendimientos y las cosechas en pocos años.

Por eso, no es casual que el café y otros cultivos de la montaña, liderados por la empresa Alto Serra, potencien la factura de rubros que respaldan la aprobación de Guantánamo como primer polo exportador.

Directivos de la mencionada entidad informaron que no sólo se procesa el café de Guantánamo y Holguín, sino que además han reforzado la integración vertical con unidades empresariales de base de beneficio húmedo del grano en las localidades, y 49 formas productivas entre cooperativas de Producción Agropecuaria, de Créditos y Servicios y Unidades Básicas de Producción Cooperativa.

La aprobación conferida por el Ministerio para el Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex) autoriza a comerciar con el mundo otros rubros como tubérculos, frutales, productos tradicionales y exóticos, como el cacao y el jengibre, y también incluye la capacidad de importar más de un centenar de insumos básicos.

Simultáneamente el polo de Alto Serra capacita su personal en coordinación con el Mincex y la Universidad de Guantánamo, con el fin de establecer mecanismos para la redistribución de los ingresos en toda la estructura; a la vez que reinvertirá parte de los beneficios económicos en pos de lograr mayor valor agregado con la suma gradual de más productos terminados a las exportaciones.

Santiago se reafirma

También Santiago de Cuba dio un paso positivo hacia la consolidación del Programa de Desarrollo cafetalero, tras reafirmarse este año como la provincia mayor productora del grano en el país, campaña en la que despuntaron los municipios de Tercer Frente, Segundo Frente, San Luis, Contramaestre, Guamá y Palma Soriano, destacó el periodista Luis Sánchez del Toro, del rotativo Sierra Maestra.

No obstante, ese territorio oriental, lejos de restarle protagonismo a la serranía, fija su vista en las potencialidades del llano en la imperiosa tarea de desarrollar este cultivo, comenzando a romper el mito de que el café solo se da en la montaña.

Actualmente, a lo largo de la circunvalación que corona a la Heroica Ciudad, resalta el verdor de jóvenes cafetos intercalados con otros cultivos. Se trata de los llamados polígonos agropecuarios Revolución, establecidos a fines de 2019 por la dirección de la provincia, para producir hortalizas, viandas, granos y carnes, destinados a la alimentación del pueblo.

De esta forma, empeñados en contribuir al desarrollo económico del país a pesar del recrudecimiento del bloqueo contra Cuba y la actual pandemia de la Covid-19, los santiagueros confirman también que no podía faltar el café en su policultivo.

Granma se puede recuperar

Si bien en Granma se cumple el plan que forma parte del programa de transformación de áreas cafetaleras en su serranía  y avanza en la aplicación de nuevas tecnologías, aún se requiere un mayor esfuerzo en la actual campaña de siembra de ese cultivo, que hoy muestra atrasos en la llamada etapa de primavera, especialmente en los municipios de Buey Arriba, Campechuela, Media Luna y Pilón.

Alcides Aguilar Carrazana, subdelegado del Minag en Granma, dijo que la actual campaña  de viveros, indispensable con vista a asegurar las plantaciones para el 2021,  requiere la adopción de medidas emergentes teniendo en cuenta la inexistencia de  bolsas para las posturas, debido a la  compleja situación económica que atraviesa el país para su importación, publica Juan Farrell Villa en el periódico La Demajagua.

El directivo explicó que  deben tener en cada vivero todo el sustrato y la materia orgánica preparada, así como su análisis nematológico como garantía de que no habrá contaminación  con algún patógeno.

Aguilar Carrazana indicó que la campaña total requiere más de seis millones de bolsas  en las cuatro empresas del ramo y hasta la fecha  se llenaron  249 600 utilizando las que quedaron del año anterior, lo cual representa el 4 % del plan.

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